Estados Unidos dijo el viernes que «rechaza enérgicamente» el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra los aranceles al acero y al aluminio de la era Trump, prometiendo mantener las medidas para preservar la seguridad nacional.
La OMC dictaminó que los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump al acero y el aluminio en 2018 violaban las normas comerciales mundiales y recomendó a Estados Unidos que los ajustara «a las condiciones».
El panel «no fue persuadido» de que la situación a la que se refería Estados Unidos para justificar los aranceles constituyera «una emergencia en las relaciones internacionales», agregó la OMC. Las causas fueron presentadas por China, Noruega, Suiza y Turquía.
Adam Hodge, representante comercial adjunto de Estados Unidos, declaró que la administración Biden rechazaba enérgicamente la «interpretación y conclusiones erróneas» del grupo especial de la OMC y que no tenía previsto eliminar los aranceles.
«La administración Biden se comprometió a preservar la seguridad nacional de Estados Unidos garantizando la viabilidad a largo plazo de nuestras industrias del acero y el aluminio y no tenemos intención de eliminar los aranceles de la Sección 232 como resultado de estas disputas», afirmó el representante en una declaración.
Los informes del grupo especial no hacen sino reforzar la necesidad de una reforma fundamental del sistema de solución de diferencias de la OMC, dijo Hodge, añadiendo que la OMC no tiene autoridad para «cuestionar» la forma en que un miembro responde a cuestiones que amenazan su seguridad.
«La OMC ha demostrado su ineficacia a la hora de detener el grave y persistente exceso de capacidad no comercial de la República Popular China y otros países, que constituye una amenaza existencial para los sectores del acero y el aluminio orientados al mercado y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos».
«La OMC sugiere ahora que Estados Unidos también debe quedarse de brazos cruzados. Estados Unidos no cederá la toma de decisiones sobre su seguridad esencial a los paneles de la OMC», añadió Hodge.
En 2018, Trump impuso aranceles del 25 % a las importaciones de acero y del 10 % a las de aluminio, amparándose en la Sección 22 de una ley de 1962 que permite al presidente restringir las importaciones si suponen una amenaza para la seguridad nacional.
Aranceles como contramedida contra China
La Asociación de Fabricantes de Acero de Estados Unidos (SMA) apoyó la negativa del gobierno a aceptar el fallo de la OMC, citando la ineficacia de la OMC para hacer frente al exceso de capacidad siderúrgica y comportamiento distorsionador del mercado a nivel mundial.
«Las cuestiones de seguridad nacional no deben examinarse a través del proceso de solución de diferencias de la OMC», dijo a través de una declaración Philip K. Bell, presidente de la SMA.
Wang He, columnista de The Epoch Times, dijo el 3 de septiembre en el programa Global Watch de NTDTV que el gobierno de Estados Unidos tomó la decisión correcta al mantener los aranceles a China de la administración Trump.
«Continuar con los duros aranceles de la era Trump a China es la contramedida de Biden contra el régimen chino», dijo Wang.
El comentarista de actualidad estadounidense Lan Shu indicó a Global Watch que la medida era una decisión basada en el mantenimiento de los principios del comercio justo.
«Esto principalmente es porque, desde que se le permitió unirse a la Organización Mundial del Comercio, China ha estado utilizando medios desiguales en el comercio para desarrollar su economía sobre la base de poner en peligro [las economías] de otros países», dijo Shu.
Con la contribución de Alex Wu e información de Reuters.
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