El 20 de noviembre, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza.
Los 15 miembros del Consejo votaron la resolución propuesta por 10 miembros no permanentes, entre ellos Argelia, Ecuador y Japón. Estados Unidos fue el único miembro que votó en contra, haciendo uso de su derecho de veto como miembro permanente para bloquear su adopción.
La resolución exigía un «alto el fuego inmediato, incondicional y permanente» e instaba por separado a la liberación de los rehenes.
Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, declaró que Washington sólo apoyaría una resolución que vinculara explícitamente el alto el fuego con la liberación inmediata de los rehenes en poder de Hamás.
«Estos dos objetivos urgentes están inextricablemente unidos», afirmó. «Esta resolución abandona esa necesidad y, por esa razón, Estados Unidos no podría apoyarla».
Wood añadió que Estados Unidos cree que la resolución enviaría un «peligroso mensaje» a Hamás de que «no hay necesidad de volver a la mesa de negociaciones».
Otros miembros del Consejo criticaron a Estados Unidos por su veto.
Vanessa Frazier, embajadora de Malta ante la ONU, declaró: «Lamento profundamente que, debido al uso del veto, este Consejo haya incumplido una vez más su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacional».
Dijo que la resolución «representaba el mínimo de lo necesario para empezar a abordar la desesperada situación sobre el terreno».
Wood respondió de manera preventiva a las críticas al veto en sus declaraciones.
«Los mensajes que enviamos al mundo a través de estas resoluciones, importan», dijo.
Wood criticó la resolución por no condenar a Hamás como consecuencia de su ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, afirmando: «Es inexplicable que más de 13 meses después de aquel día, algunos miembros de este Consejo no sepan reconocer que fue Hamás quien instigó este conflicto».
Reiteró la postura de Estados Unidos de vincular el alto el fuego con la liberación de los rehenes, y afirmó: «Lamentamos que el Consejo incorporara un lenguaje de compromiso que el Reino Unido presentó para salvar las diferencias existentes y apoyar estas medidas humanitarias. Con ese lenguaje, esta resolución debería haber sido adoptada».
Wood también se refirió a las acusaciones de que algunos miembros del Consejo querían que Estados Unidos vetara la medida.
«Hemos oído que algunos deseaban un veto de Estados Unidos en lugar de un producto de consenso. Eso es cínico y desafortunado», afirmó.
El conflicto de Gaza causó casi 44,000 muertes y desplazamientos generalizados entre los 2.3 millones de habitantes del enclave, según Reuters.
La campaña militar de Israel se lanzó en respuesta a un ataque perpetrado por combatientes dirigidos por Hamás el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de 1200 personas y la toma de más de 250 rehenes en Gaza.
El embajador francés, Nicolas de Rivière, señaló que la resolución rechazada exigía «muy firmemente» la liberación de los rehenes.
«Francia todavía tiene dos rehenes en Gaza, y lamentamos profundamente que el Consejo de Seguridad no haya sido capaz de formular esta exigencia», declaró.
Wood dijo que Estados Unidos seguirá esforzándose por aliviar las condiciones en Gaza.
«Estados Unidos seguirá trabajando para mejorar la situación humanitaria sobre el terreno, lo que, como hemos dicho antes, requiere un acceso sin trabas y una ayuda humanitaria sostenida que fluya hacia Gaza y llegue a todos los necesitados», declaró.
Concluyó diciendo: «Debemos trabajar por un futuro en el que israelíes y palestinos puedan vivir codo con codo dentro de dos Estados democráticos y disfrutar de iguales medidas de seguridad, dignidad y libertad».
Danny Danon, embajador de Israel ante la ONU, criticó antes la resolución, calificándola de una «resolución para el apaciguamiento» de Hamás.
«La historia recordará quién estuvo con los rehenes y quién los abandonó», dijo.
Con información de Reuters.
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