EE.UU. tomará medidas más duras contra China en medio de una creciente firmeza para frenar amenazas

Por Cathy He
30 de mayo de 2020 10:57 PM Actualizado: 30 de mayo de 2020 10:57 PM

Estados Unidos continuará aumentando la presión sobre Beijing, dicen los observadores, luego de que el presidente Donald Trump anunciara una serie de medidas para enfrentar las amenazas planteadas por el régimen comunista.

En un discurso fuertemente redactado el 29 de mayo, Trump denunció la «asfixia absoluta» de Beijing hacia las libertades de Hong Kong, el robo desenfrenado de la propiedad intelectual estadounidense, el encubrimiento del brote del virus del PCCh y la influencia sobre la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En respuesta, anunció una serie de medidas: la revocación del estatus especial de Hong Kong con los Estados Unidos, las sanciones a los funcionarios chinos y de Hong Kong, la retirada formal de la OMS, la prohibición de estudiantes graduados chinos vinculados al ejército chino, y un revisión de las compañías chinas que cotizan en las bolsas de valores de EE.UU.

«No creo que los líderes chinos hayan escuchado a un presidente estadounidense hablarles de esta manera en público antes», dijo el experto en China, Gordon Chang a NTD, un medio afiliado de The Epoch Times.

El tono de las declaraciones de Trump, dijo Chang, fue «no solo de confrontación sino de enojo», y agregó que el discurso señalaba que Estados Unidos tiene una «postura completamente nueva» hacia el régimen, la de un adversario.

Las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo se han deteriorado desde la firma del acuerdo comercial de la primera fase en enero con la administración Trump, lo cual indica una creciente frustración debido a la responsabilidad por parte del régimen en causar la pandemia y su continua falta de transparencia.

«Beijing debería entender que hay un nuevo tono en Washington, y eso no les va a gustar», dijo Chang.

El régimen chino aún no ha respondido a las acciones de la administración. A principios de esta semana, Beijing indicó que tomaría contramedidas si Estados Unidos procedía a castigarlo por su imposición de la ley de seguridad nacional a Hong Kong.

Trump dijo que la medida de Beijing demostraba que el régimen había incumplido su palabra tras la entrega de la ciudad en 1997. China se había comprometido a permitir un alto grado de autonomía en Hong Kong que no se disfrutaba en China continental en el marco de «un país, dos sistemas».

«China ha reemplazado su fórmula prometida de ‘un país, dos sistemas’ con ‘un país, un sistema'», dijo Trump.

El presidente dijo que Hong Kong ya no era lo suficientemente autónomo para garantizar los privilegios económicos de Estados Unidos, y agregó que la administración tomaría medidas para «revocar el trato preferencial de Hong Kong como un territorio de aduana y de viaje separado del resto de China».

Trump dijo que Washington también impondrá sanciones a los funcionarios chinos o de Hong Kong involucrados, directa o indirectamente, en la erosión de la autonomía de la ciudad.

Harry J. Kazianis, un experto en seguridad nacional del Center for the National Interest, un think tank con sede en Washington, dijo que la administración puede sancionar a los funcionarios del departamento de policía de Hong Kong y del aparato de inteligencia de Beijing responsables de subyugar las libertades de la gente de Hong Kong.

Dijo que la administración también puede usar la Ley Global Magnitsky para atacar a funcionarios chinos por los abusos contra los derechos humanos. La Ley Magnitsky autoriza al gobierno de los Estados Unidos a castigar a los violadores extranjeros de los derechos humanos congelando sus activos en los Estados Unidos y prohibiendo su entrada al país.

«Creo que van a ver que la administración intensifica su enfoque sobre China», dijo Kazianis a NTD, medio afiliado de The Epoch Times.

Por otro lado, el viernes, Trump tomó más medidas para contrarrestar el espionaje económico aprobado por el estado chino, emitiendo una proclamación que bloquea la entrada a estudiantes chinos graduados o postgraduados de las universidades afiliadas al Ejército Popular de Liberación.

La medida se produjo en medio de una creciente acción federal dirigida al robo de propiedad intelectual en las instituciones académicas y de investigación de EE.UU. en los últimos meses. El departamento de justicia ha lanzado una serie de enjuiciamientos contra investigadores y académicos chinos y estadounidenses por el robo de secretos comerciales, y por la ocultación de la financiación de los programas de reclutamiento de talentos chinos.

Las compañías chinas que cotizan en las bolsas de valores de EE.UU. también están en la mira de la administración, con una próxima revisión sobre si deberían estar sujetas a las normas de EE. UU. de auditoría y divulgación.

El régimen chino ha bloqueado a los reguladores estadounidenses de inspeccionar los documentos de trabajo de auditoría de las compañías chinas, diciendo que contienen «secretos de estado».

Los críticos dicen que esta falta de supervisión pone en riesgo a los inversores estadounidenses, citando el creciente número de empresas chinas involucradas en escándalos de fraude, la última de las cuales es Luckin Coffee, que cotiza en los EE.UU. y que reportó que en una investigación interna de abril se descubrió que había falsificado más de USD 300 millones en ventas.

En el frente tecnológico, Estados Unidos ha tomado una serie de acciones en las últimas semanas dirigidas a las amenazas de seguridad planteadas por las empresas chinas.

Recientemente endureció las restricciones al gigante chino de telecomunicaciones Huaewi al impedir que la compañía pueda adquirir, de fabricantes de chips globales, semiconductores cruciales que alimentan sus teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones.

El 22 de mayo, el departamento de comercio puso en la lista negra a 24 compañías y organismos gubernamentales chinos por sus vínculos con el desarrollo de armas para el ejército chino. A principios de abril, el departamento publicó reglas para dificultar que las compañías estadounidenses exportaran ciertos tipos de tecnología avanzada a China que podrían ayudar a sus fuerzas armadas, incluso si los artículos son para uso civil.

Kazianis dijo que la administración será más dura con el régimen antes de las elecciones presidenciales de 2020, dado que China será uno de los principales temas en la campaña de Trump.

«Creo que va a culpar legítimamente a China del daño económico que se le ha hecho a este país», dijo Kazianis, refiriéndose al papel del régimen en causar la propagación global del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como el nuevo coronavirus. «Y creo que muchos estadounidenses van a creerlo».


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