Las autoridades estadounidenses están trabajando para prevenir un brote del nuevo coronavirus fuera de China, dijo el viernes el jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), ya que Estados Unidos dijo que está dispuesto a gastar hasta 100 millones de dólares para ayudar a China y a otros países afectados.
«Puedo decir que estamos en una estrecha vigilancia alrededor del mundo: ¿Hay otro país que empiece a tener lo que llamamos transmisión sostenida de humano a humano?», dijo el Dr. Robert Redfield, director del CDC, en una conferencia de prensa en Washington.
Hubo casos aislados en unas dos docenas de países fuera de China, incluyendo Estados Unidos, Alemania y Australia, así como una transmisión ocasional de humano a humano.
«Lo que realmente se busca es cuando se produce una transmisión sostenida de persona a persona dentro de la comunidad, y obviamente estar atentos a dónde ocurre y luego tratar de lograr el esfuerzo colectivo de la comunidad de salud pública del mundo para tratar de prevenir una segunda China ahora mismo mientras tratamos de ayudar a China a contener el brote que tienen actualmente», dijo Redfield.
La gran mayoría de los casos se produjeron dentro de China, donde el nuevo virus se originó a partir de una fuente aún no confirmada en diciembre de 2019. Sin embargo, países de todo el mundo, incluidos muchos que no tienen casos confirmados, adoptaron una amplia gama de medidas, entre ellas prohibir la entrada de viajeros a China e impedir que los cruceros arriben a los puertos.
Cuando se les pidió una predicción sobre lo que podría suceder en el futuro, los funcionarios de salud del Grupo de Trabajo sobre el coronavirus del presidente Donald Trump dijeron que simplemente había demasiadas incógnitas.
El mejor escenario sería que los chinos contuvieran el virus con éxito, que no hubiera más siembras en áreas fuera de China y que no hubiera una transmisión sostenida en las partes del mundo con casos relacionados con los viajes, dijo el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas.
«Lo que podría suceder —que no sabemos, y es la razón por la que no predecimos— es… no lo controlan muy bien, o lo hacen pero se siembra en un país que no tiene los recursos para poder hacer el tipo de identificación, rastreo de contactos y aislamiento».
Los funcionarios de EE.UU. se preparan para el peor de los casos mientras esperan el mejor, añadió.
Redfield pareció ser el primer funcionario estadounidense en confirmar la transmisión asintomática del virus cuando habló de tener confianza en el CDC de China, pero aún creyendo que las cifras publicadas por el Partido Comunista Chino no reflejan el verdadero impacto del virus. Está «muy claro» que las personas que no muestran síntomas «pueden, de hecho, transmitir el virus», dijo Redfield.
Redfield cree que el desafío está en entender mejor cómo funciona el espectro de esta enfermedad. «Parece que realmente se puede tener esta infección y no tener síntomas», dijo.
China está estudiando casos en los que la persona estaba lo suficientemente enferma como para ir a un hospital, pero «ha habido una mirada muy poco amplia del espectro de esto para ver cuántas personas están realmente infectadas», añadió. «No creemos que el alcance total de este brote se haya definido a través del espectro de la enfermedad sintomática y asintomática».
La conferencia de prensa se produjo cuando el gobierno de EE.UU. dijo que estaba dispuesto a gastar hasta 100 millones de dólares para ayudar a China y otros países afectados.
«Este compromiso —junto con los cientos de millones generosamente donados por el sector privado estadounidense, demuestra el fuerte liderazgo de Estados Unidos en respuesta al brote», dijo el secretario de Estado Pompeo en una declaración.
El Departamento de Estado dijo que ha facilitado el transporte de casi 17.8 toneladas de suministros médicos donados al pueblo chino, incluyendo máscaras, batas, gasas, respiradores y otros materiales vitales.
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