Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados occidentales anunciaron el sábado que excluirán a ciertos bancos rusos del sistema de pagos internacionales SWIFT, y que impondrán restricciones al Banco Central de Rusia, como represalia por el ataque ruso a Ucrania.
Miles de bancos, así como instituciones financieras de todo el mundo, utilizan el sistema SWIFT para liquidar pagos transfronterizos. SWIFT, la «Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales», utilizada por más de 11,000 instituciones financieras en más de 200 países, se considera crucial para la financiación del comercio internacional.
En una declaración conjunta, Estados Unidos y la UE, así como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Canadá, «se comprometen a garantizar la retirada de determinados bancos rusos del sistema de mensajería SWIFT».
«Esto garantizará la desconexión de estos bancos del sistema financiero internacional y perjudicará su capacidad para operar a nivel mundial».
También se comprometen a «imponer medidas restrictivas que impidan al Banco Central ruso desplegar sus reservas internacionales de forma que se socave el impacto de nuestras sanciones».
Las medidas pretenden aislar aún más a Rusia del sistema financiero internacional, dijeron.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo a los periodistas el sábado que dejar a los bancos rusos fuera de SWIFT «perjudicará su capacidad de operar a nivel mundial».
La exclusión de los bancos de la principal red de pagos internacionales del mundo «no imposibilita las transacciones», pero las hará «mucho más difíciles», dijo a Reuters Paul Marquardt, abogado del bufete internacional Davis Polk. «Las hace mucho más difíciles: ser expulsado de SWIFT aumentaría significativamente los costes de las transacciones», dijo.
En otra medida, Estados Unidos y sus aliados también limitarán la venta de la ciudadanía que permite a los rusos vinculados al gobierno ruso convertirse en ciudadanos de sus países, para evitar que accedan a los sistemas financieros de éstos.
Además, el grupo pondrá en marcha un «grupo de trabajo transatlántico» para garantizar que todas las sanciones financieras que han impuesto a Rusia se apliquen efectivamente, incluso identificando y congelando los activos de las personas y entidades sancionadas dentro de las jurisdicciones de los aliados.
«Por último, intensificaremos o coordinación contra la desinformación y otras formas de guerra híbrida».
Las medidas se aplicarán en los próximos días, dijeron las naciones en una declaración conjunta, y también prometieron más acciones por venir.
La última ofensiva se produjo después de que el Tesoro de EE.UU. anunciara el jueves que tenía como objetivo «la infraestructura central del sistema financiero ruso», que incluye los dos mayores bancos del país: el Sberbank y el VTB, respaldados por el Estado.
El Tesoro también bloqueó otras tres importantes instituciones financieras rusas: Otkritie, Novikombank y Sovcombank, así como a las élites rusas, incluidas las familias cercanas al presidente ruso Vladimir Putin y algunos altos ejecutivos de bancos estatales.
Estados Unidos anunció el viernes sanciones contra Putin y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, así como contra otros miembros del Consejo de Seguridad de Rusia. La UE, Reino Unido y Canadá también anunciaron sanciones similares.
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