El Departamento de Estado ofreció el 5 de agosto una recompensa de 10 millones de dólares a quien identifique o localice a los hackers que trabajen para gobiernos extranjeros para interferir en las elecciones de Estados Unidos.
Estados Unidos está buscando específicamente información sobre personas que puedan haber violado la Ley sobre el Fraude y el Abuso Informático al tener como objetivo las elecciones locales estatales o federales. El abogado especial Robert Mueller acusó a 12 ciudadanos rusos en 2018 de violaciones al mismo estatuto en relación con el robo y la divulgación de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata.
«La capacidad de las personas, así como de las potencias extranjeras de interferir en o socavar la confianza pública en las elecciones de Estados Unidos, incluyendo a través del acceso no autorizado a la infraestructura electoral y de campaña, constituye una inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos», señala el anuncio de recompensa, haciendo referencia una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en septiembre de 2018.
La comunidad de inteligencia de Estados Unidos estimó en enero de 2017 que Rusia intervino en las elecciones presidenciales de 2016.
El Departamento de Estado emitió el anuncio de recompensa de 10 millones de dólares a menos de tres meses de las elecciones federales del 3 de noviembre. China, Rusia e Irán están trabajando activamente para socavar la elección, dijo el jefe de contrainteligencia de EE. UU. el 24 de julio.
La recompensa es gestionada por el programa de Recompensas por la Justicia, el cual ha entregado más de 150 millones de dólares a más de 100 personas en todo el mundo que proporcionaron información para llevar a terroristas ante la justicia y proteger la seguridad nacional.
El mismo día, el Departamento de Estado publicó un informe sobre uno de los pilares de los actuales esfuerzos de interferencia electoral de Rusia. El informe detalla que Moscú utiliza sitios web proxy para empujar desinformación y propaganda.
«El Kremlin invierte de manera masiva en sus canales de propaganda. Sus servicios de inteligencia y proxies llevan a cabo actividades cibernéticas malintencionadas para apoyar sus esfuerzos de desinformación. Y hace uso de medios de comunicación que se hacen pasar por sitios de noticias o instituciones de investigación para difundir narrativas falsas y engañosas», dijo la enviada especial de EE. UU. para el Centro de Participación Global, Lea Gabrielle, a los periodistas en una conferencia sobre el informe.
Además de promover desinformación sobre el COVID-19 y contenido a favor de Rusia, Moscú utiliza sitios web proxy para promover narrativas a favor del Partido Comunista Chino, encontró el informe.
«Beijing también a hecho lo mismo que Rusia, haciendo uso de sitios web de conspiración y canales representantes para impulsar desinformación y propaganda con la meta de socavar las reglas e instituciones democráticas», dijo Gabrielle.
«La amenaza de la desinformación tanto de China como de Rusia es real y peligrosa. Los gobiernos autoritarios buscan manipular los ámbitos de información libre y abiertos».
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