La alta ejecutiva de publicidad de Budweiser que estuvo detrás de la controvertida campaña transgénero de Bud Light ha pedido un permiso para ausentarse y otro ejecutivo ha asumido sus funciones.
Alissa Heinerscheid, vicepresidenta de marketing de Bud Light desde hace casi un año, ha pedido una licencia, según Beer Business Daily.
Heinerscheid, que supervisó la polémica asociación de Bud Light con el activista transexual Dylan Mulvaney, será sustituida por el vicepresidente de marketing global de Budweiser, Todd Allen, según AdAge.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Anheuser-Busch para pedirle comentarios sobre el permiso de Heinersheid y si será permanente, pero no ha recibido respuesta antes de la publicación de este artículo.
La noticia llega en medio de las consecuencias de la asociación de Bud Light con Mulvaney, un hombre que se identifica como mujer y que saltó a la fama por relatar una transición que Mulvaney ha bautizado como «365 días de feminidad».
El colofón de esta transición fue una campaña de marketing que incluía el rostro de Mulvaney en latas de Bud Light hechas a medida.
Mulvaney, que tiene más de 10 millones de seguidores en TikTok, posteó una serie de videos publicitando Bud Light y mostrando la lata personalizada, lo que desató la indignación entre los conservadores, algunos de los cuales acusaron a la marca de promover la agenda transgénero y pidieron un boicot.
El cantante Kid Rock utilizó latas de Bud Light como tiro al blanco para expresar su enfado por la campaña promocional, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que boicotearía Bud Light.
El boicot parece estar surtiendo efecto, ya que, según los analistas, las ventas de la cerveza disminuyeron en la primera semana del boicot liderado por los conservadores.
«Vestigio»
Heinerscheid fue contratada en junio de 2022 y se le encargó renovar la imagen de marca de Bud Light.
Un día antes de que Mulvaney anunciara la asociación con Bud Light, Heinerscheid dijo en una entrevista en el podcast «Make Yourself At Home» que buscaba transformar la marca de «fraternal» y «anticuada» a más inclusiva.
«Soy una mujer de negocios, tenía un trabajo muy claro que hacer cuando me hice cargo de Bud Light, y era: ‘Esta marca está en declive, ha estado en declive durante mucho tiempo, y si no atraemos a jóvenes bebedores para que vengan a beber esta marca, no habrá futuro para Bud Light'», dijo.
Heinerscheid añadió que cree que para que la marca evolucione, debe incorporar la «inclusividad» y eso significa «tener una campaña que sea realmente inclusiva, y que se sienta más ligera y brillante y diferente».
«Teníamos este vestigio, es decir, Bud Light había sido una marca de humor fraternal, un poco anticuada, y era realmente importante que tuviéramos otro enfoque», añadió.
Tras el lanzamiento de la campaña en la que participaba Mulvaney, el valor de mercado de Anheuser-Busch se desplomó en más de 5000 millones de dólares.
«Discusión que divide a la gente»
En medio de la reacción, un portavoz de Anheuser-Busch defendió la asociación con Mulvaney en una declaración a Fox News.
«Anheuser Busch trabaja con cientos de influencers de todas nuestras marcas como una de las muchas maneras de conectar auténticamente con el público en diversos grupos demográficos y puntos de pasión», dijo un portavoz de la compañía al medio.
«De vez en cuando, producimos latas conmemorativas únicas para los fans y para los influencers de la marca, como Dylan Mulvaney. Esta lata conmemorativa fue un regalo para celebrar un hito personal y no está a la venta para el público en general».
El director ejecutivo de Anheuser-Busch, Brendan Whitworth, emitió un comunicado el 14 de abril en el que abordaba la polémica.
Whitworth dijo que la compañía «nunca tuvo la intención de ser parte de una discusión que divide a la gente», pero se abstuvo de mencionar explícitamente a Mulvaney o la campaña.
«Estamos en el negocio de unir a la gente en torno a una cerveza», dijo Whitworth, añadiendo que es responsable de «asegurar que cada consumidor se sienta orgulloso de la cerveza que elaboramos».
Posteriormente, Anheuser-Busch posteó en las redes sociales un anuncio patriótico en el que aparecían banderas estadounidenses y lugares emblemáticos.
El anuncio fue recibido con una respuesta crítica por parte de muchos usuarios en línea, algunos de los cuales lo enmarcaron como un intento hipócrita de recuperar a los conservadores indignados por la asociación de Mulvaney.
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