Ejemplo de Hong Kong se cierne sobre la elección de Taiwán

Por Roger L. Simon
09 de enero de 2020 8:40 PM Actualizado: 09 de enero de 2020 8:40 PM

Comentario

SOBRE EL PACÍFICO OCCIDENTAL — Taiwán celebrará sus elecciones presidenciales el 11 de enero.

¿Debería usted, el lector estadounidense, estar interesado?

Las elecciones se celebran en todas partes, o casi en todas partes. Y tenemos tenemos toda una serie de inquietudes inminentes: el impeachment, Irán, las próximas elecciones y las primarias, y el próximo armagedón climático que supuestamente está a punto de destruir la vida tal como la conocemos, y el cuidado de la salud, sin mencionar la libre elección de escuelas y el misterio de Jeffrey Epstein y todos esos baches y mucho más…

Bueno, lo siento, puede añadir Taiwán a su libro de preocupaciones.

La razón: China.

No necesita que yo le diga que China es la preocupación número uno y que cada elección en Taiwán es principalmente (hay otros temas, por supuesto) acerca de si ellos —una próspera democracia capitalista— se dejarán engullir por el monstruo comunista a sólo unas pocas millas acuáticas hacia el oeste.

Sin embargo, no es precisamente, debido al consenso en la isla, según me han dicho, que no quieren fusionarse con la República Popular. Justamente algunas personas hacen negocios con sus vecinos —de hecho, mucha gente y muchos negocios. Es difícil de resistirse, por lo que algunas personas encuentran ventajoso un vínculo más estrecho.

Lo que nos lleva a la razón número dos, alias el elefante en la habitación: Hong Kong

Todos sabemos lo que ha estado sucediendo allí —manifestaciones de protesta sin parar física y emocionalmente demandando preservar su autonomía de China. Esto sería bajo la estructura de «un país, dos sistemas», acordada cuando los británicos se fueron; una estructura que, por cierto, el líder de China Xi Jinping ofreció recientemente a Taiwán como «incentivo» para subir a bordo.

Algún incentivo. Lo que está sucediendo en las calles de Hong Kong, así como la oferta de Xi, si pueden llamarlo así, han ayudado a que la presidenta en funciones, Tsai Ing-wen, sea la favorita para la reelección, a pesar de haber seguido las encuestas hasta hace poco y su partido: el DPP, habiendo tenido un mal desempeño en (nuevamente, las recientes) elecciones. Tsai quiere mantenerse lo más lejos posible de la República Popular China y el electorado parece estar de acuerdo—o eso también me dicen. (Su principal oposición es el alcalde de Kaoshiung, Han, miembro del antiguo partido Kuomintang).

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen y el exprimer ministro William Lai
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen (2º Izq.) y el exprimer ministro William Lai (Der.) muestran un certificado después de registrarse como candidatos presidenciales y vicepresidenciales para las próximas elecciones en el Comité Central de Elecciones en Taipei el 19 de noviembre de 2019. (Sam Yeh/AFP a través de Getty Images)

¿Soy un experto en Taiwán escribiendo esto?

No, en absoluto. ¡Lo más cerca que he estado de Taiwán es visitando la República Popular China en una «gira de activismo» en 1979! Yo era una persona diferente en ese entonces —más de izquierda— y la RPC era un lugar diferente, superficialmente de todos modos. Todos estaban vestidos con trajes de Mao y la gente, que nunca antes había visto occidentales, nos seguía por las calles, a veces en multitudes de hasta trescientas personas.

El único otro grupo de extranjeros en China en ese momento era el equipo etíope de voleibol. Nos topábamos con ellos —supuestamente de manera casual en nuestra gira, que estaba muy bien gestionada— en lugares desde la Gran Muralla a una fábrica en Manchuria.

Tempus fugit. Ya no soy nada parecido a un izquierdista y estoy escribiendo esto en un vuelo desde Los Ángeles a una hora de Taipei, donde seré miembro de una pequeña delegación de Estados Unidos para observar su elección. No hace falta decir que es un honor y estoy muy emocionado.

No puedo garantizar ni remotamente que aprenderé mucho en unos pocos días, pero ustedes tendrán la buena o mala fortuna de oírlo. Más pronto.

Roger L. Simon es analista político principal de The Epoch Times.

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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