Al igual que otros estadounidenses, los soldados están fabricando sus propias protecciones faciales con camisetas y bufandas para frenar la expansión de COVID-19 mientras se adaptan a la nueva política militar.
Sin embargo, los soldados que desean complementar su uniforme de combate con un cubrimiento facial de camuflaje tienen un problema: no pueden cortar y adaptar el material de su ropa de combate porque este está tratado con productos químicos especiales.
El Ejército comunicó ahora que planea producir mascarillas oficiales más de acuerdo con el aspecto profesional del servicio, que cumplan con la guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre las coberturas faciales.
«Vamos a conseguirles las mascarillas», dijo el sargento mayor del Ejército, Michael Grinston, alistado en el servicio de alto nivel. «A corto plazo, les conseguiremos algo negro o de camuflaje para que se pongan».
Grinston habló en una sesión de Facebook en vivo en el Ayuntamiento, junto con los jefes militares y civiles del Ejército.
El Jefe del Estado Mayor del Ejército, James McConville, aseguró que esperaba tener las máscaras no quirúrgicas en una semana.
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McConville enfatizó que no querían soldados usando uniformes de camuflaje.
«Nuestros uniformes son tratados con químicos por varias razones, por lo que no queremos que la gente use estos uniformes y los ponga cerca de su cara», dijo McConville.
Los funcionarios enfatizaron que las máscaras no serían quirúrgicas, y que todas las máscaras quirúrgicas estándar deberían ser apartadas para uso médico.
Los líderes de las unidades pueden decidir el color de sus máscaras en acuerdo con los oficiales del ejército.
Grinston señaló además que las máscaras caseras deben tener un aspecto lo más profesional posible. «Usted tendrá una… polaina de cuello negra, marrón, algún tipo de bufanda, eso está bien», dijo. «Use el sentido común. No quiero ver ningún cráneo o huesos atravesando su cara, tal vez un marrón o algo que parezca algo profesional».
A principios de esta semana el Pentágono ordenó que todo el personal militar debe usar coberturas faciales improvisadas, según las directrices públicas del CDC, si es que necesitan trabajar más cerca unos de otros que los 6 pies de «distanciamiento social».
«Con efecto inmediato, en la medida de lo posible, todos los individuos en las propiedades, instalaciones y establecimientos del DoD [Departamento de Defensa] llevarán cubiertas de tela para la cara cuando no puedan mantener 6 pies de distanciamiento social en áreas públicas o centros de trabajo», establece el memorando oficial (pdf), que se hizo público el 6 de abril.
Las nuevas directrices se aplican a todo el personal militar, empleados civiles, familiares, contratistas y todas las demás personas en las instalaciones del Departamento de Defensa. No se aplican a las casas de los miembros del servicio o a sus familiares que se encuentran en instalaciones militares.
Los soldados están autorizados a usar «la polaina para el cuello y otros artículos de tela, como pañuelos y bufandas, como cubiertas para la cara», de acuerdo con la guía.
El 4 de abril, los CDC recomendaron que todos los estadounidenses comenzaran a usar cubiertas de tela para la cara en lugares públicos. El objetivo de los protectores faciales es impedir que el usuario propague involuntariamente el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Cada departamento proporcionará una guía más detallada para sus miembros del servicio, indicó el Pentágono.
«Como medida provisional, se anima a todas las personas a que se cubran la cara con artículos de uso doméstico o materiales comunes, como camisetas limpias u otros paños limpios que puedan cubrir la zona de la nariz y la boca».
El Departamento de Defensa informó que no entregará equipos de protección personal como respiradores N95 o mascarillas quirúrgicas «ya que estos se reservarán para el personal apropiado».
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