Votantes de los partidos Demócrata y Republicano dijeron a The Epoch Times que la opinión de un candidato presidencial sobre el aborto desempeñará un papel fundamental a la hora de decidir a quién votarán en 2024.
«Creo que todos los estados deberían tener la ‘norma de Florida'», dijo a The Epoch Times Mimi Rodgers, residente en Virginia y votante republicana. «Seis semanas para que cualquier mujer pueda decidir si un aborto es lo correcto para ella y para el alma no nacida que lleva dentro».
Los votantes demócratas opinan lo contrario.
«Número uno, necesitamos codificar Roe contra Wade en el Congreso, ya que los trumpistas de la Corte Suprema nos lo robaron», dijo Rachel Rodriguez, de Pensilvania, a The Epoch Times. «Y número dos, necesitamos excepciones, ¿cómo puedes decirle a una mujer violada que tiene que tener el bebé de su agresor?».
El debate se ha vuelto más acalorado, sobre todo dentro del Partido Republicano, después de que el expresidente Donald Trump hiciera comentarios sobre el aborto durante una entrevista con la NBC en la que acusó a miembros de su propio partido de «hablar con muy poca elocuencia sobre el tema», y dijo que tenían que dejar de impulsar prohibiciones del aborto sin excepciones (en casos de violación, incesto y salud de la madre).
«Veo algunos sin las excepciones, etcétera, etcétera», dijo el presidente Trump. «Dije: ‘Aparte de ciertas partes del país, no puedes… no vas a ganar en este tema. Pero ganarás en este asunto cuando propongas el número adecuado de semanas».
El analista político Jared Leopold declaró a The Epoch Times que las «vacilaciones» del presidente Trump sobre la cuestión del aborto están dando pie a ataques de la izquierda y la derecha.
«Donald Trump no puede reescribir la historia ni sus propias palabras. Está grabado presumiendo de ser el presidente que acabó con Roe contra Wade y apoyando las prohibiciones federales del aborto. Sus recientes vacilaciones demuestran que sabe que tiene un problema por ser demasiado de extrema derecha para el país en materia de aborto, y también abre un flanco para que los republicanos l ataquen desde la derecha», afirmó.
Trump en Iowa
El presidente Trump tiene previsto hablar el miércoles en un acto en Dubuque, Iowa, estado que ha impuesto una prohibición del aborto de seis semanas. Ya se ha enfrentado a algunas reacciones por sus comentarios sobre el aborto, concretamente contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de quien el presidente Trump dijo que cometió un «terrible error» al promulgar la prohibición estatal del aborto a las seis semanas y que podría haber creado una opción mejor trabajando con demócratas y republicanos.
«Nunca es ‘algo terrible’ proteger la vida inocente. Estoy orgullosa del proyecto de ley sobre el latido cardíaco fetal que la legislatura de Iowa aprobó y yo firmé en 2018 y de nuevo a principios de este año», publicó la gobernadora de Iowa, la republicana Kim Reynolds, en X, antes conocido como Twitter.
La campaña de DeSantis también se apresuró a saltar sobre los comentarios del presidente Trump, enviando un comunicado de prensa con varias declaraciones de líderes conservadores del estado de Hawkeye que criticaban las declaraciones del presidente.
«Los comentarios de Trump son una bofetada a los habitantes de Iowa y a todo el movimiento provida. Nunca debemos transigir con los demócratas en la protección de la vida. Trump debería estar preparado para escuchar a los habitantes de Iowa sobre sus horribles comentarios durante el resto de la campaña», afirmó el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de Iowa, Matt Windschitl, en el comunicado.
Posteriormente, el expresidente ha aclarado sus comentarios sobre Truth Social en un posteo en el que afirmaba:
«Pude hacer algo que nadie creía posible: acabar con Roe contra Wade. Durante 52 años, la gente habló, gastó grandes cantidades de dinero, pero no pudo hacer el trabajo. ¡Yo lo conseguí! Gracias a los tres grandes jueces de la Corte Suprema que nombré, esta cuestión ha vuelto a los estados, donde todos los juristas, de ambos bandos, consideraban que debía estar».
Iowa sigue siendo un importante campo de pruebas para los republicanos que aspiran a la presidencia, ya que celebrará sus primeras asambleas electorales para el GOP el 15 de enero de 2024. El presidente Trump no ha visitado el estado con tanta frecuencia como otros candidatos presidenciales republicanos hasta ahora, y el estratega republicano Brian Seitchik dijo a The Epoch Times que eso podría deberse a que el presidente Trump ya siente que tiene atada la nominación.
«El presidente Trump está intentando tenerlo todo. Se enorgullece de haber nombrado a tres jueces conservadores para la Corte Suprema, lo que condujo a la decisión Dobbs y al evidente cambio de las leyes sobre el aborto en todo el país», dijo Seitchik. «Al mismo tiempo, parece seguro que está mirando más allá de las primarias y ya en modo elecciones generales, donde sabe que la cuestión del aborto podría ser un problema potencial para las mujeres suburbanas con educación universitaria».
DeSantis y otros rivales del presidente Trump asistieron el fin de semana al banquete anual de la Coalición Fe y Libertad de Iowa, en un intento de influir en los votantes evangélicos. Fue un acto al que no asistió el presidente Trump, quien, en cambio, se dirigió el viernes pasado al Comité de Acción Legislativa de Mujeres Preocupadas por América en Washington D.C., en la conferencia anual Pray Vote Stand del Family Research Council y FRC Action.
Próximo gran campo de batalla para el aborto: Virginia
En Virginia —donde se eligen todos los escaños de la Cámara de Representantes y del Senado y el viernes comienza la votación anticipada— se ha desarrollado este año una de las mayores luchas en torno al aborto.
Las elecciones de los años impares en la Commonwealth suelen ser un indicador del estado de ánimo nacional de cara a los grandes años electorales y ofrecen a ambos partidos la oportunidad de poner a prueba las estrategias de campaña, los mensajes y la política de cara a las contiendas de 2024 para la presidencia, el Congreso y otros cargos.
El gobernador Glenn Youngkin (republicano) —cuyo intento de prohibir el aborto después de las 15 semanas de embarazo fue bloqueado por el Senado, controlado por los demócratas— ha prometido volver a intentarlo si el Partido Republicano consigue el control total del estado.
Los demócratas confían en que el tema del aborto les lleve a la victoria, al igual que ocurrió en las elecciones legislativas de 2022 y en las anteriores contiendas de este año.
«Mientras Trump y sus compañeros republicanos se señalan con el dedo, la realidad es que los votantes saben que son el partido de arrebatar libertades y restringir el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones médicas privadas», declaró a The Epoch Times el subdirector de Comunicaciones de la Asociación de Gobernadores Demócratas (DGA), Sam Newton. «[Esto incluye] prohibiciones extremistas que proscriben las excepciones para casos de violación e incesto».
E incluso consultores políticos republicanos como Seitchik afirman que éste podría ser un tema ganador a nivel estatal.
«Los demócratas llevan décadas intentando utilizar este tema y no han tenido éxito hasta la decisión sobre Dobbs… Los republicanos estaban mucho más motivados en el tema del aborto. Los demócratas llevan décadas diciendo que si los republicanos consiguen el control, van a quitar el aborto y, francamente, cayó en saco roto», dijo. «La ventaja era para los republicanos. Creo que hemos visto algún cambio en eso desde la decisión Dobbs. Y eso les ha costado a los republicanos cierto apoyo entre esos votantes suburbanos con educación universitaria y, en muchos sentidos, ha activado a los votantes jóvenes que son sensibles al aborto».
Con información de The Associated Press.
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