Muchos de nosotros nos centramos (con razón) en cuidar de nuestra salud, comer alimentos integrales nutritivos y tratar de estar activos, mientras meditamos, usamos el hilo dental y nos tomamos tiempo para desconectarnos de los dispositivos.
Estos son actos maravillosos de autocuidado, y son necesarios e importantes. Pero hay un acto de autocuidado que se descuida mucho, y que podría ser incluso más importante que todos los demás: la práctica de amarse a uno mismo.
De hecho, se descuida tanto que cuando menciono «amarse a sí mismo», mucha gente no sabe lo que significa. Muchos de nosotros nunca lo hemos hecho conscientemente. Si lo hemos hecho, es tan raro que es un recuerdo olvidado. Pero creo que deberíamos hacerlo a lo largo del día, como intentar beber 8 vasos de agua. Deberíamos darnos al menos 8 dosis de amor a nosotros mismos todos los días.
¿Qué es este «amor propio»? Imagínese derramar el amor de su corazón por alguien a quien quiere mucho: ¿qué sentiría? Ahora intente hacer lo mismo por sí mismo. Eso es el amor propio, y es un concepto completamente extraño para la gran mayoría de las personas.
Por qué es tan importante
Asesoro a varias personas, individualmente y en grupos pequeños y grandes, y casi todos los que conozco son duros consigo mismos de alguna manera. Se causan a sí mismos estrés y dolor. Se decepcionan, se enfadan consigo mismos y se sienten constantemente incompetentes.
Creo que la mayoría podemos encontrar estas tendencias en nosotros mismos, es algo a lo que la mayoría de nosotros nos enfrentamos todos los días.
Nos estresamos ante la incertidumbre porque creemos que no somos lo suficientemente buenos para afrontarla, no confiamos en nosotros mismos para mantener algo, porque nos hemos formado una imagen muy mala de nosotros mismos a lo largo de los años. Nos enfadamos con nosotros mismos por comer demasiado, beber demasiado, estropear una situación social, distraernos y ver demasiados vídeos o jugar demasiado. No nos gusta nuestro aspecto, ni quiénes somos, ni cómo actuamos, en demasiados aspectos.
Esto afecta a todo en nuestra vida; nos hace estar más estresados, menos felices, ansiosos, deprimidos y atascados; nos lleva a dejar las cosas para más tarde, a tener relaciones infelices, a perder la concentración y a buscar consuelo en los lugares equivocados, como los alimentos reconfortantes, las compras y, a veces, incluso la adicción. Buscamos alivio para el estrés y el dolor de ser quienes somos.
Pero darnos amor puede empezar a curar todo esto, genera un cambio. Con más amor propio, podemos afrontar mejor la incertidumbre, el caos y las dificultades de una forma mucho más resistente. Darnos amor a nosotros mismos es un acto de autocuidado tan importante y, sin embargo, rara vez se hace.
Cómo darnos amor a nosotros mismos
Establezca recordatorios para sí mismo, dondequiera que vaya. Poner recordatorios en la nevera, en el ordenador, en el teléfono, en el espejo del baño, en el auto, en el escritorio, cerca de la televisión. Los recordatorios solo tienen que tener muy pocas palabras: «Ámate a ti mismo». Cuando vea el recordatorio, el acto es muy sencillo (aunque a la mayoría de la gente todavía no le resulte natural: dele tiempo):
- Haga una pausa y perciba el estrés, el dolor, las dudas, la ira, la frustración o la ansiedad que puedas sentir. Permítase sentirlo realmente, físicamente en su cuerpo, durante unos momentos. Está bien sentirlo.
- Ahora dese el bálsamo del amor. Por muy raro o tonto que parezca, inténtelo. Imagine primero que está enviando amor a alguien a quien quiere mucho: su hijo, sus padres, su mejor amigo. Imagine que están pasando por una dificultad y envíe amor desde su corazón al suyo, con la esperanza de que mejoren. Observe cómo se siente en su corazón. Ahora inténtelo para sí, generando el mismo sentimiento en su corazón, pero enviándolo a sí mismo.
- Sienta el amor como un bálsamo curativo. No importa lo poco que sea capaz de generar, sienta cómo se envuelve el estrés, el dolor, la ira y la duda. Siéntalo como un líquido espeso y almibarado que alivia el dolor. Permítete recibir este amor como el amor que ha estado anhelando.
Es así de sencillo. Sólo lleva unos momentos: sienta su estrés y su dolor, envíale amor, permítase sentirlo. Hágalo ocho veces al día. O una docena, si puede. Necesita esta atención. No se lo niegue más.
Leo Babauta es autor de seis libros, escritor de «Zen Habits», un blog con más de 2 millones de suscriptores, y creador de varios programas online para ayudarle a dominar sus hábitos.Visite ZenHabits.net
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