Opinión
Por revelar lo que sabía sobre la muy inusual vigilancia al equipo de transición de un recién electo presidente, el representante Devin Nunes (republicano por California) fue forzado a renunciar a su puesto como presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara mientras era investigado.
Luego de ser absuelto de la acusación de haber filtrado información clasificada y luego de que se le restituyó la presidencia, la gente en la política y los medios noticiosos salieron a destruirlo a él y a su familia ya que obstinadamente continuó investigando el escándalo político más grande de la historia moderna.
Por más de tres años, las altas élites políticas de este país insistieron en que él hablaba de locas teorías conspirativas, que era un ladrón, o incluso un traidor a este país y una herramienta de los rusos.
Sin embargo, él persistió.
Al final, tal como siempre tuvo fe en que sucediera, la reivindicación llegó para Nunes.
Nunes ha sido congresista para el distrito 22 de California desde 2003. Presidió el Comité Selecto Permanente sobre Inteligencia de la Cámara (HPSCI) desde 2015 hasta 2018, antes de perder el puesto con el representante Adam Schiff (demócrata por California).
Es seguro decir que no mucha gente en la historia estadounidense ha sido vilipendiada y difamada por decir la verdad sobre asuntos muy serios de gran interés nacional de la manera en que Nunes lo ha sido desde que destapó el escándalo de espionaje con una conferencia de prensa que dio en Washington en marzo de 2017.
En esa impresionante conferencia de prensa, Nunes reveló que miembros del equipo de transición entrante del presidente habían sido espiados por la saliente administración de Obama.
En ese tiempo, eso fue desestimado con éxito mostrando que la vigilancia a la gente de transición de Trump había sido «incidental» y no deliberada.
Mucha gente habría renunciado para entonces y se habría dicho que no valía la pena. A medida que los largos meses pasaran, ellos hubieran dicho que el precio de luchar para obtener la verdad era demasiado que soportar para ellos y su familia.
Pero Devin Nunes no renunció. Él sabía lo que estaba en juego en este escándalo y estaba determinado a llevar luz a pesar de toda la presión.
Nuestro país mismo estaba en juego aquí. Y le agradezco a Dios que un patriota como Devin Nunes estuviera allí para hacer sonar la alarma cuando el destino de nuestra república pendía de un hilo.
Por supuesto, algunos nunca aceptarán la reivindicación de Nunes. El odio y las mentiras han deformado sus mentes. Un ejemplo del nivel de lavado de cerebro que Nunes enfrentó es Wikipedia.
La página actual de Wikipedia sobre Nunes es un gran chiste. La gente que maneja esa página debería avergonzarse de ellos mismos. Si lees ese sitio web, no te podrías dar cuenta de que Nunes ha sido completamente reivindicado en sus aseveraciones sobre lo siguiente:
- No hubo evidencia sobre colusión Trump-Rusia en la elección, en el reporte final del consejero especial Robert Mueller como también demostró el reporte de abuso FISA del inspector general del Departamento de Justicia (DOJ), Michael Horowitz.
- El FBI suprimió evidencia exculpatoria y engañó a la Corte de Vigilancia de Inteligencia Extranjera para que apruebe una orden FISA de espiar, incluyendo tres renovaciones de la orden, sobre el asesor de campaña de Trump, Carter Page. Dos de esas órdenes se han declarado ilegales y las otras dos están bajo revisión. En ningún lado se menciona esto en la página de Wikipedia donde se discute el involucramiento de Nunes con el asunto de las FISA.
- Hubo de hecho pedido de desenmascarar, por parte de funcionarios de la administración Obama, al entrante asesor en seguridad nacional, Michael Flynn, y quizás también otros funcionarios en el equipo de transición de Trump. El director actuante de la Inteligencia Nacional (ODNI), Richard Grenell, publicó la semana pasada una lista de funcionarios específicos involucrados en desenmascarar a Flynn.
En la última semana, mucha de la atención en D.C. en relación al escándalo SpyGate giró en torno a la desclasificación de Grenell y liberó al público una lista de cuáles funcionarios particulares de la administración Obama pidieron desenmascarar a Flynn.
Bien, esto es lo que sospecho que pasó: la administración Obama no solo estaba espiando y desenmascarando las comunicaciones electrónicas de Flynn sino también de otros miembros del equipo de transición de Trump. No creo que Nunes llamó a una conferencia de prensa solo porque se mostró que Flynn conversaba con Kislyak.
¿Recuerdas quién estaba en ese equipo de transición de Trump?
Nunes estaba, también Jeff Sessions, Jared Kushner, Mike Pence, Rudy Giuliani, Donald Trump Jr., Ivanka Trump y Eric Trump.
Y por supuesto, Donald J. Trump mismo.
Parece cada vez más como si los funcionarios de Obama no solo estaban espiando al asesor de seguridad nacional entrante de Trump, sino también interceptando y desenmascarando las comunicaciones del entrante fiscal general y presidente del HPSCI—un representante que también es miembro de la Banda de los Ocho.
Nunes enfatizó cuando reveló el desenmascaramiento que estaba sucediendo, que en ningún lugar de las transcripciones el equipo de transición hablaba a rusos o discutía sobre Rusia, políticas extranjeras, o asuntos relacionados con la inteligencia. ¿Por qué entonces se interceptaban estas comunicaciones, se transcribían, y luego se desenmascaraban por funcionarios de alto nivel de Obama?
Yo creo que pronto lo sabremos.
Brian Cates es un escritor del sur de Texas y autor de “Nadie me pidió mi opinión… pero aquí está de todos modos”. Se puede contactar con él en Twitter @drawandstrike.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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