¿El biohacking es solo para multimillonarios?

Opinión

El término «biohacking» evoca varias imágenes de ciencia ficción: individuos ricos, aislados de la sociedad, que utilizan tecnología punta para vivir más tiempo. Algunos de estos hackers más eclécticos quieren vivir para siempre. El biohacker más famoso del mundo es Bryan Johnson, un hombre que, literalmente, ambiciona vivir para siempre. ¿Su objetivo final en la vida? No morir.

A sus 46 años, el hombre que gasta 2 millones de dólares al año en su misión de evitar la Parca, empieza el día a las 4.30 de la mañana y come antes de las 11. Todas las noches, sin excepción, se acuesta a las 8.30. Este empresario nacido en Utah lleva una vida solitaria en la que hace ejercicio, sigue una estricta dieta vegetariana, ingiere numerosas pastillas (111 al día) y se somete a interminables pruebas científicas. En una ocasión llegó a intercambiar plasma sanguíneo con su hijo de 17 años.

El biohacking está poblado de personajes como Johnson. Sin embargo, no hace falta ser multimillonario para tener una vida más larga y saludable. Esto se debe a que el «biohacking» consiste simplemente en identificar formas de ayudar al cuerpo a rendir a un nivel superior. El biohacking no consiste sólo en alargar la vida, sino en mejorar la duración de la salud. Después de todo, una persona puede vivir hasta la madura edad de 112 años, pero, durante los últimos 40 o 50 años de su existencia, estar en completa agonía. Hay que tener perspectiva. No solo importa la cantidad de años. Es la calidad de los mismos.

Dicho esto, ¿qué cosas razonablemente sencillas puede hacer usted, lector, para vivir una vida más rica física y mentalmente?

Lo primero y más importante, como demostró claramente un estudio de Harvard realizado hace 85 años, si quieres vivir una vida más larga y feliz, tener un grupo cercano de amigos es imprescindible. Tener una pareja romántica, alguien a quien ames de verdad y que te corresponda, también es de vital importancia. Puedes tomar todas las pastillas del mundo y hacer tantos abdominales como quieras, pero sin las personas adecuadas en tu vida, gran parte de esta actividad podría resultar una pérdida de tiempo. Además de crear un círculo social sólido, hay que establecer un estilo de vida que dé prioridad al sueño, la nutrición adecuada y el ejercicio.

¿Cuánto dormir? Entre 7 y 8 horas por noche, todas las noches, si es posible. Uno de cada tres adultos estadounidenses carece de sueño. Los estudios sugieren que la privación de sueño está asociada a enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Otros estudios sugieren que la pérdida crónica de sueño acelera el proceso de envejecimiento biológico.

En cuanto a la nutrición, muchos de nosotros tenemos necesidades dietéticas muy específicas. Sin embargo, a la hora de juzgar los alimentos «buenos» y «malos», hágase esta pregunta: ¿Es algo que habrían consumido mis antepasados? En otras palabras, nada de alimentos muy procesados. Cuanto más limpia sea tu dieta, más sano te sentirás.

Durante este año, Brea Lofton, dietista diplomada, declaró a Forbes que «una dieta rica en nutrientes, vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales puede proporcionar los elementos básicos para unas células sanas.»

«Los enfoques dietéticos específicos, como las dietas cetogénicas o los regímenes de ayuno», añadió, «también pueden afectar al metabolismo celular y a la producción de energía».

En cuanto al ejercicio, cualquier actividad es mejor que ninguna. Intente hacer al menos 20 minutos de ejercicio cardiovascular intenso (correr, montar en bicicleta, nadar, etc.) tres veces por semana. Pero lo más importante es incluir un entrenamiento de resistencia. Las investigaciones llevadas a cabo por académicos europeos demuestran que el entrenamiento de resistencia puede prevenir activamente -y en algunos casos, incluso invertir- la pérdida de masa muscular que se produce a medida que envejecemos. El envejecimiento saludable y el entrenamiento de resistencia van de la mano.

Junto con el ejercicio, la nutrición y el sueño apropiados, también se aconseja una respiración adecuada. La inmensa mayoría de la población de Estados Unidos y de otros países respira por la boca de forma crónica. La respiración bucal está asociada a toda una serie de problemas de salud, como la apnea obstructiva del sueño, un problema que afecta ya a 39 millones de estadounidenses. La boca se diseñó para comer y hablar, la nariz para oler y respirar. Los cilios, esos diminutos pelos de la nariz, actúan como filtro, eliminando residuos potencialmente peligrosos y garantizando que el aire que entra en el cuerpo sea de mayor calidad. La boca carece de este sistema de filtrado.

Luego, por supuesto, está la cuestión de la luz solar. Si es posible, intente tomar el sol al menos entre 10 y 30 minutos varias veces a la semana, preferiblemente por la mañana. La luz solar matutina ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia de nuestro cuerpo y a mantener un ritmo circadiano equilibrado. La luz solar matutina también ayuda a regular nuestro estado de ánimo y metabolismo.

Por último, date baños fríos. Para que quede claro, no hace falta vivir en Groenlandia para aprovechar las aguas heladas. Basta con un «buen» baño o ducha de agua fría. Un reciente reportaje de Business Insider hablaba del «creciente cuerpo de pruebas científicas que apoya la exposición al frío como truco antienvejecimiento».

La exposición al frío desencadena una oleada de neurotransmisores como la epinefrina y la dopamina, lo que significa que, como mínimo, la persona saldrá de la piscina (o la bañera) sintiéndose mucho más viva y despierta.

Ahí lo tienen. No hace falta vivir como un conejillo de indias humano para tener una existencia más rica y saludable.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.

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