El máximo responsable de la lucha contra la enfermedad en China llegó el jueves a la ciudad oriental de Nanjing, epicentro de un nuevo brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en China, después de que, según se informa, el virus se extendiera a 27 ciudades chinas de 15 provincias en un periodo de nueve días.
Entre las ciudades que han notificado nuevos casos de COVID-19 se encuentran la capital, Beijing, Mianyang, en la provincia suroccidental de Sichuan, y Zhongshan, en la provincia meridional de Guangdong.
«La epidemia en Nanjing está fuera de control y podría extenderse a más provincias a una velocidad y escala incontroladas», dijo el jueves Tang Jingyuan, comentarista de asuntos chinos con sede en EE. UU. a The Epoch Times.
Tang añadió que el mandatario chino Xi Jinping envió a Wang Hesheng, director de la Oficina Nacional de Control y Prevención de Enfermedades, a Nanjing —la capital de la provincia de Jiangsu— para controlar el brote.
Como parte de las medidas, se ha ordenado a todos los residentes de la ciudad de unos 9 millones de habitantes que se hagan al menos dos pruebas de COVID-19 en los últimos nueve días.
El régimen había enviado previamente a Nanjing, el 23 de julio, un equipo de trabajo dirigido por Lei Haichao, quinto vicedirector de la Comisión Nacional de Salud (CNS), y varios epidemiólogos.
La primera infección en Nanjing se anunció el 20 de julio y poco más de una semana después se anunciaron 171 casos. Pero se cree que el total de infecciones es mayor, ya que el régimen chino cuenta a los portadores asintomáticos del virus del PCCh en otra categoría.
La agencia estatal Xinhua dijo el miércoles que la primera infección se ha relacionado con incidencias en el aeropuerto internacional Lukou de Nanjing el 10 de julio, diez días antes de que se diagnosticara el primer paciente.
Xinhua citó a funcionarios de Nanjing diciendo que cualquiera que hubiera pasado por el aeropuerto después de esta fecha tendría un «código sanitario amarillo» en sus celulares, lo que significa que estas personas tienen un riesgo medio de haber sido infectadas y no pueden salir de sus casas durante al menos 14 días hasta que sus códigos cambien a verde.
Brote incontrolable
El aeropuerto de Lukou es un centro de transporte para la zona del delta del río Yangtze. En 2020, el aeropuerto era el duodécimo aeropuerto civil más concurrido del país, con 19.9 millones de pasajeros que habían llegado o salido durante la pandemia, según la Aviación Civil china.
Desde el brote de Nanjing, un número cada vez mayor de ciudades chinas ha anunciado nuevos casos de la variante Delta del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus. La variante Delta, que se cree que es más transmisible que otras versiones, fue identificada por primera vez en la India a finales de 2020.
Según se informa, la secuencia genética de la variante coincide con la del virus del brote de Nanjing.
El miércoles por la noche, la ciudad de Zhangjiajie, en la provincia de Hunan, anunció que varios turistas que asistieron a un espectáculo teatral en la ciudad habían sido diagnosticados con la COVID-19 después de regresar a sus ciudades de origen en diferentes provincias.
Al parecer, el teatro, que atiende a los turistas, no aplicó las normas de distanciamiento social.
«Se considera que más de 2000 espectadores que asistieron a un espectáculo en el Teatro Meili Xiangxi entre las 6 y las 7 de la tarde del 22 de julio tienen un alto riesgo de infección», anunció la ciudad de Zhangjiajie.
El régimen pidió a todos los espectadores que informaran a sus gobiernos locales y que se sometieran a medidas de cuarentena centralizadas.
Se ha informado de que una pareja de Beijing, que visitó Hunan, tiene esta cepa del virus del PCCh.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.