Los legisladores volverán al Capitolio el 11 de diciembre para su última sesión del año con una larga lista de tareas pendientes.
Sólo algunas de estas prioridades —incluida la Ley de Autorización de Gastos de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) y la reautorización de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés)— son de obligado cumplimiento.
Otras, como la financiación del gobierno y la ayuda financiera a Israel y Ucrania, probablemente se dejarán para el año que viene.
Además, se espera que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), someta formalmente a votación la autorización de la investigación de impeachment del presidente Joe Biden.
Esta semana será también la última del expresidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (R-Calif.) en el Congreso, ya que ha anunciado que dimitirá al final de este año legislativo.
Esto es lo que cabe esperar de la ajetreada última semana del Congreso antes de las vacaciones.
La principal prioridad es la NDAA, que, junto con la financiación del gobierno, debe aprobarse cada año. La NDAA especifica el presupuesto anual y los gastos del Pentágono.
En un principio, los republicanos presionaron para que se incluyeran en el paquete varias disposiciones relativas a la guerra cultural. Sin embargo, al agotarse el tiempo para negociar estas cuestiones con el Senado, controlado por los demócratas, estas disposiciones se han eliminado por completo, lo que ha provocado el rechazo de los republicanos de la Cámara de Representantes.
También se incluye en la NDAA una prórroga temporal de la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés), una controvertida autoridad de espionaje que expira a finales de este año.
La Sección 702 permite a los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos espiar a ciudadanos estadounidenses, a veces sin una orden judicial, y se ha descubierto que se ha abusado de ella varias veces desde su última reautorización en 2018.
La decisión de Johnson de incluir la extensión de FISA en la NDAA ha causado controversia entre los críticos del programa en la Cámara, que quieren reformas más integrales, incluido un requisito general de órdenes judiciales para espiar a los estadounidenses.
Sin embargo, por el momento, el Congreso parece en camino de impulsar una reautorización limpia de la Sección 702 en algún momento alrededor de abril de 2024.
También está en la lista de tareas pendientes del Congreso la reautorización de la FAA, la agencia responsable de gestionar y regular el tráfico aéreo estadounidense.
El Congreso podría optar por una reautorización completa o simplemente aprobar una prórroga hasta el año que viene.
Cualquiera que sea la vía que elijan en relación con la NDAA, la Sección 702 de la FISA y la FAA, se trata de prioridades que deben aprobarse antes de que los legisladores puedan irse a casa.
Investigación sobre Biden
Los republicanos de la Cámara también continuarán su investigación sobre la primera familia esta semana, con el Sr. Johnson con la esperanza de autorizar formalmente la investigación de impeachment de la Cámara del presidente Biden.
Desde casi el comienzo del 118º Congreso, los republicanos han estado investigando los negocios en el extranjero de Hunter Biden, el hijo del presidente.
En la década de 2010, incluso mientras Joe Biden era vicepresidente, la familia Biden —incluidos Hunter Biden, el hermano del presidente, James Biden, y la nuera del presidente, Hallie Biden— así como sus socios comerciales, recibieron más de 20 millones de dólares de fuentes chinas, rumanas y ucranianas, dicen los republicanos de la Cámara. Las pruebas que vinculan al presidente Biden con estos negocios han suscitado la preocupación de que pueda haber participado en una trama de tráfico de influencias.
Esta semana, tras una larga presión por parte de los republicanos, Hunter Biden testificará ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes en una audiencia a puerta cerrada.
Sin embargo, el Sr. Biden ha exigido una audiencia abierta y ha indicado que es posible que no cumpla con la citación para testificar a puerta cerrada.
Los republicanos han dicho que el Sr. Biden quiere un testimonio abierto con el fin de crear un «espectáculo» y han advertido a los abogados del Sr. Biden que iniciarán un procedimiento de desacato al Congreso si no comparece, lo que podría significar aún más procedimientos judiciales para el asediado primer hijo, que ya se enfrenta a décadas de prisión por delitos fiscales y de armas de fuego.
También se espera que los republicanos formalicen esta semana su investigación de impeachment del presidente Biden.
En uno de sus últimos actos como presidente de la Cámara, McCarthy declaró que abría unilateralmente una investigación de impeachment del presidente sin la votación del pleno.
Aunque técnicamente no se requiere un voto para una investigación de impeachment, la Casa Blanca se ha negado a cumplir con gran parte de la investigación hasta el momento, diciendo que es ilegítima sin una votación de la Cámara.
Johnson espera remediarlo formalizando la investigación.
Sin embargo, este es un tema en el que tendrá que andar con cuidado: muchos republicanos provienen de distritos ganados por el presidente Biden en 2020. Con el estrechísimo control de los republicanos en la Cámara, Johnson sólo puede ahorrarse una o dos deserciones.
Un fracaso en esta votación podría condenar la investigación por completo.
Por otro lado, el representante John Duarte (R-Calif., un republicano moderado de un distrito que ganó el presidente Biden, ha dicho que apoyará la medida, al igual que varios republicanos moderados de Nueva York.
Aplazada hasta el año que viene
Es probable que otras prioridades legislativas se pospongan hasta el regreso del Congreso en 2024.
Parece poco probable que la ayuda de emergencia para Ucrania e Israel se apruebe antes de finales de año. Los republicanos y demócratas del Senado, que están negociando los cambios en la política de seguridad fronteriza que se incluirán en el proyecto de ley, no parecen estar cerca de llegar a un acuerdo.
Los republicanos quieren medidas fronterizas más duras para aliviar la crisis, que hasta ahora han sido rechazadas por los demócratas.
El senador Chris Murphy (D-Conn.), principal negociador demócrata, calificó el 10 de diciembre en el programa «Meet the Press» de la NBC de «poco razonables» las exigencias republicanas, pero admitió que «sí tenemos que hacer algo para intentar resolver esta crisis en la frontera».
El principal negociador republicano, el senador James Lankford (R-Okla.), dijo que la frontera de Estados Unidos está «literalmente fuera de control», con un récord de cruces ilegales en los últimos meses.
«Todo lo que estamos intentando hacer es decir qué herramientas se necesitan para poder volver a tener esto bajo control, para que no tengamos el caos en nuestra frontera sur», dijo el republicano de Oklahoma.
El estancamiento de las negociaciones se produce en un momento en el que Biden tiene previsto recibir al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca el 12 de diciembre para «discutir las necesidades urgentes de Ucrania y la importancia vital del apoyo continuado de Estados Unidos en este momento crítico», según la Casa Blanca.
A principios de este año, Johnson logró aprobar una ley de gasto provisional en dos partes que aplazará las luchas por la financiación del gobierno hasta el 19 de enero y el 2 de febrero.
Esto significa que, por primera vez en mucho tiempo, los congresistas no tendrán que correr antes de Navidad para evitar un cierre del gobierno.
Pero es probable que la financiación del gobierno sea la primera prioridad de los legisladores cuando regresen al Capitolio en enero, cuando tendrán sólo unos días para evitar un cierre.
En conjunto, es probable que estas prioridades supongan una semana agitada para los legisladores, que ya han pasado mucho más tiempo en Washington de lo normal este año.
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