Con una proyección de un máximo de 100.000 enfermos de coronavirus a finales de abril, el Gobierno chileno ha ido restringiendo paulatinamente el número máximo de personas que pueden participar en un acto público y en el horizonte se perfila una cuarentena obligatoria que afectaría de lleno a la movilización ciudadana que vive el país desde el 18 de octubre de 2019.
Ese día comenzó una revuelta por un modelo económico más justo con manifestaciones en las calles de todo el país que se han mantenido hasta la actualidad y que en su primera semana motivaron al Gobierno a decretar toques de queda para controlar el orden público.
Hace poco más de dos semanas, cuando todavía no había ningún caso de coronavirus en Chile, desde el Gobierno se consideraba «absurdo» plantearse medidas similares y prohibir las concentraciones dado el actual contexto social.
«Que nosotros digamos que están prohibidas las concentraciones es una cosa que es absurda. Por el estallido social, recurrir a medidas extremas que limiten la libertad de movimiento o expresión de las personas es una cuestión que tenemos que dejar como último recurso», dijo entonces el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Sin embargo, el avance del virus ha ido concienciando a la ciudadanía y algunos representantes sociales consideran que la cuarentena por el coronavirus es necesaria y que no va a acabar con las protestas, sólo las aplazará para cuando la transmisión del virus se logre controlar.
Este viernes, día de la semana al que han quedado relegadas las protestas, se pondrá a prueba la respuesta ciudadana ante el coronavirus y frente a las medidas del Gobierno para aplacarlo.
«Coronavirus aplazará las protestas pero no acabará con ellas»
Esteban Olivares, dirigente de la agrupación de sindicatos y organizaciones Unidad Social, entidad que participa activamente en las protestas, dijo a Efe que «ya es hora de que el Gobierno decrete la cuarentena», pese al contexto social.
«Nosotros tenemos la convicción de que las protestas van a seguir. El tema del coronavirus podrá aplazar el proceso de movilidad social, pero eso no significa que la crisis se haya superado», comentó Olivares.
«Y si bien puede tener un impacto en las movilizaciones, creemos que hoy día lo urgente y prioritario es la salud y por supuesto apoyaremos las medida que ayuden a evitar una propagación del virus como hemos visto en otros países y eso exige una cuarentena que debe ser implementada ya», agregó.
No hacer cuarentena sería «temerario»
En la actualidad, con más de 200 casos confirmados a la fecha de este martes, la normativa gubernamental solo permite llevar a cabo las ceremonias, eventos o actos públicos que sean necesarios y con una participación máxima de 50 personas.
También se han suspendido las clases en colegios y universidades, se han cerrado las fronteras y se pide que se haga teletrabajo cuando sea posible, entre otras medidas, pero los comercios y el transporte funcionan con normalidad y las personas pueden circular libremente por las calles, a diferencia de lo que sucede en otros países como España o Italia.
El Colegio Médico de Chile aboga por instaurar ya una cuarentena preventiva para que la gente no salga de sus casas y el camino parece expedito para que el Gobierno finalmente lo declare a tenor de la postura favorable de algunos actores sociales y políticos.
«Desde el Colegio Médico creemos que es el momento de hacer una cuarentena preventiva. La transmisión comunitaria está instalada ya y viendo la experiencia de países que más tardíamente han decidido tomar estas medidas, como Italia y España, lo deseable es avanzar precozmente para que el peak de caso no sea tan alto como en otros países», dijo a Efe Cristóbal Cuadrado, secretario técnico del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colegio Médico.
Esta institución ya le ha planteado esta necesidad al presidente del país, Sebastián Piñera, y considera, frente a las reticencias que puede tener la ciudadanía en el actual contexto social, que la percepción de riesgo en las personas es ahora mucho mayor que antes, que hay una mayor conciencia política transversal sobre el tema y que, por lo tanto, es el momento de hacer avanzar estas medidas.
«La movilización social es un tema que hace que uno reflexione más sobre la pertinencia de la medida ya que si uno declara la cuarentena y esta no es respetada de manera amplia el efecto se pierde», comentó Cuadrado, quien consideró que estos días se ha sido claro en que «hay que avanzar en medidas más restrictivas para disminuir la movilidad y reducir la posibilidad de contagios».
Lo contrario, aseveró Cuadrado, sería «temerario».
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