«El COVID-19 finalmente dio en el blanco correcto»

Comentario

Se informó que el presidente Trump y la primera dama habían dado positivo para el virus del PCCh (nuevo coronavirus) el 1 de octubre y que estaban experimentando «síntomas leves». Y el viernes, nos enteramos de que él ha sido transferido al Hospital Walter Reed como «medida de precaución».

Junto con decenas de millones de estadounidenses, mi familia y yo hemos rezado por el presidente y la primera dama, así como por los empleados de la Casa Blanca que puedan estar enfermos, para que puedan recuperar rápidamente la salud.

Aquellos que sufren del «Síndrome de Desorden de Trump» vieron esto no como una ocasión para enviar luz, en cambio, sino para dar voz a los pensamientos oscuros.

En la China comunista, prácticamente están bailando en las calles.

Al enterarse de que Trump había dado positivo en la prueba del virus, Hu Xijin, el editor en jefe de la prensa amarillista estatal Global Times, dio a entender que el presidente Trump se lo merecía.

«El presidente Trump y la primera dama han pagado el precio de su apuesta para restar importancia al COVID-19», escribió Hu en Twitter. «La noticia muestra la gravedad de la situación de la pandemia en EE. UU.. Impondrá un impacto negativo en la imagen de Trump y de EE. UU., y también puede afectar negativamente su reelección».

Hu, miembro del Partido Comunista Chino (PCCh), pensó mejor su pequeño baile de la victoria poco tiempo después y retiró su tuit. Pero la fuerte crítica anti-Trump ha continuado en las redes sociales.

Cientos de miles de miembros del PCCh, dice la activista de derechos humanos Jennifer Zeng, hicieron clic en «Me gusta» en los posts que celebraban abiertamente la noticia de que la Primera Familia de Estados Unidos se había contagiado con el virus.

A casi dos millones de personas les gustó: «¡El mundo entero está celebrando!».

A cientos de miles más les gustaron los tuits que decían: «Tan feliz», «Es tarde pero ya está aquí» y «Celebrando el Festival del Medio Otoño, el Día Nacional y Trump: Triple Felicidad».

Y luego está el tuit más revelador de todos: «El COVID-19 finalmente dio en el blanco correcto».

Cuando una residente de Beijing fue entrevistada en vivo por televisión, apenas pudo contenerse.

«Todo el país está celebrando [la enfermedad de Trump]», se regocijó. «Todos los cielos y la tierra se regocijan juntos. Muy, muy bien. Este es un regalo y una contribución de Trump a China». Los que estaban cerca se reían y asentían con la cabeza.

Tenga en cuenta que los medios de comunicación chinos están bajo un estricto control estatal. Esta repugnante entrevista nunca habría sido transmitida por la televisión estatal, y los primeros posteos nunca habrían pasado los censores de las redes sociales, a menos que sus mensajes fueran aprobados por las autoridades comunistas.

Los miembros del partido, como los perros de Pavlov, están entrenados para salivar a la orden de sus amos comunistas. Responden rápidamente a esos silbatos de perro y se alegran de empezar a ladrar al unísono. Pero incluso la gente común en China parece estar deleitándose con las noticias sobre Trump, aunque tal vez por una razón diferente.

Desde el brote de la pandemia, el PCCh ha difundido el rumor de que el coronavirus era un arma biológica desarrollada por los laboratorios del ejército de Estados Unidos en Fort Detrick, Maryland. Según la historia, fue traída deliberadamente a China durante los Juegos Militares de octubre de 2019 en Wuhan y fue liberada sobre el pueblo chino. No es el «virus de China» en absoluto, se les ha dicho, es el «virus estadounidense».

Esta calumnia puede explicar otro video de China. Muestra un autobús lleno de pasajeros vitoreando cuando se enteran de que Trump ha caído enfermo. En el video, el conductor del autobús primero grita: «Déjenme contarles algunas noticias emocionantes y alentadoras. ¡El m*** Trump finalmente se ha contagiado del m*** COVID-19!» Al escuchar esto, los pasajeros estallan en vítores y aplausos.

Ver el video me recordó un episodio antiestadounidense anterior. Cuando ocurrió el 11 de septiembre, las redes sociales chinas explotaron con memes burlones sobre el colapso de las Torres Gemelas. La mayoría de los estadounidenses estaban demasiado distraídos para darse cuenta.

Sin embargo, las celebraciones de los líderes del PCCh cuyo virus ha abatido a Trump pueden ser efímeras.

A los 74 años, Trump puede estar en el grupo de mayor riesgo, pero por lo demás tiene una salud excelente. No solo eso, sino que en el Walter Reed tendrá la mejor atención médica del mundo. Lo más probable es que sufra un leve episodio de gripe y se recupere rápidamente. El médico de la Casa Blanca dijo que espera que Trump continúe llevando a cabo sus deberes sin interrupciones.

Pero mientras Trump trabaja en la cuarentena, tendrá mucho tiempo para reflexionar si un cierre al estilo chino, alimentado por la propaganda del PCCh y la desinformación de la OMS, era realmente el camino a seguir por Estados Unidos.

También se le recordará constantemente, por su propia condición médica, de dónde vino el virus del PCCh y cómo se desató en el mundo. Y, siendo Trump el contragolpe, reflexionará sobre cómo castigar al PCCh por desatar una pandemia sobre Estados Unidos y el mundo.

Verán, ahora es algo personal.

Steven W. Mosher es el presidente del Instituto de Investigación de la Población y el autor de «Bully of Asia»: Why China’s Dream is the New Threat to World Order».

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times