El COVID-19 puede provocar lesiones cerebrales persistentes no detectadas por pruebas rutinarias

Por Ellen Wan
15 de enero de 2024 10:54 PM Actualizado: 15 de enero de 2024 10:54 PM

El COVID-19 no sólo daña los pulmones y el sistema respiratorio, sino que también provoca graves daños en el corazón, los intestinos y el sistema nervioso (incluido el cerebro). Un estudio realizado en el Reino Unido demostró que las lesiones cerebrales causadas por COVID-19 pueden persistir durante meses después de la infección.

El estudio, publicado en la revista Nature Communications en diciembre de 2023, reveló que algunos pacientes de COVID-19 en recuperación, aunque parecían sanos en las pruebas rutinarias de inflamación de la sangre, presentaban marcadores de lesión cerebral en la sangre.

El estudio analizó muestras de más de 800 pacientes hospitalizados por COVID-19 en Inglaterra y Gales, la mitad de los cuales habían desarrollado nuevas afecciones neurológicas. Los investigadores midieron marcadores de lesión cerebral en estas muestras, incluidos anticuerpos, proteínas inflamatorias séricas (citocinas) y proteínas de lesión cerebral (neuroglial).

Los resultados indicaron que durante la rápida aparición de los síntomas agudos del COVID-19, el organismo produce diversas proteínas inflamatorias clave y marcadores de lesión cerebral. Sorprendentemente, incluso meses después, los biomarcadores de lesión cerebral (neuroglial) aún persisten en algunos pacientes con COVID-19.

Estos marcadores inflamatorios están relacionados con respuestas inmunitarias anormales durante la fase aguda de la enfermedad. Los investigadores creen que estos marcadores pueden desempeñar un papel en el tratamiento del COVID-19 y otras infecciones que provocan disfunciones cerebrales agudas.

El profesor Benedict Michael, investigador principal y director del Laboratorio de Neurociencia de las Infecciones de la Universidad de Liverpool y neurólogo consultor honorario del Centro Walton, declaró en un comunicado de prensa que durante la pandemia de COVID-19, las complicaciones neurológicas se hicieron patentes en una «proporción significativa de pacientes hospitalizados», incluidos aquellos con infecciones leves por COVID-19. Aunque algunos síntomas neurológicos, como dolores de cabeza y dolores musculares (mialgia), eran a menudo leves, continuó diciendo, la aparición de complicaciones neurológicas más graves y potencialmente mortales se hizo evidente. Estas complicaciones incluyen encefalitis (inflamación del cerebro), convulsiones e ictus.

A pesar de la resolución de las respuestas inflamatorias en la sangre, los marcadores de lesión cerebral persistieron en la sangre varios meses después de la infección por COVID-19, particularmente en pacientes que experimentaron complicaciones cerebrales como inflamación y accidente cerebrovascular, explicó el Sr. Micheal. Esto implica la posibilidad de una inflamación y un daño continuos en el cerebro que no se detectan en los análisis de sangre, añadió.

La profesora Leonie Taams, directora de la Escuela de Inmunología y Ciencias Microbianas, mencionó que, al combinar la investigación en neurología, inmunología e infecciones, pudieron desvelar algunos biomarcadores asociados a las complicaciones neurológicas relacionadas con COVID-19. Esto ayuda a sentar las bases para dilucidar los posibles mecanismos que subyacen a estas complicaciones, afirmó.

Incluso los casos leves de infección por COVID-19 pueden causar lesiones cerebrales

En 2022, investigadores de la Universidad de Oxford publicaron un artículo en la revista Nature en el que demostraban que incluso los casos leves de infección por COVID-19 pueden provocar atrofia cerebral. Tras analizar los datos de 785 pacientes, de entre 51 y 81 años, de la base de datos del Reino Unido, descubrieron una reducción significativa del grosor de la materia gris en la circunvolución parahipocampal y el córtex orbitofrontal (situado en el lóbulo frontal inferior, un mecanismo neural primario para la emoción humana).

Además, el tamaño general del cerebro también disminuyó, con una reducción media del 0,7 por ciento en las regiones cerebrales asociadas a la olfacción (el olfato).

La profesora Gwenaëlle Douaud, autora principal del estudio, declaró en un comunicado de prensa: «A pesar de que la infección fue leve para el 96 por ciento de nuestros participantes, observamos una mayor pérdida de volumen de materia gris y un mayor daño tisular en los participantes infectados, de media 4,5 meses después de la infección. También mostraron un mayor deterioro de sus capacidades mentales para realizar tareas complejas, y este empeoramiento mental estaba en parte relacionado con estas anomalías cerebrales».

Según el Centro de Encefalitis Johns Hopkins, la encefalitis (inflamación del cerebro) puede provocar inflamación cerebral, con síntomas como dolor de cabeza, rigidez de cuello, sensibilidad a la luz, confusión mental y convulsiones. Sólo en la última década, se diagnosticó encefalitis a más de 250,000 pacientes en Estados Unidos, y la afección es más frecuente en personas jóvenes.

La encefalitis puede provocar diversos síntomas, como confusión, cambios de personalidad, pérdida de memoria, convulsiones, trastornos del movimiento y alteraciones de la visión o la audición.

Por lo tanto, si un individuo presenta los síntomas mencionados, es crucial buscar atención médica inmediata para determinar la presencia de una afección cerebral grave. En tales casos, deben seguirse los consejos médicos y someterse a un tratamiento activo.


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