El crédito al consumo se contrajo por primera vez desde octubre de 2010 con una caída anual de 1.9 % en abril, lo que equivale a 20,040 millones de pesos (unos 900 millones de dólares), reveló este jueves BBVA México.
La disminución se explica con la pérdida de más de un millón de empleos formales y el cierre de casi 10,000 empresas registrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la pandemia, expuso Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.
Al presentar el informe «Situación Banca», Serrano adelantó una recuperación para el segundo semestre del año, aunque dependerá del avance del brote del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, y las medidas del Gobierno de México para frenar la pérdida de empleos.
Aunque su pronóstico de contracción del producto interno bruto (PIB) de México está en un rango del 6 % al 12 %, el economista advirtió que «cada vez» se acerca más a una pérdida de doble dígito.
«Ha habido algunas señales de incertidumbre para la inversión, sobre todo lo que ha ocurrido en el sector eléctrico, lo que ha ocurrido con la cancelación de la planta cervecera (de Constellation Brands en México). Es necesario revertir este tipo de señales», consideró.
Mientras el consumo privado bajó casi 1.5 % en abril, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el Indicador de Consumo BBVA reflejaba solo una caída cercana al 0.5 %.
El banco también reportó una reducción de 12,000 millones de dólares en la tenencia de bonos del Gobierno por parte de extranjeros de marzo a junio, una caída del 14.8 %, mayor que la de 11 % registrada a finales de 2008 e inicios de 2009, en la Gran Recesión.
Aún así, el crédito al sector privado no financiero creció 3.2 % en términos reales en el primer cuatrimestre del año, aunque gran parte del dinamismo se debe a la depreciación del peso mexicano frente al dólar, detalló Serrano.
El economista advirtió que la pandemia plantea «un escenario poco favorable» para el crecimiento del crédito a las empresas al registrarse en abril una caída de casi 8 % en la inversión fija bruta.
Como focos rojos destacó el riesgo de una baja en la calificación crediticia soberana de México dentro de uno o dos años, además de la falta de medidas fiscales para que las empresas conserven su planta productiva en la pandemia, que suma en México casi 160,000 casos y 19,080 fallecidos.
«Nos preocupa, desde luego, que pueda haber una mayor percepción de riesgo país y que se pierda más financiamiento externo, como ya ha venido ocurriendo. Nos preocupa también que no se tomen medidas suficientes», enfatizó Serrano.
El informe de BBVA se presenta una semana después de un reporte de Fith Ratings en el que la calificadora advirtió de riesgos a la baja en los bancos de México por el deterioro de las condiciones operativas.
Pese a reconocer que la morosidad podría llegar al 5 % y el efecto de la contracción económica sobre las ganancias de la banca mexicana, Serrano argumentó que los bancos resistirán.
«El sistema bancario mexicano se encuentra de cara a esta crisis sanitaria entre los más capitalizados y los más líquidos del mundo y, por tanto, en una buena situación para afrontar los riesgos», afirmó.
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