Opinión
Nunca antes dos candidatos serios a la presidencia, de diferentes partidos, habían debatido antes incluso de que empezaran las primarias.
Por supuesto, mientras que el gobernador de Florida Ron DeSantis es un candidato oficial que actualmente ocupa un distante segundo lugar en las encuestas tras el expresidente Donald Trump para la nominación republicana, el gobernador de California Gavin Newsom solo es un candidato en la sombra a la espera de ver si el presidente demócrata Joe Biden abandona. En estas páginas, hace más de un año, fui de los primeros en empezar a informar sobre la apenas disimulada ambición del señor Newsom.
¿Qué ocurrirá en el debate previsto para el 30 de noviembre en Fox News? El moderador será Sean Hannity, cuya entrevista a Newsom analicé en The Epoch Times el 14 de junio.
Básicamente, cada candidato no está debatiendo realmente con el otro, sino haciendo una audición para la nominación en su propio partido. Cualquier desaire o pulla dirigida al otro tiene como objetivo impresionar a los votantes de su propio partido, no ganar votos entre el electorado general. DeSantis se dirige especialmente a los votantes de los primeros estados cruciales, Iowa con sus caucus el 15 de enero y New Hampshire con sus primarias el 23 de enero.
Newsom, por el contrario, tiene que asumir que Biden al menos superará las primeras primarias y, tras el Supermartes del 5 de marzo, obtendrá suficientes delegados para hacerse con la nominación. Por lo tanto, Newsom está realizando una audición ante el Comité Nacional Demócrata, que elegiría al posible sustituto de Biden. En particular, Newsom tiene que demostrar que es mucho mejor que su evidente contrincante, la vicepresidenta Kamala Harris, a quien generalmente no se ve con buenos ojos por sus meteduras de pata verbales y su aparente falta de dotes de liderazgo.
La línea de ataque de Newsom
Newsom nos ha dado una clara indicación de su línea de ataque mediante la publicación de anuncios contra DeSantis en Florida y Washington, D.C. Los anuncios del Estado del Sol afectan a DeSantis en su base. Y los anuncios en la capital de la nación están dirigidos a los muchos miembros del Comité Nacional Demócrata (DNC) que viven allí y trabajan en el gobierno, o son grupos de presión y otros apéndices de la burocracia nacional.
El anuncio empieza mostrando una gran valla publicitaria con una doctora y una mujer negra. Newsom pronuncia las palabras del cartel: «Se busca: Cualquier mujer que aborte después de seis semanas, y cualquier médico que la atienda, serán culpables de un delito grave. Abortar después de las seis semanas se castigará con hasta cinco años de cárcel. Aunque muchas mujeres ni siquiera sepan que están embarazadas a las seis semanas. Eso no es libertad. Eso es la Florida de Ron DeSantis». El anuncio dice que está pagado por Campaign for Democracy PAC, el grupo de Newsom.
En realidad, incluso antes de la decisión Roe vs. Wade de 1973 que legalizó el aborto hasta que fue revocada en 2022, las mujeres que buscaban abortos no eran procesadas, solo los abortistas. Lo mismo ocurre con la ley de Florida. Pero no es sorprendente que Newsom esté tergiversando la verdad aquí. Está apelando directamente a las emociones febriles de los miembros del DNC.
También se puede esperar que Newsom ataque a DeSantis sobre las llamadas «prohibiciones de libros», en las que DeSantis ha prohibido mostrar a los niños vil pornografía; y sobre las armas, con Newsom promocionando su propuesta de la 28ª Enmienda para derogar gran parte del derecho de la Segunda Enmienda «a poseer y portar armas».
Una cuestión delicada para Newsom será la inmigración, ya que incluso su propio partido ha empezado a rebelarse contra la apertura de fronteras que él ha favorecido, como la concesión a los extranjeros ilegales de ayudas sociales y tarjetas de identidad. En particular, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha denunciado que la crisis migratoria «destruirá la ciudad de Nueva York».
La línea de ataque de DeSantis
La lucha de DeSantis es diferente. Su principal reto es defenderse de la ex embajadora ante la ONU y gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, para mantener su puesto como principal rival de Trump. El agregado de encuestas de FiveThirtyEight para el 22 de noviembre encontró: Trump un 60.3 por ciento, DeSantis un 12.6 por ciento y Haley un 10.0 por ciento, a poca distancia de la segunda posición. El empresario Vivek Ramaswamy quedó en un distante cuarto lugar, con un 4.9 por ciento.
DeSantis destacará su cargo de gobernador en Florida. Esto incluirá señalar cómo su estado ha atraído a un gran número de californianos que huyen de las políticas de Newsom. El tema provida es importante para los republicanos, por lo que DeSantis confirmará que Newsom ha sacado a colación la prohibición, aunque no la caracterización que de ella hace el californiano.
Otros temas serán los logros educativos de Florida frente a los de California. DeSantis probablemente mencionará la clasificación de U.S. News de Florida como nº 1 en educación, mientras que California solo ocupa el puesto nº 20. Los derechos de armas también son importantes entre los votantes del Partido Republicano, por lo que DeSantis destacará la actitud laissez faire de su estado hacia la portación oculta. Para ello, Newsom señalará que la tasa de homicidios de Florida es de 7.4 por cada 100,000, frente al 6.4 de California.
Un punto interesante a tener en cuenta en el debate es cómo aborda cada candidato la cuestión de Trump. Para Newsom, atacar a Trump y a sus seguidores del MAGA es una forma fácil de ganar puntos entre los delegados del DNC.
Pero para DeSantis, aunque a veces ha atacado a Donald en la campaña y en los debates, no puede ir demasiado lejos. Eso es porque, si de alguna manera consigue la nominación, DeSantis necesita a todos esos votantes de Trump y MAGA para derrotar a Biden -o a Newsom- el 5 de noviembre de 2024. Espere que Newsom se aleje de esa llaga.
Conclusión: Un debate importante
Este debería ser divertido. DeSantis comenzó inestable en el primer debate republicano, pero ha ganado estatura en los otros dos. El cuarto debate republicano está programado para el 6 de diciembre en NewsNation en la Universidad de Alabama en Tuscaloosa.
También será interesante ver los índices de audiencia del combate Newsom-DeSantis. ¿Será más de lo que hemos visto en los debates del GOP, que han sufrido un descenso de audiencia? El primer debate del 23 de agosto tuvo 13 millones de espectadores; el del 27 de septiembre, 9.5 millones; y el del 8 de noviembre, 7.5 millones.
Tanto a DeSantis como a Newsom les encantaría que este fuera un anticipo de los debates que celebrarán el próximo otoño como candidatos de sus respectivos partidos, después de que Trump y Biden abandonen la contienda. Como diría Shakespeare, de eso están hechos los sueños.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.
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