Mientras el presidente Joe Biden alardeaba el lunes de su aparente temple para recortar el déficit, un grupo no partidista de investigación de política fiscal advertía de una explosión «sin precedentes» del déficit presupuestario federal, que, según dijo, va camino de duplicarse hasta alcanzar los 2 billones de dólares este año.
En un discurso por el Día del Trabajo en Filadelfia el lunes, el presidente Biden promocionó sus políticas económicas mientras lanzaba una serie de golpes a su predecesor, el presidente Donald Trump.
«A diferencia del último presidente, en mis dos primeros años […] reduje el déficit 1,7 billones de dólares», presumió el presidente Biden.
Lo que el presidente Biden no mencionó, sin embargo, es que la mayor parte de la caída masiva del déficit en 2022 fue una sola vez, impulsada por lo que los expertos dicen que fue una explosión única relacionada con la inflación en los ingresos fiscales y las ganancias de capital.
Y mientras el presidente alardeaba de sus supuestos méritos en la reducción del déficit, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés), una organización no partidista que trata de educar al público sobre cuestiones con un impacto significativo en la política fiscal, preveía que el déficit bajo el mandato del presidente se duplicaría en 2023 hasta situarse en torno a los 2 billones de dólares.
«El déficit se duplicará este año, de 1 billón de dólares a 2 billones, si se excluye la cancelación de la deuda estudiantil», dijo el vicepresidente senior de CRFB, Marc Goldwein, en un post en X, la plataforma antes conocida como Twitter.
«Esto no tiene precedentes dada la economía», añadió Goldwein, refiriéndose al hecho de que es inusual que los déficits aumenten tan bruscamente cuando la economía va relativamente bien.
El déficit aumenta un 122 por ciento en lo que va de 2023
Después de un gasto público récord en 2020 y 2021, en parte para compensar el impacto económico negativo de la pandemia de COVID-19, el déficit presupuestario federal se redujo en una cantidad récord en 2022, pasando de cerca de 3 billones de dólares a alrededor de 1 billón.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) dijo en marzo de 2023 que el gobierno ingresó 4,9 billones de dólares en 2022, de los cuales más de la mitad procedían de ingresos por impuestos sobre la renta de las personas físicas, que fueron los más altos registrados como porcentaje del producto interno bruto.
En febrero, la CBO pronosticó que el déficit presupuestario para 2023 ascendería a unos 1,4 billones de dólares, al tiempo que preveía que, en los próximos años, los déficits aumentarían gradualmente cada año, hasta alcanzar los 2,7 billones en 2033.
Pero la última estimación del CRFB muestra que el ritmo de gasto deficitario bajo la presidencia de Biden está aumentando más rápidamente que las previsiones de febrero de la CBO y alcanzará los 2 billones de dólares este año.
En un post en X, Goldwein explicó que el descenso del déficit en 2022 podría atribuirse a un aumento puntual de los ingresos («que ya ha pasado») al recuperarse la economía de la pandemia, y no a factores atribuibles a la «Bidenomía».
Añadió que lo que está impulsando las previsiones del CRFB para una duplicación del déficit presupuestario es una combinación de un aumento del gasto debido a la subida de los tipos de interés, el incremento de los costes de la Seguridad Social y Medicare, la falta de remesas de la Reserva Federal al Tesoro estadounidense y un «gran» acuerdo presupuestario.
En marzo, el CRFB advirtió que el presupuesto propuesto por el presidente Biden para el año fiscal 2024 elevaría la deuda nacional a un nivel récord en cuatro años.
«La deuda bajo el presupuesto del Presidente crecería hasta un nuevo récord como proporción de la economía durante la próxima década», escribió el CRFB en el análisis del 9 de marzo.
«Es decepcionante que el Presidente siga proponiendo billones de dólares en nuevos gastos y exenciones fiscales sin un plan para situar nuestra deuda en una senda sostenible», añadió la organización.
Por otra parte, los datos del Departamento del Tesoro muestran que el déficit en lo que va de año se situaba en julio en unos 1,61 billones de dólares, la cantidad más alta de la historia fuera de la pandemia.
«En comparación con el déficit nacional de 726.000 millones de dólares para el mismo período del año pasado (oct 2021-jul 2022), nuestro déficit nacional ha aumentado en 887.000 millones de dólares», dijo el Tesoro en un comunicado, señalando que el déficit era un 122% más alto en lo que va de año en comparación con el mismo período del año pasado.
En total, la deuda nacional ha aumentado en unos 5 billones de dólares desde que el presidente Biden asumió el cargo, pasando de unos 27,8 billones de dólares a unos 32,8 billones.
¿Un bucle catastrófico para el déficit?
A medida que el banco central de Estados Unidos ha ido subiendo rápidamente su tipo de interés de referencia, el Fed Funds, en un febril intento por sofocar la creciente inflación, los pagos de intereses de la deuda pública han ido en aumento, lo que ha provocado las advertencias de destacados economistas.
El ex Secretario del Tesoro, Larry Summers, dijo en una entrevista a Bloomberg a finales del año pasado que los debates fiscales deben ponerse «de nuevo sobre la mesa», ya que el aumento de los costes de endeudamiento pone en riesgo un potencial «bucle catastrófico» del déficit.
El Sr. Summers dijo que las grandes iniciativas de gasto de la administración Biden, incluida la condonación de préstamos a estudiantes que hizo que el déficit mensual se disparara un 562 por ciento, podrían hacer tambalear la confianza de los inversores.
«Si la proyección del déficit empieza a descontrolarse y los tipos de interés reales empiezan a subir rápidamente, se puede entrar en una especie de bucle catastrófico», declaró Summers al citado medio. «Vamos a tener que vigilar muy de cerca nuestras propias proyecciones fiscales en Estados Unidos».
El último informe presupuestario mensual de la CBO, publicado el 8 de agosto (pdf), muestra que los gastos del gobierno han aumentado mientras que los ingresos han disminuido, siendo un factor importante el aumento de los pagos de intereses de la deuda pública.
Comparando los 10 primeros meses del año fiscal 2022 con el año fiscal 2023 (los años fiscales del Departamento del Tesoro van del 1 de octubre de un año determinado al 30 de septiembre del siguiente), los intereses netos de la deuda pública son un 34 por ciento más altos este año.
Los pagos de intereses del Gobierno, que en última instancia pagan los contribuyentes, fueron de 572.000 millones de dólares en lo que va del año fiscal 2023, frente a los 426.000 millones del periodo comparable del año fiscal 2022.
La razón de este aumento es que los tipos de interés de todas las formas de deuda pública estadounidense han sido significativamente más altos este año fiscal que el año pasado, ya que la Reserva Federal ha subido los tipos agresivamente para frenar la inflación.
Ante los riesgos para la salud fiscal del país, los republicanos han aprovechado las oportunidades -como durante las recientes conversaciones sobre el levantamiento del techo de la deuda- para presionar en favor de recortes del gasto.
Los republicanos consiguieron algunas concesiones en materia de gasto durante las negociaciones sobre el techo de la deuda y ahora, ante la perspectiva de un cierre del gobierno, algunos miembros del Partido Republicano vuelven a hacer sonar el tambor de la restricción fiscal.
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