Opinión
Washington se aferra a la idea de que el coronavirus es una enfermedad zoonótica, es decir, una enfermedad portada por animales y humanos infectados.
El zar del coronavirus en Estados Unidos, el Dr. Anthony Fauci, los Centros de Control de Enfermedades (CDC) y el Instituto Nacional de Salud (NIH) han estado apoyando esta tesis, que también está respaldada por la OMS y, por supuesto, por funcionarios chinos. La mayoría de los científicos del mundo han aceptado la idea de que el coronavirus viene de la naturaleza.
La teoría más común es que la pandemia de coronavirus se origina de los murciélagos de herradura que infectaron a un huésped intermediario desconocido y luego el virus asesino fue transmitido a los humanos.
El murciélago de herradura no existe en Wuhan, el lugar donde se inició la infección en los seres humanos, aunque los murciélagos de herradura se han recogido y se han utilizado en los estudios realizados en el Instituto de Virología de Wuhan, el único laboratorio de bioseguridad de nivel 4 de China. También se han utilizado en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan, que está a unos 600 metros del mercado húmedo de Wuhan, adyacente al Hospital de la Unión de la ciudad, donde se trataron los primeros síntomas.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan fue el primero en detectar el nuevo coronavirus en dos pacientes con neumonía atípica en el hospital, cuyo director llamó a Shi Zhengli del Instituto de Virología de Wuhan y le pidió ayuda. No se ha explicado exactamente por qué el director llamaría a la Dra. Shi Zhengli y no a otros científicos del laboratorio de Wuhan. ¿Sabía el Centro de Wuhan que la enfermedad provenía de los murciélagos de herradura?
Fragmentos de VIH
El virus que lleva el murciélago de herradura es solo entre un 86 y un 92 por ciento similar al nuevo coronavirus que infecta a los humanos, también conocido como SARS-COV-2, que causa la enfermedad llamada COVID-19.
Un controvertido científico francés, el Dr. Luc Montagnier, quien descubrió que la epidemia de SIDA era causada por el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y fue galardonado con el premio Nobel, dice que en el genoma del nuevo coronavirus hay «fragmentos de ARN del VIH». Montagnier trabaja hoy en China en la Universidad Jiao Tong de Shanghai.
También en Rusia, se le preguntó a Veronika Skvortsova, jefa de la Agencia Federal Médico-Biológica de Rusia (FMBA) y exministra de salud, si el coronavirus de la pandemia podría ser artificial. «Podemos ver que un número bastante grande de fragmentos distingue a este virus de su pariente muy cercano, el SARS», dijo ella.
Montagnier afirma que el coronavirus está hecho por el hombre y no podría ocurrir en la naturaleza. En su opinión, el Laboratorio de Virología de Wuhan «trató de usar uno de estos [coronavirus] como vector del VIH en la búsqueda de una vacuna contra el SIDA».
Si la afirmación de Montagnier tiene alguna validez, entonces tendría que haber pruebas sólidas de que el Laboratorio Wuhan estaba buscando una vacuna contra el SIDA y utilizando el coronavirus como parte del esfuerzo de investigación.
Posibilidades comerciales
Cabe señalar que la investigación de una vacuna contra el SIDA tiene una importancia comercial muy significativa. Solo en 2018, se registraron unos 1.7 millones de nuevas infecciones de VIH. Hoy se sabe que hay más de 37 millones de personas que viven con SIDA. Solo en 2018, 770,000 personas murieron de SIDA, entre ellas unos 100,000 niños.
Si usted cree en las cifras comunicadas, China tiene cada año el 3 por ciento de las nuevas infecciones por VIH de todo el mundo. En 2018, China informó un aumento del 14 por ciento en las nuevas infecciones, con 40,000 casos en solo en el segundo trimestre.
Según la investigación realizada por Yaakov Applebaum, Jiang Mianheng, -hijo de Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino- es el hombre directamente responsable de la construcción del Laboratorio de Bioseguridad de Nivel 4 de China, el Instituto de Virología de Wuhan. Su hijo tiene un interés mayoritario en Wuxi AppTec que a su vez controla Fosun Pharma.
El 21 de enero de 2020, el Instituto de Virología de Wuhan solicitó una patente china para el medicamento remdesivir, que actualmente se está probando en Chicago como un prometedor tratamiento para el coronavirus. En un comunicado de prensa titulado «los estudiosos chinos han hecho importantes progresos en la detección de nuevos medicamentos contra el coronavirus en 2019», se indica que el medicamento remdesivir «no ha sido incluido en la lista de China y tiene barreras de propiedad intelectual [y por lo tanto] solicitamos una patente de invención china (…) desde la perspectiva de los intereses nacionales de acuerdo con la práctica internacional».
En resumen, China realizó la ingeniería inversa de un producto que fue desarrollado y patentado en Estados Unidos por Gilead Sciences, con sede en Foster City, California. Se desconocen los planes de fabricación de remdesivir en China y tampoco se conoce el papel de Fosun Pharma en ninguna producción prevista, aunque Fosun fabrica productos farmacéuticos, incluyendo las vacunas contra la gripe.
Tome nota de que si el virus fue descubierto en diciembre, la explotación de remdesivir se hizo muy rápido. ¿O es que China se introdujo en los ordenadores de Gilead Sciences?
¿Vacunas contra el VIH?
Si Montagnier tiene razón en que hay fragmentos de VIH en los coronavirus, entonces surge la pregunta de si el Instituto Wuhan y otros laboratorios estaban trabajando en vacunas contra el VIH utilizando los coronavirus.
La respuesta inmediata es que se estaba haciendo un trabajo significativo en Wuhan y otros centros de investigación, especialmente en Shanghai. En junio de 2014, cinco científicos chinos publicaron un artículo de revisión titulado «Vacunas contra el VIH basadas en el dominio de unión al receptor». Los científicos eran Huan Liu, del Instituto de Virología de Wuhan, y Wenwen Bi, Qian Wang, Lu Lu y Shibo Jiang, del Laboratorio Clave de Virología Molecular de la Facultad de Medicina de Shanghai. (Shibo Jiang, también está asociado con el Instituto de Investigación Kimball del Centro de Sangre de Nueva York).
El estudio revisó numerosos trabajos para encontrar un camino hacia una vacuna contra el SIDA. Los autores señalaron que «en estudios previos, hemos intentado usar el sitio de unión del receptor (RBD) del virus como MERS-CoV y modelos de virus de la influenza aviar A como antígeno para el diseño de la vacuna. En la práctica, esta estrategia ha logrado muy buenos resultados». El MERS es el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS), que es una enfermedad respiratoria viral nueva para los humanos, identificada por primera vez en 2012. El MERS es un tipo de coronavirus.
En 2015 un número de científicos, incluyendo a la ahora mundialmente famosa «dama de los murciélagos», la científica Shi Zhengli (listada en el artículo como Zhengli-LiShi), publicó un documento llamado «Un grupo de coronavirus de murciélagos en circulación, similar al SARS, muestra potencial para la emergencia humana». En el estudio participaron investigadores estadounidenses asociados al Departamento de Biología Celular de la Universidad de Carolina del Norte y probablemente esté relacionado con el trabajo financiado por el gobierno de Estados Unidos (esa investigación había sido suspendida por ser altamente peligrosa en 2014, pero se reanudó en 2017).
El trabajo se centra en el virus similar al SARS SHCO14-CoV, «que actualmente circula en (las) poblaciones de murciélagos de herradura chinos». Shi Zhengli se hizo famosa por ir a los lugares donde viven estos murciélagos, capturarlos y llevarlos al laboratorio de virología. Los investigadores dijeron que «usando el sistema de genética inversa del SARS-CoV, generamos y caracterizamos un virus quimérico expresando un brote del coronoavirus del murciélago SHCO14 en la columna vertebral del SARS-CoV adaptado al ratón».
Un virus quimérico se define como «nuevo microorganismo híbrido creado por la unión de fragmentos de ácido nucleico de dos o más microorganismos diferentes en los que cada uno de al menos dos de los fragmentos contiene genes esenciales necesarios para la replicación».
Lo que esto significa es que el grupo de investigación fue capaz de tomar el virus del murciélago y hacerlo potencialmente capaz de infectar a los seres humanos, o como dicen «construimos un virus quimérico que codifica una nueva proteína de punta de CoV zoonótica (…) que fue aislada de los murciélagos chinos de herradura -en el contexto de la columna vertebral del SARS-CoV adaptada en el ratón».
No está claro cuál fue el propósito de esta investigación, pero ciertamente demostró que un coronavirus puede ser modificado de manera que la infección pueda surgir en los humanos.
Preocupación de EE.UU.
En 2018, de acuerdo a lo que se conoce ahora, los estadounidenses estaban preocupados por las condiciones del Laboratorio de Virología de Wuhan y la Embajada de Estados Unidos en Beijing envió un equipo en dos ocasiones para visitar el laboratorio y reunirse con los científicos de allí, incluyendo la Dra. Shi Zhengli.
El informe señaló serias deficiencias en el laboratorio y advirtió sobre las amenazas potenciales que representan los coronavirus en los murciélagos. Presumiblemente la Embajada sabía mucho más sobre la investigación de los murciélagos de Wuhan de lo que se ha revelado hasta ahora y estaba muy preocupada por el peligro que planteaba.
Lamentablemente, el Departamento de Estado no ha publicado los cables de información enviados a Estados Unidos ni los cables que dieron lugar a las investigaciones. Además, el hecho de que los expertos del Departamento de Estado fueran enviados de vuelta al laboratorio por segunda vez sugiere que se les instruyó para que volvieran a hacer más preguntas sobre lo que los científicos chinos estaban haciendo con los murciélagos de herradura.
Claramente el gobierno de Estados Unidos estaba alarmado, de hecho los CDC habían cerrado algunos laboratorios en Estados Unidos temiendo la liberación de infecciones de virus.
Dado el historial de investigación chino, las advertencias sobre las condiciones en el Laboratorio de Virología de Wuhan, las investigaciones previamente registradas sobre la modificación de los virus del SARS (coronavirus), y la investigación con coronavirus y VIH, es difícil entender por qué Washington se aferra a la explicación natural de los murciélagos a los humanos para la actual plaga de coronavirus. Washington sabe más.
Pretender que la pandemia de coronavirus es algo natural es engañar intencionalmente al pueblo estadounidense y a la gente alrededor del mundo infectada por el coronavirus.
Como mínimo, los CDC y el NIH, así como el Departamento de Estado, deberían decirnos lo que realmente saben. Se necesita una investigación independiente con acceso total a todos los registros.
El Dr. Stephen Bryen es considerado un líder de opinión política de seguridad tecnológica y ha sido galardonado dos veces con el mayor honor civil del Departamento de Defensa, la Medalla al Servicio Público Distinguido. Su libro más reciente es «Seguridad Tecnológica y Poder Nacional: Ganadores y perdedores».
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