El desafío de hacer grandes desafíos

Este año estoy haciendo una serie de desafíos incómodos de 40 días, como una forma de continuar mi entrenamiento para enamorarme de la incomodidad y la incertidumbre.

Es un entrenamiento que llevo haciendo por década y media, pero en el que he profundizado aún más en los últimos 5 años. Y ahora entreno a otros en eso, en mi Programa de Entrenamiento Sin Miedo: la incertidumbre e incomodidad de hacer el trabajo de buscar tu camino.

Este año habrá un nuevo reto en mi entrenamiento. Voy a nadar en aguas profundas, por amor a la vida y a aquellos a quienes sirvo.

Contaré más sobre mis desafíos, pero primero, hablemos de lo que los desafíos difíciles pueden hacer por nosotros.

Los beneficios de los grandes desafíos

¿Por qué hacer esto en definitiva? Alguien me preguntó eso en Twitter ayer: «¿Qué estás tratando de demostrar y a quién se lo estás tratando de demostrar?» ¡Me encanta esa pregunta!

Con estos duros desafíos, intento demostrar que la dificultad, la incomodidad, la incertidumbre, la resistencia y el miedo no son nada que temer. Que no tenemos que huir de las cosas porque son difíciles o dan miedo, o porque sentimos resistencia.

Aún más, estoy tratando de demostrar que podemos enamorarnos de la incomodidad y el desafío, llevar el juego y la curiosidad mientras pasamos por la incertidumbre y el miedo, encontrar alegría en medio del caos y la falta de fundamento.

¿A quién estoy tratando de demostrárselo? A mí mismo. Y todos ustedes. Al servicio de hacer algo significativo en el mundo.

Imagine que tiene algo significativo que le gustaría hacer: escribir un libro, hacer crecer una comunidad, dar voz a otros, apoyar a los necesitados, inspirar, enseñar, servir. Pero con el trabajo significativo viene la incertidumbre y la incomodidad, y esto puede detenernos, porque huimos de ellos. ¿Por qué no simplemente disfrutar de la vida y olvidarse de ese trabajo significativo? Puede hacer eso, y sería genial, pero también puede hacer ese trabajo significativo, y puede ser increíble.

Además de eso, ¡los desafíos difíciles son increíbles! Ellos pueden:

• Enséñarnos que podemos adaptarnos al malestar.

• Mostrarnos la belleza de la incertidumbre y el no saber.

• Ayudarnos a encontrar el crecimiento en el fracaso y la pérdida.

• Demostrarnos que tenemos el coraje de hacer lo que tememos.

• Darnos evidencia de nuestra resiliencia, valor, determinación, compromiso.

• Ayudarnos a crecer de formas nuevas e inesperadas.

• Mostrarnos cuáles son nuestros patrones cuando sentimos incomodidad e incertidumbre: si no nos desafiamos a nosotros mismos a hacer cosas difíciles, es casi imposible ver cuáles son nuestros patrones, excepto, por supuesto, evitar hacer cosas difíciles.

Cada persona ha hecho algo difícil, tal vez muchas cosas difíciles: correr un maratón, dar a luz, criar hijos, completar proyectos difíciles, lidiar con problemas de salud o de relación, y mucho más. Estas son algunas de las cosas más significativas que podemos hacer, ¡y nos enseñan mucho!

El crecimiento y aprendizaje es mayor cuando termina la zona de confort, y también puede ser la parte más significativa y alegre de nuestras vidas.

Mi año de desafíos difíciles

Así que voy a demostrar todo eso con una serie de desafíos de 40 días donde enfrento mi propia incomodidad y miedo.

El primer desafío, que comencé el 1 de enero, es saltar a una piscina fría todos los días con dos de mis hijos. Respiramos un poco al estilo de Wim Hof ​​antes de sumergirnos, luego contamos 3-2-1 y saltamos en el aire. Nos ha demostrado que podemos hacer cosas difíciles todos los días y ha sido una experiencia de unión significativa para nosotros.

Todavía estoy definiendo los otros desafíos (vote por lo que debo hacer en esta encuesta rápida), pero aquí hay algunos otros que tengo en mente, de 40 días cada uno:

• Costura zen (coser un rakusu).

• Escribir un libro en 40 días (en público).

• Grabar un podcast al día durante 40 días.

• Retiro de meditación en silencio.

• Aprender un idioma (probablemente Chamoru).

• Iniciar algo todos los días durante 40 días.

• Dormir afuera.

• Aprender artes marciales.

• Practicar el ayuno intermitente.

• Erradicador de ego (mantener una posición difícil).

• Comer solo lentejas y col rizada.

• Estar sin internet excepto para creación y llamadas.

• Hablar en público.

• Entrenamiento físico al estilo de la Marina.

Voy a elegir 8 de estos para hacer después de mi desafío de natación en agua fría; nuevamente, puede ayudarme a elegir con esta encuesta rápida.

¡Mantendré un registro de cómo van y los publicaré periódicamente en Zen Habits!

Los desafíos de los grandes desafíos

Por supuesto, tenemos que reconocer que estos no vienen sin costo. Todos los siguientes desafíos se pueden superar, y compartiré cómo hacerlo, pero hay dificultades y resistencias que debemos tener en cuenta:

• Inventar razones para no hacerlo.

• ¡La resistencia es real y puede ser difícil trabajar con ella!

• El ego se interpondrá en el camino: no querer quedar mal en público, por ejemplo, o no querer aprender cómo hacer algo nuevo.

• Podríamos cansarnos y querer rendirnos después de un tiempo.

• Podríamos sentir preocupación o miedo y forzarnos a enfrentarlos, pero no disfrutar el camino.

• Completarlo también puede tener que ver con el ego, querer verse bien es un peligro real.

• Por otro lado, también se puede desencadenar la sensación de no ser lo suficientemente bueno.

• Cuando la incomodidad nos golpea en la cara, podríamos experimentar una fuerte necesidad de colapsar.

• Podríamos distraernos con muchas otras actividades para hacer en su lugar.

• El perfeccionismo a menudo puede surgir e interponerse en el camino.

• ¡Nuestras mentes se quejarán mucho al respecto!

• También podríamos llegar al exceso de trabajo, al agotamiento, y exagerar.

Estos son algunos de los principales desafíos y son reales. Son maravillosos maestros.

Una invitación para usted

Este año, le invito a hacer su propia versión de grandes desafíos. Puede ser algo que sea importante para usted: entrenar para una carrera de 5 km o medio maratón, meditar todos los días durante 5 minutos, aprender algo, hacer ese trabajo significativo que ha estado evitando.

Realice estos desafíos en pequeñas dosis, no trate de exagerar. Téngase compasión con lo que surja. Obtenga apoyo, compártalo con otros y diviértase.

Lo invito también a alentarme en el camino: publicaré en mi registro regularmente y publicaré actualizaciones aquí en Zen Habits. Sígame en Twitter o Facebook si quiere ver fotos o videos de vez en cuando.

Y si desea entrenarse en la incertidumbre y la incomodidad de su trabajo significativo, ¡únase junto a más de 100 personas a mi Programa de Entrenamiento Sin Miedo!

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