El 19 de septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. dio a conocer su estrategia para combatir los opioides ilícitos, como el fentanilo, que ha sido uno de los principales motores de la epidemia de sobredosis en Estados Unidos.
El DHS dijo que la estrategia busca reducir el suministro internacional y nacional de opioides ilícitos, centrarse en los facilitadores del tráfico de opioides, y llevar a cabo actividades de divulgación con la industria privada para reducir los envíos de drogas ilegales.
«Desde hace más de cinco años, el fentanilo está causando muchas pérdidas de vidas y destrucción en nuestras comunidades», declaró el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado de prensa.
«En el Departamento de Seguridad Nacional, junto con nuestros socios federales, estatales y locales, estamos comprometidos con combatir esta lacra y proteger de ella a las comunidades estadounidenses», añadió.
Mayorkas dijo que las nuevas directrices «ayudarán a alinear aún más nuestras operaciones de inteligencia y de campo para mantener el fentanilo fuera de las calles y llevar a los despiadados cárteles y organizaciones criminales ante la justicia.»
El DHS dijo que la estrategia aprovecharía la experiencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en la investigación de la actividad criminal transfronteriza y su acceso único a los datos aduaneros y financieros para frenar los envíos ilegales de precursores químicos de drogas que llegan a las fronteras de Estados Unidos.
La HSI es el principal brazo investigador del departamento, encargado de investigar la delincuencia y las amenazas transnacionales.
La Directora Ejecutiva Asociada de HSI, Katrina Berger, dijo que la nueva estrategia «proporciona un marco para coordinar nuestros esfuerzos para aumentar las operaciones, incrementar las inspecciones específicas y colaborar con nuestros socios.»
«Nuestra nación sigue enfrentándose a una epidemia sin precedentes de muertes por opioides sintéticos ilícitos – nuestros ciudadanos están muriendo cada año a un ritmo inimaginable», declaró la Sra. Berger.
«Se trata de una estrategia audaz e innovadora para frenar el flujo de narcóticos peligrosos y aborda directamente la emergencia de salud pública en que se ha convertido esta crisis de opioides», añadió.
Más de 1.8 millones de libras de estupefacientes y más de 5.000 millones de dólares en moneda y activos ilícitos fueron incautados por el HSI durante el año fiscal 2022, según el departamento.
El DHS dijo que continuarían apuntando a las cadenas de suministro responsables de los envíos de origen extranjero de precursores químicos ilícitos utilizados para producir «drogas que alimentan las muertes por sobredosis» en los Estados Unidos.
Opiáceos sintéticos vinculados a muertes por sobredosis
Los opioides sintéticos, como el fentanilo, son los principales causantes de muertes por sobredosis en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La Administración para el Control de Drogas informó que el fentanilo está involucrado en más muertes de estadounidenses menores de 50 años «que cualquier otra causa de muerte, incluidas las enfermedades cardíacas, el cáncer, el homicidio, el suicidio y otros accidentes.»
Para los 12 meses que terminaron en enero de 2022, el CDC informó que 71,238 estadounidenses murieron por envenenamiento con fentanilo, un aumento desde 2020, que tuvo un estimado de 57,834 muertes de este tipo.
April Babcock, fundadora de Lost Voices of Fentanyl, una organización sin fines de lucro dedicada a crear conciencia sobre el fentanilo ilícito, dijo a The Epoch Times que cree que esas cifras están «significativamente subregistradas.»
«Hay una familia… que está segura de que su hijo murió de fentanilo porque encontraron fentanilo en su casa. Pero adivina qué: ¡nunca le hicieron pruebas!». dijo Babcock.
El fentanilo ilícito que cruza la frontera estadounidense es suficiente para matar a todos los estadounidenses. Solo en junio, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) se incautó en la frontera sur de unos 2.100 kilos de fentanilo ilícito. Solo un kilogramo (2,2 libras) es suficiente para matar potencialmente a 500.000 personas.
«No creo que el público sea realmente consciente del desafío que esto supone», declaró a The Epoch Times Donna Nelson, química orgánica y profesora de la Universidad de Oklahoma. «Hay que asumir que los agentes fronterizos no están atrapando todo lo que entra en nuestro país».
«Y la cantidad que está entrando sigue aumentando; no de forma constante, pero sí con el tiempo».
Naveen Athrappully y Katie Spence contribuyeron a este reportaje.
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