Los titulares de pensiones y jubilados de EE. UU. invierten sin saberlo en empresas que están vinculadas al régimen comunista chino, por lo que el gobernador Ron DeSantis tomó medidas en diciembre para detener el flujo de dinero de los residentes de Florida hacia estas empresas.
DeSantis ordenó una revisión de las inversiones del Sistema de Pensiones de Florida para determinar cuánto se ha invertido en empresas chinas. El plan de pensiones del estado de Florida es uno de los planes de jubilación públicos más grandes de Estados Unidos y tres cuartas partes de sus activos totales son gestionados por la Junta Estatal de Administración (SBA, por sus siglas en inglés).
Tras la orden de DeSantis, la SBA inició el proceso de auditoría, según la portavoz del gobernador, Christina Pushaw.
No hay un plazo claro para que concluya la revisión, «pero la sesión legislativa finaliza el 11 de marzo y es probable que tengamos una actualización para transmitir antes de eso», dijo Pushaw a The Epoch Times.
El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump declararon una emergencia nacional para hacer frente a las amenazas a la seguridad que plantean las empresas chinas.
En junio del año pasado, Biden firmó una orden ejecutiva, ampliando una prohibición de la era Trump que prohíbe a los inversionistas estadounidenses invertir en empresas militares chinas. Muchas de estas empresas cotizan en bolsas de valores de todo el mundo y son monitoreadas por los principales índices como MSCI y FTSE.
«Creo que Estados Unidos en su conjunto debería desvincularse de China», dijo DeSantis en la reunión de la SBA el 20 de diciembre. «Pero, desde luego, nuestras inversiones deberían desvincularse».
DeSantis citó la naturaleza no transparente de las empresas chinas y su posible participación en los abusos contra los derechos humanos cometidos por el Partido Comunista Chino (PCCh).
«Las élites en Estados Unidos durante una generación han creado este gran monstruo», dijo DeSantis.
Florida también revocó la autoridad del voto mediante representación del fondo estatal de pensiones que se ha otorgado a los administradores de fondos externos, como BlackRock. DeSantis los acusó de perseguir ideologías incompatibles con los valores del estado y sus intereses financieros.
Su anuncio se produjo luego de que un grupo de defensa del consumidor enviara en diciembre una carta (pdf) a los gobernadores de los 10 principales estados con la mayor cantidad de dólares de pensiones invertidos en BlackRock. El gigante de la gestión de activos ha sido objeto de críticas en el último año por sus inversiones en China.
«Instamos a los funcionarios electos a hacer su debida diligencia para educarse a sí mismos y a su personal sobre los múltiples riesgos que plantean las amplias inversiones de BlackRock en empresas chinas, tanto desde un punto de vista ético como de la responsabilidad fiduciaria que se les debe a los titulares de pensiones y jubilados de EE. UU.», escribió William Hild, el director ejecutivo de Consumers’ Research, en la carta a los 10 gobernadores, incluido DeSantis.
Los 10 estados cuyos fondos públicos de pensiones tienen más inversiones en BlackRock son Washington, Florida, Nueva York, Nevada, Nebraska, Carolina del Sur, Oklahoma, Pensilvania, Montana y Virginia Occidental.
El estado de Washington encabeza la lista con USD 13,000 millones de fondos de pensiones estatales invertidos en BlackRock, según un informe de Consumers’ Research (pdf), seguido por Florida (USD 10,700 millones) y Nueva York (USD 9800 millones).
BlackRock y varios grandes fondos de gestión de activos de EE. UU. han sido criticados por invertir en acciones de empresas chinas que apoyan los aparatos militares y de seguridad del PCCh y ayudan a sus abusos contra los derechos humanos.
«Las decisiones de inversión de BlackRock no solo ponen en riesgo la seguridad de las pensiones de EE. UU., sino también la seguridad de nuestra nación en su conjunto», afirma el informe.
Según el informe, BlackRock tiene importantes inversiones en empresas que refuerzan el desarrollo tecnológico del ejército chino, incluidas Tencent, Semiconductor Manufacturing International Corporation, China Telecom y China SpaceSat.
La empresa de gestión de activos también ha invertido en dos empresas, Hikvision e iFlytek, que se encuentran en la lista negra del gobierno de EE. UU. por abusos de derechos humanos contra los uigures en la región occidental de Xinjiang, en China, según el informe. Hikvision es uno de los mayores fabricantes de equipos de vigilancia del mundo, e iFlytek es la principal empresa de inteligencia artificial de China.
Sin embargo, BlackRock ha rechazado estas críticas, afirmando que su obligación es gestionar los activos de acuerdo con los «objetivos y elecciones de sus clientes».
«El capitalismo de partes interesadas no se trata de política. No es una agenda social o ideológica», dijo Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, en su carta de 2022 a los directores ejecutivos en enero.
«No es ‘woke’. Es capitalismo, impulsado por relaciones mutuamente beneficiosas entre usted y los empleados, clientes, proveedores y comunidades de las que depende su empresa para prosperar. Este es el poder del capitalismo».
En enero, Virginia Occidental también decidió cortar los lazos con BlackRock por sus inversiones en China y su estrategia medioambiental, social y de gobernanza que perjudica a las empresas de combustibles fósiles.
El tesorero del estado, Riley Moore, dijo el 17 de enero en un comunicado en Twitter que «cualquier empresa que piense que la China comunista es una mejor inversión que la energía [de Virginia Occidental] o el capitalismo estadounidense tiene evidentemente una mala estrategia».
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