Los padres han pasado por muchas cosas en el último año. Kimball Lewis ha visto de primera mano el impacto de estos tiempos difíciles en las familias, como director general de la empresa de coaching para padres Empowering Parents. El sitio web, EmpoweringParents.com, ofrece orientación a los padres que se enfrentan a situaciones adversas, como la rebeldía, las mentiras, los insultos y la pereza.
«Tratamos prácticamente toda la gama de problemas de comportamiento que dificultan la crianza de los niños y la vida en el hogar», dice. «Diría que la frase más común que recibimos de los padres que se ponen en contacto con nosotros es: ‘No sé qué hacer con mi hijo; ya no sé qué hacer'».
Como un padre que da la educación a sus hijos en casa, le ofrece un gran consejo a quienes que se encuentran en una situación difícil.
The Epoch Times: Este ha sido un periodo difícil para los padres. ¿Cuáles son los retos más comunes que su empresa ha ayudado a superar a los padres durante este tiempo?
Sr. Lewis: Mantener a los niños motivados y atentos a las tareas en el aprendizaje virtual ha sido el problema número uno relacionado con el COVID. Las escuelas son muy cuidadosas y minuciosas en la forma de estructurar la jornada de aprendizaje para evitar el caos. Los profesores están capacitados para la gestión del aula. Los padres simplemente no estaban preparados para lidiar con esto. Pero con estructuras adecuadas, un conjunto de reglas definidas y un sistema de responsabilidad, los padres pueden aprender a gestionar este proceso con eficacia. Así les ayudamos.
The Epoch Times: Como padre, usted eligió educar a sus hijos en casa. Háblenos de esa decisión.
Sr. Lewis: Hubo muchos factores. En primer lugar, creímos que podíamos hacer el trabajo de forma más eficiente y completa que las escuelas. Además, quisimos tener la flexibilidad de elegir un plan de estudios y centrarnos en cosas como las matemáticas, la escritura y la música. Y eso quiere decir que nos centramos menos o ignoramos por completo las asignaturas que no nos parecían tan importantes. No estábamos obligados a cumplir todos esos requisitos.
También tenía la creencia fundamental de que reunir a cientos de adolescentes en el mismo lugar día tras día no es el entorno de aprendizaje ideal. Siempre me ha parecido un mal experimento de sociología. Deseaba que mis hijos estuvieran influenciados principalmente por adultos maduros durante sus años de formación. Como educadores en casa, nuestros hijos pasaban el 80% de su tiempo con adultos maduros y el 20% con otros niños de su edad. En una escuela tradicional, esto se invierte: los niños pasan la mayor parte del tiempo con otros niños. Los padres me preguntaban: «¿No le preocupa que sus hijos no socialicen?». Y mi respuesta era siempre: «Prefiero que mis hijos socialicen con adultos maduros y no con inmaduros de séptimo grado». Así que nunca me creí el argumento de la socialización, nunca tuvo sentido para mí.
En cualquier caso, empezó como un experimento. Un año, nuestros hijos estaban en casa durante las vacaciones de abril y decidimos, por capricho, no enviarlos a la escuela el lunes siguiente. Pensamos que pasarían el resto del año en casa para ver cómo les iba. Nunca volvieron.
The Epoch Times: ¿Cuáles han sido los mayores beneficios de la educación en casa?
Sr. Lewis: Nos pareció mucho menos estresante en general. Nuestros hijos aprendieron muchísimo sin necesidad de largas jornadas escolares y noches de tareas.
Además, a nuestros hijos nunca les faltó el sueño. Nos aseguramos de que siempre durmieran lo necesario y estuvieran bien descansados. Creo que la privación del sueño es uno de los principales impedimentos para el aprendizaje, y levantarse a las 6:30 de la mañana para tomar el autobús en una jornada escolar tradicional no es propicio para dormir las más de 10 horas que muchos adolescentes necesitan. Cuando están bien descansados, los problemas de comportamiento se reducen al mínimo y el aprendizaje es más fácil y agradable.
Una cosa que me sorprendió fue la enorme sensación de libertad de estar repentinamente desvinculado del sistema escolar. Fue como si de repente nos hubiéramos desvinculado de la carrera de ratas. Podíamos irnos de vacaciones cuando quisiéramos, y podíamos reprogramar nuestros días a nuestro antojo. Fue liberador.
The Epoch Times: ¿Qué le aconsejaría a los padres que están considerando sacar a sus hijos de la escuela para educarlos en casa?
Sr. Lewis: No tiene que hacer toda la enseñanza, solo tiene que encontrar los planes de estudio u otros recursos. Considérese principalmente como el administrador, no el profesor. A medida que nuestros hijos crecían y las asignaturas se hacían más difíciles, encontramos alternativas a la enseñanza por nosotros mismos. Hay cápsulas de aprendizaje, escuelas híbridas de dos días a la semana (a bajo costo), aprendizaje innovador en Internet y cursos en colegios comunitarios locales. Hay mucha diversidad, así que no considere que hay que elegir entre la escuela pública y el aprendizaje 100% en casa con el profesor.
Nosotros educamos a nuestros hijos en casa, pero prácticamente no les dimos clases. Nos limitamos a gestionar su aprendizaje. Trabajamos con ellos para determinar un plan de estudios razonable, pero ellos lo ejecutaron. Aprendieron a aprender por sí mismos. Nos asegurábamos que hicieran las cosas bien y los hacíamos responsables de su trabajo.
The Epoch Times: ¿Hay algún consejo final que quiera ofrecer a los padres que están leyendo esto?
Sr. Lewis: Si lo están considerando, pruébenlo. Siempre pueden volver a matricularlos en la escuela pública. No es para todo el mundo, pero no lo sabrá si no lo prueba.
Aquí compartimos otras reflexiones de este artículo: EmpoweringParents.com/article/homeschool-tips-for-parents-just-getting-started/
1. Educar en casa de forma sencilla desde el principio
Mantenga las cosas simples durante las primeras semanas o meses mientras se adapta. Nosotros decidimos que los niños solo irían a la escuela de las 9 a la 1 cada día. ¿Son suficientes cuatro horas? Sí, es suficiente para empezar. Se pueden hacer muchas cosas en cuatro horas, porque no hay que tomar el autobús, no hay recreo y no hay cafetería. La educación en casa es de bajo costo y eficiente.
2. No intente imitar lo que sucede en la escuela
No intente replicar su experiencia escolar. Si es profesor, podría lograrlo, pero la naturaleza de la educación en casa es que no está tan estructurada. No tiene que establecer un plan de estudios para cinco clases ni ceñirse a un horario rígido. Considere la falta de estructura como una característica, no como un defecto.
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