Comentario
Gracias a la anulación del caso Roe contra Wade, las mujeres jóvenes se enfrentan a algunas verdades básicas sobre los hombres y las mujeres que el feminismo ha negado durante el último medio siglo.
Al igual que otros movimientos de izquierda, el feminismo se basa en la negación de la realidad (o, si se prefiere, en mentiras). El ejemplo más conocido es la insistencia feminista en que, salvo por las diferencias físicas, los hombres y las mujeres son básicamente iguales. Esto incluye la creencia central feminista sobre la naturaleza sexual de hombres y mujeres. Durante medio siglo, a las mujeres se les ha dicho que su naturaleza sexual no es diferente de la naturaleza sexual masculina: al igual que los hombres pueden disfrutar del sexo sin compromiso e incluso del sexo anónimo, las mujeres también pueden hacerlo. Las mujeres, insiste el feminismo, han sido socializadas en la creencia de que ese tipo de sexo no concuerda con su naturaleza.
¿Quién iba a predecir que una decisión de la Corte Suprema obligaría a las jóvenes a enfrentarse a la realidad sexual?
Pero parece que la decisión de anular el caso Roe contra Wade ha hecho precisamente eso.
Por ejemplo, algunas mujeres han convocado una huelga de sexo contra los hombres. Según el New York Post, «las convocatorias a una huelga de sexo en todo el país también estaban cobrando impulso en las redes sociales y, en un momento dado, ‘la abstinencia’ era tendencia en Twitter con más de 26,900 tuits hasta el sábado por la tarde».
Algunos tuits:
«Mujeres de América: Hagan la promesa. Debido a que el SCOTUS anuló el caso Roe vs Wade, no podemos correr el riesgo de un embarazo no deseado, por lo tanto, no tendremos sexo con ningún hombre —incluyendo nuestros esposos— a menos que estemos tratando de quedar embarazadas».
«Tal vez una #huelga sexual (también conocida como #abstinencia) ayudaría a los hombres a estar todos en este asunto de los #derechosdelasmujeres».
Del mismo modo, algunas jóvenes han pedido el fin del sexo casual. En opinión de algunas jóvenes, la prohibición del aborto en algunos estados supondrá el fin de la cultura del sexo casual.
Después de que se filtrara la decisión de la Corte Suprema, la tiktoker Bridget Gwyn escribió en un texto superpuesto a un video suyo: «¿Qué mujer tendría s*x mediocre con un borracho al azar si él pudiera potencialmente ser el padre de su hijo?». En aquel momento (mayo de 2022), el video acumulaba unas 325,000 visitas.
«Estoy entrando en mi era de celibato», posteó @rebecky69420.
«Borrando todas las app de citas mientras hablamos», comentó @ghbsthbh.
«Ya le dije a mi sneaky link, no más encuentros por miedo al embarazo», escribió @confusedlobsters.
La implicación obvia de todo esto es que los hombres quieren sexo —con o sin compromiso— más que las mujeres.
Lo cual es, por supuesto, cierto. El feminismo ha mentido a las mujeres jóvenes durante más de 50 años.
¿Han convocado alguna vez los hombres una huelga de sexo —incluso en los campus universitarios, donde una relación que sale mal puede dar lugar a una acusación de agresión sexual y a un castigo sin el debido proceso? La idea es absurda.
Los únicos hombres en Estados Unidos que se piden a sí mismos y a otros hombres que no participen en la cultura del sexo casual (que es el entorno soñado por la naturaleza masculina) son los judíos y los cristianos religiosos, los mismos hombres que probablemente estén a favor de la vida.
A pesar de todo esto, estoy seguro de que la mayoría de las mujeres que piden o simpatizan con las convocatorias de huelga de sexo y al fin de la cultura del sexo casual no hacen estas elucubraciones y atan los cabos.
Si se les pregunta si los hombres y las mujeres tienen una naturaleza sexual diferente, es decir, si tienen diferencias intrínsecas con respecto a sus impulsos sexuales, la mayoría negará que sea así. De hecho, cuanto más educadas estén en la universidad, más probable es que nieguen las diferencias sexuales.
Todo el asunto está saturado de ironía. Con respecto a los hombres y las mujeres, la mayor parte de las cosas por las que ha luchado el feminismo han perjudicado a las mujeres y beneficiado a los hombres.
El lavado de cerebro a las mujeres para que crean que su naturaleza sexual no es diferente de la de los hombres solo benefició a los hombres.
La cultura del sexo casual solo ha beneficiado a los hombres.
Y los hombres se han beneficiado de que el aborto se haya convertido en una forma de control de la natalidad. El aborto a petición significaba que los hombres que embarazaban a mujeres con las que no estaban casados no tenían consecuencias. El aborto significaba que los hombres no tenían que casarse con la mujer a la que dejaban embarazada. El aborto significaba que los hombres no tenían que criar al niño que concebían. Y el aborto significaba que los hombres no tenían que pagar la manutención de sus hijos.
Resulta que el aborto es el mejor amigo de muchos hombres.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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