Tras revelar que la mayor preocupación del FBI son los extremistas violentos que se inspiran en los atentados terroristas de Hamás en Israel para llevar a cabo ataques en suelo estadounidense, el máximo responsable de la agencia federal del orden reveló que Irán intentó contratar a sicarios para asesinar a funcionarios del gobierno estadounidense.
El director del FBI, Christopher Wray, testificó en el Congreso esta semana, diciendo a los legisladores que desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza a principios de este mes, múltiples organizaciones terroristas extranjeras han pedido ataques contra los estadounidenses y Occidente.
«La realidad es que la amenaza terrorista ha sido elevada a lo largo de 2023, pero la guerra en curso en Oriente Medio ha elevado la amenaza de un ataque contra estadounidenses en Estados Unidos a un nivel completamente distinto», dijo el martes.
Wray dijo que la preocupación más inmediata del FBI es que los extremistas violentos locales en Estados Unidos se inspiren en los acontecimientos del Medio Oriente para llevar a cabo ataques contra estadounidenses en su vida cotidiana.
Además, dado que Estados Unidos ha declarado su firme apoyo a Israel después de que operativos de Hamás perpetraran un brutal ataque contra comunidades israelíes el 7 de octubre, Wray dijo que también existe un mayor riesgo de que terroristas extranjeros de Hamás puedan llevar a cabo atentados en suelo estadounidense.
A continuación dijo que «no es solo Hamás» el que representa un peligro antes de revelar que Irán está directamente en el punto de mira de las fuerzas de seguridad estadounidenses por su implicación en planes de asesinato.
«Como el mayor Estado patrocinador del terrorismo del mundo, los iraníes, por ejemplo, han organizado directamente, o contratando a delincuentes, para intentos de asesinato contra disidentes y altos funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Estados Unidos, incluso aquí mismo, en suelo estadounidense», dijo.
Wray no dio más detalles sobre quién puede haber sido el objetivo de esos intentos de asesinato ni cuándo se urdieron los complots.
Sin embargo, el Departamento de Justicia dijo el verano pasado que se descubrió un complot en el que un ciudadano iraní trató de contratar asesinos para matar a un alto funcionario de la era Trump, y que las fuerzas de seguridad estadounidenses tenían conocimiento de otros planes similares.
En el punto de mira de Irán
En agosto de 2022, el Departamento de Justicia acusó a un ciudadano iraní en un complot de asesinato por encargo para matar a John Bolton, quien una vez se desempeñó como asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump.
El sospechoso, Shahram Poursafi, de 45 años, era supuestamente miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que Estados Unidos designa como organización terrorista.
Al parecer, intentó pagar a personas en Estados Unidos USD 300,000 para llevar a cabo el atentado contra Bolton, que finalmente se frustró. Al parecer, Poursafi también ofreció un «trabajo» adicional por el que afirmaba estar dispuesto a pagar un millón de dólares.
En el momento en que se reveló el complot para asesinar a Bolton, el fiscal general adjunto Matthew Olsen, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, dijo que había habido otros intentos de asesinato relacionados con Irán.
«No es la primera vez que descubrimos complots iraníes para vengarse de personas en suelo estadounidense, y trabajaremos incansablemente para desenmascarar y desbaratar cada uno de estos intentos», declaró.
Larissa Knapp, subdirectora ejecutiva de la Subdivisión de Seguridad Nacional del FBI, dijo en ese momento que Irán «tiene un historial de conspiraciones para asesinar a individuos en los Estados Unidos que considera una amenaza.»
El complot para asesinar a Bolton fue probablemente establecido en represalia por un ataque ordenado por Estados Unidos que mató al alto comandante iraní Qassem Soleimani en enero de 2020, dijo el Departamento de Justicia.
Funcionarios iraníes desestimaron las acusaciones de planear el asesinato de Bolton como «ficción», al tiempo que lanzaron una amenaza velada.
«La República Islámica advierte contra cualquier acción que se dirija contra ciudadanos iraníes recurriendo a acusaciones ridículas», dijeron funcionarios iraníes, según el Times of Israel.
Con las acusaciones de complots iraníes de asesinato en suelo estadounidense de nuevo en el punto de mira, los legisladores estadounidenses han vuelto a pedir que se actúe.
¿Fin del «apaciguamiento» de Irán?
En reacción a las declaraciones del director del FBI, la senadora Joni Ernst ( R-Iowa) se dirigió a X para decir que había presentado un proyecto de ley que pondría fin a lo que, según ella, era el «apaciguamiento» de Irán por parte de la administración Biden.
Wray «admite que Irán ha intentado asesinar a funcionarios del gobierno estadounidense, ‘aquí mismo, en suelo estadounidense'», escribió. «Pero el gobierno de Biden no ha tomado medidas. Mi Ley PUNISH pondrá fin a este apaciguamiento y garantizará que Irán sienta las máximas repercusiones.»
En septiembre, Ernst presentó la ley PUNISH («Prevención de homicidios solapados y nefastos con apoyo iraní»), que pretende impedir que el gobierno de Biden vuelva a firmar el acuerdo nuclear con Irán hasta que las autoridades estadounidenses puedan certificar que Irán no ha planeado ningún atentado contra estadounidenses en cinco años.
«Es difícil de entender que, tras innumerables atentados contra estadounidenses y múltiples complots confirmados contra funcionarios de EE.UU., el gobierno de Biden siga acercándose a Irán con la esperanza de un mítico acuerdo nuclear», dijo Ernst en un comunicado.
«El presidente Biden no debe proporcionar ni un centavo de alivio de las sanciones al mayor patrocinador estatal del terrorismo, que está tratando activamente de matar a funcionarios y ciudadanos estadounidenses, en casa y en el extranjero», continuó, añadiendo que la Ley PUNISH «garantizaría que Irán siga sintiendo la máxima presión de Estados Unidos.»
Otros legisladores estadounidenses han pedido que se vuelva a imponer una congelación formal a los 6000 millones de dólares en fondos iraníes que la administración Biden levantó a cambio de los rehenes.
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