El FBI desmintió el jueves un informe según el cual tiene en el punto de mira a los partidarios de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2024.
El miércoles, Newsweek publicó un informe en el que se afirmaba que el FBI había creado una categoría para evaluar las amenazas conocidas como extremismo violento antigubernamental [y] antiautoridad, afirmando que engloba a individuos que considera una amenaza pero que no entran dentro de los grupos anarquistas, de milicias o de ciudadanos soberanos. Citó a más de una docena de funcionarios gubernamentales anónimos actuales y anteriores diciendo que el programa a menudo investiga a partidarios del expresidente Donald Trump.
Pero el FBI dijo en una declaración a los medios de comunicación esta semana que el reporte es falso. The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina para hacer comentarios el viernes.
«Cualquier alegación de que el FBI persigue a individuos únicamente por sus creencias políticas es categóricamente falsa», dijo un portavoz del FBI. «El FBI investiga a aquellos que cometen actos de violencia o amenazan con violencia, y no tomamos medidas basadas en creencias políticas o cualquier actividad protegida por la Primera Enmienda».
El portavoz añadió que la «amenaza planteada por los extremistas violentos domésticos es persistente, evolutiva y mortal», y añadió: «El objetivo del FBI es detectar y detener los ataques terroristas, y nuestra atención se centra en las posibles infracciones penales, la violencia y las amenazas de violencia».
«El extremismo violento antigubernamental o antiautoridad [AGAAVE] es una categoría de terrorismo doméstico, así como una de las principales prioridades de amenaza del FBI», continuó la declaración. «Esta amenaza incluye extremistas violentos anarquistas, extremistas violentos milicianos, extremistas violentos ciudadanos soberanos y otros extremistas violentos —algunos de los cuales están motivados por el deseo de dañar a aquellos con una asociación real o percibida con un partido o facción política».
Esos supuestos extremistas «han tenido como objetivo a miembros del Congreso tanto republicanos como demócratas», dijo el portavoz, sin dar más detalles. «Estamos comprometidos a proteger la seguridad y los derechos constitucionales de todos los estadounidenses y nunca abriremos una investigación basada únicamente en una actividad protegida por la Primera Enmienda, incluidas las creencias o afiliaciones políticas de una persona», señala el comunicado.
En el reporte de Newsweek, ni el presidente Trump ni su eslogan Make America Great Again (MAGA) fueron asignados a la mencionada categoría de amenaza. El artículo, sin embargo, afirmó que «personas con información privilegiada» no identificadas dijeron que se aplica a la supuesta «violencia política atribuida a los partidarios del expresidente».
Mientras tanto, un funcionario de inteligencia no identificado dijo al medio que cree que los partidarios del presidente Trump son la «mayor amenaza de violencia a nivel nacional … políticamente … esa es la realidad y el conjunto de problemas».
El supuesto funcionario preguntó entonces: «¿Pero si Trump y sus partidarios son una amenaza para la seguridad nacional, para el país, si representan una amenaza de guerra civil? Esa es una pregunta más complicada. Y eso debe resolverlo el país, no el FBI».
Se produce después de que denunciantes del FBI publicaran un informe a principios de este año y afirmaran que los principales dirigentes de la oficina han cometido «graves abusos» al tiempo que se han dejado «envolver por esta politización y militarización».
«De estas revelaciones, y especialmente tras el informe del abogado especial John Durham, se desprende claramente que el FBI se ha convertido en un arma política», decía el informe.
Uno de los denunciantes, Steve Friend, alegó que la oficina abrió cientos de casos el 6 de enero para crear la impresión de que el terrorismo doméstico es un problema mayor de lo que realmente es. Él y otros dos comparecieron a principios de año ante una comisión de la Cámara de Representantes sobre el uso como arma del gobierno, acusando también al FBI de tomar represalias contra ellos por haberse presentado.
«Hubo llamadas telefónicas», dijo el Sr. Friend a principios de este año. «Yo no estaba en ellas, pero varias personas me dijeron, me confirmaron, que se hicieron llamadas telefónicas. Dijeron que lo comprobamos para decir: ‘¿Van a acusar a este tipo? Y dijeron: ‘Aún no lo sabemos. Vamos a volver al libro de códigos a ver si encontramos algo que imputar'».
El FBI ha negado algunas de las afirmaciones de los agentes y ha dicho que no actuó como represalia contra ellos.
«La misión del FBI es defender la Constitución y proteger al pueblo estadounidense», declaró el portavoz del FBI a The Epoch Times a principios de este año. «El FBI no ha tomado ni tomará represalias contra las personas que hagan revelaciones protegidas como denunciantes».
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