El FBI recibió 467,361 quejas relacionadas con el crimen en Internet en 2019, un promedio de casi 1,300 cada día, lo cual supone el número más alto reportado desde que el centro fue establecido en mayo de 2000, según un nuevo informe.
El Informe de Delitos en Internet 2019 del Buró (pdf), publicado el 11 de febrero, reveló que se registraron más de 3,500 millones de dólares en pérdidas para las víctimas individuales y empresariales, siendo los tres principales tipos de delito denunciados los ataques de phishing, la falta de pago o de entrega y la extorsión.
Las denuncias más costosas desde el punto de vista financiero fueron las relativas a la transacción de correo electrónico comercial (BEC), el fraude por romance o confianza y la suplantación de identidad, también referida como la imitación de la cuenta de una persona o un proveedor conocido por la víctima para reunir información personal o financiera.
La jefa de la unidad del FBI, Donna Gregory, directora del Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3), dijo en una declaración que muchas víctimas habían caído en estafas ya existentes, en lugar de caer en nuevas tácticas.
«Los criminales se están volviendo muy sofisticados», dijo Gregory. «Cada vez es más difícil para las víctimas detectar las banderas rojas y distinguir entre lo real y lo falso».
El informe encontró que las estafas de phishing eran las más comunes con diferencia, con 114,702 quejas, más del doble que cualquier otro tipo de delito. El término «phishing» [suplantación de identidad] se refiere a los estafadores que engañan a las víctimas para que proporcionen información personal a través de correo electrónico, texto o teléfono que pueden utilizar para acceder a cuentas bancarias o tarjetas de crédito. Los estafadores suelen utilizar credenciales falsas o robadas que parecen proceder de una fuente legítima.
«Usted puede recibir un mensaje de texto que parece ser de su banco pidiéndole que verifique la información de su cuenta», dijo Gregory. «O incluso puede buscar un servicio en Internet y sin darse cuenta terminar en un sitio fraudulento que recopile la información de su banco o tarjeta de crédito».
Gregory enfatizó que los individuos deben ser extremadamente escépticos y «verificar las solicitudes en persona o por teléfono, verificar las direcciones web y de correo electrónico, y no seguir los enlaces proporcionados en ningún mensaje».
«De la misma manera que sus cuentas bancarias y [cuentas] en Internet han empezado a requerir una autenticación de dos factores, aplique eso a su vida», dijo.
Con un número tan elevado de quejas, Matt Gorham, director adjunto de la División Cibernética del FBI, señaló lo importante que es que las personas informen sobre actividades maliciosas al IC3 y a su oficina local.
«La información reportada al IC3 juega un papel vital en la capacidad del FBI para entender a nuestros adversarios cibernéticos y sus motivos, lo cual, a su vez, nos ayuda a imponer riesgos y consecuencias a aquellos que violan nuestras leyes y amenazan nuestra seguridad nacional», dijo.
«Es a través de estos esfuerzos que esperamos construir un panorama cibernético más seguro y protegido», añadió.
Desde su creación en 2000, el Centro de Denuncias de Delitos en Internet ha recibido un total de 4,883,231 denuncias.
El informe llega después de que las autoridades estadounidenses acusaran a cuatro miembros del ejército chino de piratear la agencia de informes crediticios Equifax, de robar la información personal sensible de unos 145 millones de estadounidenses y de sustraer los secretos comerciales de Equifax.
Wu Zhiyong, Wang Qian, Xu Ke y Liu Lei eran miembros del Instituto de Investigación 54 del Ejército de Liberación Popular, una unidad del ejército chino, y el hackeo que realizaron a Equifax a mediados de 2017 fue uno de los mayores pirateos informáticos de los que se tiene constancia.
Equifax ha acordado pagar hasta 700 millones de dólares para resolver las reclamaciones de los clientes perjudicados por el pirateo, que expuso los delicados registros financieros, los números de la seguridad social y los datos de los permisos de conducir de los estadounidenses.
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