Análisis de noticias
El director del FBI, Christopher Wray, se posiciona contra Beijing y sus ataques racistas contra los chino-estadounidenses.
El 31 de enero, el director del FBI, Christopher Wray, pronunció un discurso brillante y perfecto sobre «Cómo contrarrestar las amenazas del gobierno chino dentro de Estados Unidos». Se posicionó en contra del racismo, explicó cómo Estados Unidos puede vencer al régimen de Beijing a través de los valores estadounidenses, y señaló que las medidas de aplicación de la oficina se utilizan para proteger a los chino-estadounidenses, que suelen ser el principal objetivo de la represión del Partido Comunista Chino (PCCh) en el extranjero, incluso en suelo estadounidense.
Wray argumentó que el PCCh es un adversario más peligroso que la Unión Soviética de la primera Guerra Fría, porque China tiene una economía mucho más poderosa.
Dijo: «La Unión Soviética no fabricaba gran cosa que nadie en Estados Unidos quisiera comprar. No invertimos en la economía del otro ni enviamos un gran número de estudiantes a estudiar en las universidades del otro. Estados Unidos y la China actual están mucho más interconectados de lo que nunca estuvieron Estados Unidos y la URSS, y China es una potencia económica a un nivel que los soviéticos nunca podrían haber soñado».
Hoy, de hecho, la economía de China es aproximadamente 10 veces mayor que la de Rusia. Todo ese dinero puede destinarse a los gastos militares y a la influencia en el extranjero que Beijing utiliza para amenazar a las democracias de todo el mundo y al estado de derecho internacional.
El FBI se posiciona contra el racismo
Las advertencias de Wray sobre el régimen de Beijing no se extendieron, por supuesto, a los chino-estadounidenses. Dijo: «El gobierno chino y el Partido Comunista Chino representan la amenaza que estamos centrados en contrarrestar, no el pueblo chino, y ciertamente no los chino-estadounidenses, que son ellos mismos frecuentemente víctimas de la agresión sin ley del gobierno chino».
Proteger a los chino-estadounidenses y a los residentes de nacionalidad china en Estados Unidos del PCCh es «lo más importante» para el FBI, según Wray. «Estados Unidos es más rico y más fuerte gracias a las generaciones de personas que inmigraron aquí desde China, muchas de las cuales celebrarán la tradicional fiesta del Año Nuevo Lunar esta semana».
Wray puso el ejemplo de un estudiante chino-estadounidense de una importante universidad del Medio Oeste que había publicado elogios a los estudiantes asesinados en la plaza de Tiananmen en 1989. «Casi inmediatamente, sus padres llamaron desde China, diciendo que oficiales de inteligencia chinos se habían presentado para amenazarlos por su publicación», dijo Wray.
«Cuando este mismo estudiante participó en un ensayo online para un acto de protesta con otros estudiantes, el gobierno chino supo lo que había dicho en el ensayo, sus padres volvieron a llamar, esta vez más frenéticos».
Lo que es público sobre la «represión transnacional» del régimen de Beijing, según Wray, es solo la «punta del iceberg». Señaló que «durante décadas, el Partido Comunista Chino ha atacado, amenazado y acosado a tibetanos y uigures radicados en Estados Unidos, a miembros de Falun Gong, a defensores de la democracia y a cualquier otra persona que cuestione su legitimidad o autoridad».
Como Wray entiende perfectamente, proteger a Estados Unidos pasa por celebrar y proteger a los estadounidenses, que son un grupo diverso de etnias. Nuestra fuerza como nación está en esa diversidad y en su protección.
Estados Unidos puede vencer al PCCh
Uno de los puntos principales que Wray expuso en su discurso es que el estado de derecho estadounidense es una fortaleza, no una debilidad, para hacer frente a la amenaza de China.
«Sí, el gobierno chino entiende la sociedad libre y abierta de Occidente y trata de explotarla, pero la visión del mundo del gobierno chino también funciona como una ceguera», dijo. «Pueden pensar que nuestra adhesión al Estado de Derecho es una debilidad, pero se equivocan».
Wray señaló que el FBI es una «agencia del estado de derecho en un país del estado de derecho con socios del estado de derecho», y ve «cómo nuestros procesos democráticos y legales nos arman».
Wray señaló que las denuncias que hace el FBI, cree que puede probarlas ante personas neutrales, dando a los aliados la información necesaria para tomar medidas.
«Mira lo que ha pasado con Huawei», dijo Wray. «Cuando un gran jurado independiente devuelve una acusación en la que se acusa a una empresa de robo de secretos comerciales en serie, la gente se lo piensa dos veces antes de confiar su privacidad y sus secretos a esa empresa, y la amenaza que supone Huawei se entiende mucho mejor ahora que antes de que nuestra investigación condujera a esas acusaciones».
Las batallas que Estados Unidos gana contra el PCCh son «no solo mientras nos adherimos a nuestros valores— sino [mi énfasis] adhiriéndonos a nuestros valores», dijo Wray. «Creo que al hacerlo, estamos demostrando por qué el gobierno chino necesita cambiar de rumbo, por el bien de todos nosotros».
Las críticas extremistas al FBI no solo son infundadas, sino que son peligrosas para Estados Unidos
Aunque tanto a la izquierda como a la derecha de Estados Unidos les gusta quejarse del FBI, la realidad es que es un elemento integral de nuestra democracia, encargado del ingrato trabajo de hacer cumplir las leyes por las que todos votamos. Una democracia sin policía no sería una democracia en absoluto, sino un caos anárquico. Y una democracia sin alguien que se asome a las sombras autocráticas estaría muy abierta a los agentes extranjeros, y sería una presa fácil para dictadores como Vladimir Putin y Xi Jinping.
¿Comete errores el FBI? Por supuesto que sí. Pero todos los cometemos.
Sin embargo, cuando el FBI comete un error, alguien, en algún lugar, lo utiliza para abogar por tirar el bebé junto con el agua de la bañera, o para ponerle una correa. Y puede estar seguro de que los dictadores extranjeros descorchan el champán cuando el FBI se ve envuelto en falsas acusaciones de racismo o de no haber seguido el debido proceso. Puede que esos dictadores incluso financien a algunas de las personas que hacen esas reclamaciones.
Las críticas al FBI son aún más estridentes por parte de los extremistas, de nuevo tanto de izquierda como de derecha, que quieren utilizar la violencia —por ejemplo, en disturbios, revolución o guerra civil— para dividir o anular nuestra democracia y rehacerla a su propia imagen extremista.
Nada podría ser más irresponsable y contraproducente que abogar por la violencia entre nosotros, cuando nos enfrentamos a poderosos dictadores totalitarios —como los de Rusia y China— que buscan destruir la libertad que tenemos para discrepar sin violencia.
La libertad de expresión es uno de nuestros derechos más importantes en una democracia. Sin ella, que es lo que provoca la violencia y el matonismo del PCCh, no tenemos una democracia. Este es el estado de derecho, decidido por nuestros procesos democráticos, que Wray ha apoyado tan elocuentemente.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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