El fiscal general de Brasil, Augusto Aras, fue diagnosticado este jueves con el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) pero no presenta síntomas graves, por lo que permanecerá aislado y trabajando de forma remota, según una nota divulgada por la entidad.
El jefe del ente acusador fue uno de los asistentes la semana pasada a la posesión del nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luiz Fux, evento que ya deja seis autoridades contagiadas con la enfermedad.
Además de Aras, en los últimos días han sido diagnosticados con el virus, de entre los asistentes al acto, el mismo presidente del Supremo; el presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Maia; la presidenta del Tribunal Superior del Trabajo, María Cristina Peduzzi, y los magistrados del Tribunal Superior de Justicia Luis Felipe Salomão y Antonio Saldanha.
Ante los hechos, el propio presidente de la Corte divulgó este jueves un mensaje donde se solidariza con los contagiados, señala que durante el evento se tomaron todas las medidas de prevención e informa que la entidad está en contacto con todos los invitados que asistieron a su acto de posesión.
El Fiscal general se suma a una larga lista de políticos brasileños que han contraído el COVID-19 y que incluye al propio presidente del país, Jair Bolsonaro, y al jefe del Senado, Davi Alcolumbre.
Bolsonaro fue diagnosticado con la COVID-19 en julio pasado y tras dos semanas en las que continuó despachando aislado y sin síntomas graves, está plenamente recuperado.
También han contraído la enfermedad 14 de los 27 gobernadores del país -este jueves fue confirmado el de Mato Grosso do Sul, Reinaldo Azambuja- así como decenas de alcaldes y legisladores y la mitad de los 22 ministros del Gobierno.
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia del virus del PCCh con 134,000 fallecimientos y unos 4.4 millones de infectados.
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