La aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación durante el fin de semana eleva la cantidad total de gastos en proceso por parte de los demócratas del Congreso a unos 3.5 billones de dólares desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, y el imponente balance se produce mientras los estadounidenses luchan contra una crisis inflacionaria del costo de la vida.
Los senadores aprobaron el proyecto de ley (pdf), estimado en 74,000 millones de dólares, en una votación de 51-50 el 7 de agosto, con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
El paquete, que los republicanos han calificado de bonanza fiscal y de gasto y que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) —que no es partidista— tendría un impacto insignificante en la inflación, pasa ahora a la Cámara de Representantes para su consideración.
Suponiendo que el proyecto de ley supere todos los obstáculos legislativos restantes y se convierta en ley por el presidente, el gasto total de los demócratas en el Congreso bajo la presidencia de Biden ascendería a casi 3.5 billones de dólares.
La cifra se obtiene sumando los precios de la Ley de Recuperación Americana (1.9 billones de dólares), la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo (550,000 millones de dólares), la Ley de Chips y Ciencia (280,000 millones de dólares) y la Ley de Reducción de la Inflación (740,000 millones de dólares).
«Haciendo historia»
Aunque la CBO comunicó al líder de la mayoría del Senado, el senador Chuck Schumer (D-NY), en una carta del 6 de agosto (pdf), que no había finalizado todas sus estimaciones para cada título del proyecto de ley, las que sí analizó muestran que la legislación aumentaría los déficits presupuestarios durante el período 2022-31 en un total de unos 115,000 millones de dólares.
En declaraciones tras la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, Schumer calificó el proceso legislativo de «camino largo, duro y tortuoso, pero por fin, por fin hemos llegado».
«El Senado está haciendo historia. Estoy seguro de que la Ley de Reducción de la Inflación perdurará como una de las medidas legislativas definitorias del siglo XXI», añadió el legislador demócrata.
«Robar a las familias estadounidenses»
Los republicanos han criticado la medida, argumentando que las subidas de impuestos a las empresas perjudicarían la creación de empleo y, en contra del nombre y la intención declarada del proyecto, aumentarían las presiones inflacionistas.
«Los demócratas ya han robado a las familias estadounidenses una vez a través de la inflación, y ahora su solución es robar a las familias estadounidenses una segunda vez», dijo el líder de la minoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) en el pleno del Senado, argumentando que el proyecto de ley eliminaría puestos de trabajo.
Tax Foundation, un think tank, dijo en un análisis de los impactos económicos del nuevo proyecto de ley de gastos de los demócratas que, si bien evita algunas de las mayores subidas de impuestos contenidas en la Ley Reconstruir mejor, la nueva medida aumentaría los impuestos sobre el trabajo y la inversión, y así crearía desincentivos para la actividad productiva.
El think tank también coincidió con la opinión de la CBO sobre el impacto del nuevo proyecto de ley en la inflación, afirmando que «en conjunto, el impacto a largo plazo en la inflación es particularmente incierto, pero probablemente cercano a cero».
En general, los economistas están divididos en cuanto a la Ley de Reducción de la Inflación, ya que algunos sostienen que conducirá a una reducción de los precios al consumidor y estimulará el crecimiento económico, mientras que otros predicen que la medida empeorará la inflación y contribuirá al estancamiento económico.
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