El gobernador de California, Gavin Newsom, describió el martes seis indicadores clave para guiar cómo y cuándo el estado dorado se reabrirá para los negocios, a medida que comience a recuperarse de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a pesar de que se levantarán las medidas de cierre, Newsom dijo que la vida sería «cualquier cosa menos» normal.
Es probable que las reuniones masivas que involucran a cientos de personas, como eventos deportivos importantes, eventos comunitarios o conciertos, aún estén prohibidas, al menos durante el verano, y es posible que las personas necesiten usar cubiertas para la cara en público durante meses, dijo el martes.
«Puede cenar donde el camarero usa guantes y tal vez una máscara facial, donde los menús pueden ser desechables, donde se controla su temperatura cuando entra al restaurante», dijo Newsom en una conferencia de prensa en Sacramento.
California fue uno de los primeros estados de EE.UU. en emitir políticas obligatorias de distanciamiento social y Newsom anunció una orden estatal de permanencia en el hogar el 19 de marzo. La orden está vigente hasta nuevo aviso.
La oficina de Newsom dijo en un comunicado que no existe un cronograma preciso para modificar la orden de quedarse en casa, pero el marco para tomar esa decisión se encuentra en los seis indicadores que desarrollaron para la reapertura. Los seis factores deben cumplirse antes de que se puedan levantar las restricciones, incluso en reuniones masivas, actividades comerciales y asistencia a la escuela.
Las medidas incluyen la capacidad del estado para realizar pruebas generalizadas y llevar a cabo el rastreo de contactos, lo que le permitirá a las autoridades aislar a las personas identificadas, así como las que tienen mayor riesgo de contraer el virus. Los cinco factores restantes son:
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- La capacidad de prevenir infecciones en personas con riesgo de COVID-19 más grave;
- La capacidad hospitalaria y de los sistemas de salud para manejar una sobredemanda;
- La capacidad de desarrollar terapias para satisfacer la demanda;
- La capacidad de las empresas, las escuelas y las instalaciones de cuidado infantil para apoyar el distanciamiento físico.
- La capacidad de determinar cuándo reinstituir ciertas medidas, como las órdenes de quedarse en casa, si es necesario.
«Al contemplar la reapertura de partes de nuestro estado, debemos guiarnos por la ciencia y los datos, y debemos entender que las cosas se verán diferentes que antes», dijo Newsom en un comunicado.
Las horas de inicio de clases pueden ser escalonadas, por lo que los niños no estarían abarrotados, y las horas de almuerzo y educación física también pueden cambiar. Es probable que los restaurantes tengan menos mesas, y las grandes celebraciones, como el Día de los Caídos y el 4 de julio, tengan que posponerse o cancelarse durante el año.
La oficina de Newsom dijo que hasta que el estado pueda «desarrollar inmunidad», se implementarán medidas para garantizar que los hospitales puedan atender a los enfermos y que las personas con alto riesgo de enfermedades graves no se infecten.
En las 24 horas previas al martes por la mañana, 71 personas murieron de la enfermedad COVID-19 en California, dijo Newsom, un número récord que llevó el total del estado a 758. El condado de Los Ángeles informó 40 nuevas muertes desde el lunes, también un récord.
El número de muertos por COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como el nuevo coronavirus, ha superado los 25,900, según las estadísticas compiladas por el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins.
Se han reportado más de 608,000 infecciones, y más de 3 millones de pruebas COVID-19 se han realizado en Estados Unidos hasta el martes por la noche.
Con informes de Reuters.
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