El director adjunto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés) declaró ante el Congreso que el ICE sólo está utilizando el 73 por ciento de su capacidad para detener a extranjeros ilegales debido a las persistentes normativas de la época del COVID-19.
El director adjunto del ICE, Tae Johnson, que desempeña las funciones de director del ICE, compareció ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes el 18 de abril para discutir la solicitud presupuestaria del presidente Joe Biden para el año fiscal (FY) 2024.
Actualmente, ICE tiene capacidad para albergar a unos 34,000 extranjeros ilegales en centros de detención cercanos a la frontera sur. Con el presupuesto propuesto por Biden, esa cifra podría reducirse a 25,000, un hecho que suscitó preocupación bipartidista tanto entre el presidente Dave Joyce (R-Ohio) como entre el miembro de mayor rango Henry Cuellar (D-Texas).
Al mismo tiempo, la frontera sur de Estados Unidos se ha visto azotada por una afluencia sin precedentes de inmigración ilegal que ha dejado al ICE y a los tribunales de inmigración con importantes retrasos. Algunos extranjeros ilegales podrían permanecer en ciudades como Nueva York y San Antonio hasta 2036 antes de llegar a los tribunales. Mientras tanto, el retraso sigue creciendo a medida que los extranjeros ilegales entran en el país más rápido de lo que el sistema legal de EE. UU. puede mantener el ritmo.
Durante el interrogatorio de Joyce, Johnson reveló que más de una de cada cinco camas no se están utilizando debido a los protocolos por el COVID-19.
«¿Cuántas camas están actualmente inaccesibles debido a los protocolos por el COVID?», preguntó Joyce. También preguntó cuántas camas ha comprado Estados Unidos desde el comienzo del año fiscal 2023 que actualmente no se están utilizando debido a las mismas restricciones.
«Estamos usando alrededor del 73 por ciento de nuestra capacidad en este momento», respondió Johnson. «Esto es en gran parte, como usted describió, debido al COVID y algunas de las salvaguardias establecidas por los CDC».
Johnson añadió que tiene «esperanzas» de que cuando el Título 42 expire el 11 de mayo de 2023, los CDC den nuevas directrices al ICE y reabra el acceso a algunas de las camas retenidas.
A la pregunta de si se comprometería a no retirar ninguna cama tras el fin de la emergencia de salud pública el 11 de mayo, Johnson respondió que seguiría cualquier directriz recomendada por los CDC.
«Si los CDC levantan completamente los requisitos y no hay restricciones como antes del COVID, me comprometeré a volver a las 34,000 camas, pero realmente depende de las nuevas directrices de los CDC», dijo Johnson.
Durante su testimonio, Johnson sugirió que el espacio para camas es el mayor problema que tiene actualmente el ICE para albergar a la avalancha de inmigrantes ilegales detenidos a lo largo de la frontera.
«¿Qué se requiere para que esta administración cumpla con la ley?» preguntó Joyce durante un intercambio posterior con Johnson.
«Más camas de las que probablemente existen en el sector público», respondió Johnson.
La audiencia se produce mientras una coalición bipartidista de legisladores ha seguido advirtiendo contra la revocación del Título 42, una política de inmigración de la época del COVID que ha ayudado a los funcionarios de inmigración a gestionar la afluencia de extranjeros ilegales.
A pesar de la oposición bipartidista, Biden ha seguido adelante con el cambio previsto.
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