El incendio declarado hace más de 24 horas en Llutxent (Valencia), que ha arrasado hasta el momento 1.510 hectáreas y ha obligado al desalojo de más de 2.500 personas, permanece activo con dos frentes a la espera de la evolución meteorológica.
En las labores de extinción del incendio, que según las primeras hipótesis fue causado por un rayo, siguen trabajando 25 medios aéreos y 600 agentes forestales y bomberos, así como miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El servicio de emergencias de la Generalitat ha recomendado el «confinamiento de la población» del municipio valenciano de Pinet, «especialmente las personas con problemas respiratorios», debido al «cambio de dirección del humo» del incendio que afecta a la vecina localidad de Llutxent.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha manifestado que la gran extensión de la zona afectada por el incendio dificulta las tareas de extinción, al ser una área de «difícil acceso» y por las condiciones meteorológicas adversas que se están registrando.
Por su parte, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, ha informado a EFE, tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada, que se sigue combatiendo contra las llamas y que el fuego se ha complicado esta tarde por las altas temperaturas y el fuerte viento.
La previsión meteorológica, ha indicado Ángel, es que, a partir de las 21 horas, haya una evolución térmica favorable con la bajada de temperaturas y que llegue una carga de humedad que podría mejorar la situación.
El alcalde de Llutxent, Pep Estornell, ha informado a EFE de que el incendio se encuentra «descontrolado» y con dos frentes activos, uno en el norte, más próximo al término municipal de Barx, y otro al sur, en la zona de los términos municipales de Llutxent y Pinet.
Estornell ha advertido de que el fuerte viento «no está ayudando» las tareas de extinción, que se podrían ver agravadas en las próximas horas ante la previsión de una tormenta seca, a la que acompañarán más cambios de viento.
La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, también ha señalado en su cuenta de Twitter que el fuego sigue activo y «fuera de control» y se mantienen los desalojos preventivos realizados ayer.
El fuego se inició ayer a las 15 horas y obligó a desalojar anoche a 2.500 personas, en La Drova, en el municipio de Barx, y en las urbanizaciones de Montesol y Montepino, entre ellas los ancianos del Centro Sociosanitario Mondúver.
A consecuencia del incendio continúan cortadas las carreteras CV-608 de Llutxent a Pinet a partir del kilómetro 3,500 y la CV-675, de Gandia a Simat, como medida de seguridad.
Vecinos del municipio valenciano de Barx que han pasado la noche en las dependencias del Ayuntamiento tras ser desalojados de sus viviendas a consecuencia del incendio, han asegurado a EFE que no han podido dormir, asustados y pendientes de la evolución del fuego.
Muchos de los desalojados son extranjeros, especialmente franceses e ingleses, que pasan unos días de vacaciones en este municipio valenciano, cuyo paraje natural, muy tranquilo, suele ser frecuentado por excursionistas que realizan rutas a pie, en bicicleta o a caballo.
Los vecinos de este municipio, de apenas 1.200 habitantes, se han levantado con las calles, tejados y coches llenos de ceniza, que este mediodía aún seguía cayendo.
El Ayuntamiento de Gandia y Cruz Roja realojaron en hoteles y albergues a 96 personas que tuvieron que abandonar sus casas por el incendio de Llutxent (Valencia), mientras que los 86 usuarios de la residencia de mayores Mondúver fueron trasladados a un hotel y al Centro de Convivencia de Corea.
Cruz Roja montó 230 camas en albergues y movilizó 14 vehículos, entre ellos 7 de intervención rápida y 3 ambulancias, para asistir a la población desalojada por el incendio de Llutxent, según ha informado en un comunicado.
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