El índice de desempleo en Estados Unidos disminuyó dos décimas porcentuales al 6.7 % en noviembre, un mes en el que la economía añadió 245,000 empleos, informó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo (BLS, en inglés).
Las cifras muestran una ralentización en el crecimiento del empleo después de que en octubre la economía agregara 638,000 puestos de trabajo.
El incremento de noviembre fue el menor desde que el mercado laboral estadounidense empezó a recuperarse del impacto de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus, que eliminó 20.7 millones de empleos en abril y mayo.
Estados Unidos ha recuperado poco menos de la mitad de los puestos de trabajo perdidos en el comienzo de la pandemia.
Se otea un posible acuerdo en el Congreso para un segundo paquete de medidas de estímulo económico, tras el aprobado en marzo de 2.2 billones de dólares, el mayor de la historia del país.
El mes pasado, el sector privado añadió 344,000 puestos de trabajo, comparado con un incremento de 906,000 en octubre; en tanto que el sector público perdió 99,000 empleos tras una caída de 267,000, que reflejó la terminación de contratos temporales para el Censo.
La disminución del índice general de desempleo también refleja la desaparición de unas 400,000 personas de la fuerza laboral, ya sea porque no podían encontrar trabajo o porque debían cuidar de alguien en la familia contagiado con el covid-19.
«Hubo ganancias notables de empleo en el transporte y los almacenes a granel, los servicios profesionales y de negocios, y el cuidado de la salud», indicó BLS. «El empleo gubernamental y el comercio minorista redujeron su empleo».
El índice de desempleo entre los hombres mayores de 20 años se mantuvo en el 6.7 %, mientras que entre las mujeres mayores de 20 años bajó del 6.5 % al 6.1 %, indicó el informe.
Las remuneraciones promedio de los trabajadores subieron en noviembre un 0.3 %, después de un incremento del 0.1 % el mes anterior, y han ascendido un 4.4 % desde noviembre de 2019.
El índice de desempleo, que se había mantenido en alrededor del 3.5 % por varios meses hasta febrero, comenzó a subir a mediados de marzo y en abril alcanzó al 14 %. Desde entonces ha ido disminuyendo gradualmente.
Las remuneraciones promedio de los trabajadores subieron en noviembre un 0.3 %, después de un incremento del 0.1 % el mes anterior, y han subido un 4.4 % en los últimos 12 meses, de acuerdo con el informe gubernamental.
En tiempos normales, la economía de Estados Unidos añade empleos al aproximarse las fiestas tradicionales de fin de año, pero la nueva oleada de infecciones con el covid-19 ha forzado nuevas restricciones de las actividades comerciales en ciudades y estados.
El jueves, BLS informó de que la cifra de solicitudes del subsidio por desempleo en el país bajó a 712,000 la semana pasada, comparado con 787,000 en la semana anterior, en medio de las nuevas restricciones aplicadas en gran parte del país por el repunte de casos de covid-19.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, una medida que compensa las variaciones semanales, bajó también a 739,500 trámites, comparado con 750,750 en la semana anterior.
Según el Gobierno, en la semana que concluyó el 21 de noviembre había 5.52 millones de personas que recibían la prestación convencional por desempleo, un descenso desde los 6.09 millones de amparados en la semana anterior.
La cifra semanal de pedidos del subsidio por desempleo había tenido una media de 205,000 trámites por varios meses hasta que a finales de febrero empezó a sentirse el impacto de la pandemia de covid-19 sobre el mercado laboral.
En la última semana de marzo el Ejecutivo recibió 6.8 millones de solicitudes de la prestación, al tiempo que la economía se frenó con los cierres de empresas, comercios, bares y restaurantes; y cesó casi por completo la actividad en las instituciones educativas.
En marzo, el Congreso aprobó y el presidente Donald Trump promulgó un paquete de estímulo económico que incluyó un programa temporal de subsidio por desempleo para trabajadores independientes y contratistas que no estaban amparados por la prestación convencional.
Ese programa, que distribuía 600 dólares semanales y benefició a más de 16 millones de trabajadores, caducó a fines de julio y el Congreso y la Casa Blanca no se han puesto de acuerdo sobre una extensión de las ayudas a estos desocupados.
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