El 22 de marzo, el Kremlin respondió a las advertencias de Estados Unidos de que Rusia podría estar planeando ciberataques contra empresas estadounidenses.
«La Federación Rusa, a diferencia de muchos países occidentales, incluido Estados Unidos, no se dedica al vandalismo a nivel estatal», dijo Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, a los periodistas en Moscú.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el lunes que los servicios de inteligencia indicaban que el gobierno ruso estaba «explorando opciones para posibles ciberataques» y advirtió a las empresas privadas que tomaran medidas para tratar de evitar esos ataques.
Biden dijo a los directores ejecutivos durante una reunión celebrada ese mismo día que «el gobierno federal está haciendo su parte para prepararse», pero que debe considerarse como «una obligación patriótica» que las empresas hagan su parte invirtiendo en medidas de defensa.
«Por ejemplo, los bancos pueden activar la ciberseguridad por defecto para cada cliente para que los datos financieros de Estados Unidos estén seguros», dijo.
Anne Neuberger, asesora de ciberseguridad de la Casa Blanca, dijo que más de 100 empresas privadas fueron informadas por funcionarios federales sobre información clasificada que describía los detalles de la amenaza de Rusia, con la vista centrada en la protección de las infraestructuras críticas.
Se ha determinado que Rusia es el origen de varios ciberataques importantes en el pasado, incluido un ataque a la red eléctrica de Ucrania en 2015. Las autoridades estadounidenses también identificaron a piratas informáticos rusos como culpables de un ataque contra Colonial Pipeline, un importante operador de oleoductos estadounidense, en 2021. Ese ataque provocó la caída de la red durante semanas, elevando el coste de la gasolina.
Biden sugirió al presidente ruso Vladimir Putin en un discurso el 24 de febrero, mientras las tropas rusas invadían Ucrania, que un ciberataque ruso contra Estados Unidos daría lugar a una respuesta, aunque no se precisaron las repercusiones.
Biden viajaba esta semana a Europa para reunirse con los líderes europeos a fin de debatir la guerra entre Rusia y Ucrania, que aún se mantiene, ya que los negociadores no han sido capaces de alcanzar un alto el fuego o un acuerdo de paz.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró el martes que quiere mantener conversaciones directas con Putin después de que varias rondas de negociaciones a nivel más bajo no hayan dado los resultados deseados. Zelensky dijo que estaba dispuesto a discutir el estatus de Crimea, anexionada por Rusia, y de las regiones separatistas del este de Ucrania.
Putin ha descrito la invasión como una operación militar especial para «desmilitarizar y desnazificar» Ucrania, mientras que los líderes ucranianos han calificado la invasión de no provocada.
Peskov dijo a los periodistas el martes que pocos rusos se oponen a la operación.
«La gran mayoría —y así lo demuestran tanto las estadísticas como las encuestas de las que hablamos— más del 75% de los ciudadanos apoyan la operación, apoyan las acciones del presidente de Rusia. Este es un hecho absolutamente innegable», dijo. «Ven que hay una explicación muy activa de las metas y objetivos de esta operación, de las razones de esta operación, y esperamos que los que no están de acuerdo entiendan lo que está pasando».
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