BEIJING — El líder chino Xi Jinping visitó Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus, el martes, marcando la primera vez que lo hace desde que la epidemia comenzó a finales del año pasado.
Durante su viaje a Wuhan, «visitará y expresará sus respetos a los trabajadores médicos, oficiales y soldados militares, trabajadores comunitarios, oficiales de policía, funcionarios y voluntarios que han estado luchando contra la epidemia en el frente, así como a los pacientes y residentes durante la inspección», dijo la agencia de noticias estatal Xinhua.
Su llegada a la ciudad en el epicentro del brote fue una sorpresa para muchos ya que no hubo ningún anuncio previo.
El diario estatal Hubei Daily informó el martes -citando una reunión presidida por el jefe del partido de la provincia, Ying Yong– que la provincia de Hubei, de la cual Wuhan es la capital, está estudiando planes para permitir que las personas en zonas de riesgo medio o bajo de contraer el coronavirus puedan comenzar a viajar.
En la reunión se dijo que se podría permitir que la gente empezara a viajar utilizando una tecnología de rastreo basada en la telefonía móvil que han desplegado muchas autoridades locales en China en las últimas semanas.
Mientras tanto, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha ordenado a los funcionarios de todo el país que intensifiquen los esfuerzos propagandísticos que muestran los esfuerzos de las autoridades para contener el virus de manera positiva, según pudo saber The Epoch Times a través de un documento interno del régimen.
El gobierno central declaró recientemente a 113 equipos médicos y 506 miembros del personal médico como «ciudadanos modelo» por su participación en la respuesta al brote de coronavirus. Al mismo tiempo, los censores de Internet siguen vigilando y eliminando agresivamente los mensajes de las redes sociales que critican al régimen.
Con los medios de comunicación estatales promocionando las noticias de que están superando a otros países en la contención del virus, y que la propagación del virus en China disminuyó enormemente en la última semana -incluyendo afirmando de que en los últimos tres días no hubo nuevos casos de coronavirus transmitidos localmente fuera de Hubei- el régimen logró convencer a algunos chinos de que regresen de otros países afectados por el virus como Corea del Sur.
Al mismo tiempo, los medios de comunicación estatales han tenido una cobertura informativa dedicada a destacar el hecho de que estos viajeros infectados que regresan de puntos conflictivos en el extranjero, como Irán, Italia y Corea del Sur, ahora representan un riesgo para China porque están importando el virus.
Mientras tanto, los canales no oficiales, como los posteos de las redes sociales que aún no fueron censurados, muestran un número creciente de ciudadanos de diferentes provincias chinas que afirman que sus ciudades han iniciado una segunda ronda de medidas de cuarentena, con reglas más estrictas.
El sábado, un pequeño hotel utilizado para poner en cuarentena a personas en observación en el sur de la provincia de Fujian se derrumbó, matando al menos a 20 personas, mientras que 10 siguen desaparecidas.
De las 71 personas que estaban dentro del hotel en la ciudad de Quanzhou en el momento del colapso, 58 estaban en cuarentena, según el gobierno de la ciudad de Quanzhou.
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