El mercado de valores, un instrumento de la política exterior de Estados Unidos

Su desempeño es menos enigmático de lo que muchos piensan, cuando se ve desde una perspectiva más estratégica

Por James Gorrie
08 de septiembre de 2020 3:13 PM Actualizado: 08 de septiembre de 2020 3:13 PM

Opinión

¿Qué está pasando con el asombroso desempeño del mercado de valores de EE.UU. en estos tiempos de pandemia?

Mucho, de hecho. En el segundo trimestre, la economía se contrajo a una tasa anualizada de alrededor del 33 por ciento, mientras que los precios de la gasolina aumentaron más del 12 por ciento y la fabricación aumentó en más del 7 por ciento.

Y, sin embargo, de marzo a agosto, el mercado ha superado drásticamente a la economía. Algunos expertos explican esto afirmando que el mercado está desconectado de la economía; otros dicen lo contrario.

Incluso los expertos del más alto nivel no parecen tener una comprensión optima de lo que ocurre.

¿Todo tiene que ver con la psicología?

El premio Nobel y leyenda financiera, Robert Shiller, cree que el comportamiento del mercado tiene menos que ver con los fundamentos económicos y del mercado, y más con la psicología de masas.

Pero, ¿dónde está la multitud en el mercado? Los vendedores (deberían) superar en número a los compradores.

El volumen de operaciones es desigual en el mejor de los casos, y afirmar que el comportamiento del mercado está impulsado por las evaluaciones de los inversores sobre las «reacciones cambiantes de otros inversores a las noticias», como lo hace Shiller, en lugar de las noticias en sí, parecería diferenciar el comportamiento del mercado mucho más allá del ámbito de la economía o de las situaciones financieras de la vida real.

Claro, la psicología siempre ha jugado un papel, pero en los mercados a la baja, la gente vende sus acciones para comprar comestibles, especialmente cuando hay 30 o 40 millones de desempleados nuevos.

No hace falta decir que hay una gran cantidad de datos y opiniones contradictorias sobre lo que realmente impulsa el mercado, y eso es bastante comprensible.

Los números no coinciden

Por un lado, los datos económicos han mejorado, pero eso no puede justificar las cifras récord que hemos visto últimamente. Claro, los pedidos de fabricación aumentaron durante el último trimestre y los reclamos por desempleo bajaron, pero esas cifras por sí solas no son suficientes para justificar o explicar el desempeño espectacular del mercado este año.

Y aunque el mercado experimentó algunas caídas pronunciadas la semana pasada, recuperó todas sus pérdidas desde marzo, al comienzo de la pandemia, en medio de toda la incertidumbre actual y futura que lo rodeaba.

Abunda la incertidumbre a futuro

Eso no es normal. Por lo general, la incertidumbre es una de las principales fuerzas que impulsa a los mercados de valores a la baja y aumenta su volatilidad.

Esto es especialmente cierto con la incertidumbre futura, de la cual 2020 ya ha visto mucho, una incertidumbre tan difícil de sobrepasar que ni el mejor ejercicio de imaginación ayudaría a superarla.

¿Por dónde empezar con la lista de incertidumbres que ha traído el 2020?

De hecho, cualquier lugar para empezar con el listado servirá.

La pandemia del virus del PCCh y los constantes medios negativos que la rodean han proporcionado un nivel de incertidumbre sin precedentes. Inicialmente, se proyectaba que más de 2 millones de estadounidenses morirían a causa de la enfermedad, mientras que la escasez de equipos médicos y medicamentos y la incertidumbre sobre el tratamiento estaban en un punto álgido, esto sin intensión de manejar un doble sentido en las palabras.

Luego, por supuesto, las campañas electorales nacionales en curso han dividido a la nación, al igual que los disturbios de Black Lives Matter/Antifa en todo el país, desde Nueva York, Minneapolis y Chicago hasta Portland, Oregon, Seattle y otros. Es posible que Estados Unidos esté al borde de alguna versión de Civil War 2.0., algunos piensan que ya lo estamos.

Pero espere, hay más incertidumbre para el futuro, mucho más, de hecho.

El golpe de tambores producido a causa de la agresión de China contra Hong Kong, y potencialmente contra Taiwán, es solo el comienzo de la incertidumbre relacionada con China. También está la batalla entre la tecnología y la seguridad nacional en Estados Unidos, desde Huawei hasta TikTok y más.

Esos choques multimillonarios sin duda han aumentado la incertidumbre en el mundo empresarial, por no mencionar la posible exclusión de las listas de hasta 200 o más empresas chinas de los mercados de valores estadounidenses. La probable afectación masiva de las cuentas de jubilación de millones de estadounidenses y la pérdida de valor, sin duda, parece que agregaría aún más incertidumbre a los mercados.

Y, sin embargo, los mercados siguen subiendo a máximos históricos.

¿Como puede ser?

Seguramente, no podría deberse a todo el dinero 401 (k) que no ha estado fluyendo hacia el mercado: decenas de millones de estadounidenses perdieron sus trabajos en cuestión de meses entre marzo y junio. Muchos pronto empezaron a vivir de sus cuentas de jubilación, sin aumentarlas. De hecho, muchos todavía están en esas condiciones.

Es un mercado de la Reserva Federal

La respuesta bien puede ser, como le dirá cualquier comerciante de acciones o asesor financiero experto, que «nunca apueste contra la Fed». El significado de ese adagio es claro: la Reserva Federal impulsa el mercado y la economía. Eso es tan cierto hoy como siempre.

La Fed tiene una enorme influencia en el mercado de valores. De hecho, su influencia es aún más directa y poderosa hoy de lo que la mayoría imagina.

Hay una muy buena razón para esto, y tiene poco que ver con las fuerzas del mercado y mucho más con la política exterior. Los mercados de valores de EE.UU. son un instrumento eficaz utilizado por el gobierno federal para trabajar con países extranjeros o incluso recompensarlos.

Es más, desde al menos 2008, se ha hecho de forma bastante rutinaria.

En un artículo del New York Post, con fecha del 25 de marzo de 2015, el escritor John Crudele reveló un aspecto muy simple pero poderoso del mercado cuando escribió:

“CME Group, la bolsa de Chicago que negocia opciones y materias primas, tenía un programa de incentivos bajo el cual los bancos centrales extranjeros podían comprar derivados del mercado de valores como los contratos de futuros de Standard & Poor’s con descuento… Los contratos de futuros de S&P son el vehículo preferido para manipular el mercado. Son una forma barata y muy poderosa de provocar un frenesí de compra artificial».

¿Lo entendiste? Los contratos de futuros de S&P son el vehículo preferido para manipular el mercado.

Crudele también señaló, de una manera muy modesta, quiénes son los principales actores del mercado: “Los bancos centrales extranjeros, por supuesto, realmente no necesitan un descuento para comprar contratos de futuros de S&P… La manipulación de los mercados de valores estadounidenses por parte de entidades extranjeras probablemente ha estado ocurriendo durante algún tiempo».

El gobierno de EE.UU. actuaría como un tonto si no los aprovechara en su beneficio, del mismo modo que aprovecha el estado de la moneda de reserva del dólar estadounidense en su beneficio.

Sin conspiración.

Sin juegos de manos ni tergiversaciones.

Sin dudas.

Pero Crudele no es el primero ni el único en señalar esto.

En un artículo de Business Insider del 13 de julio de 2015, Wolf Richter escribió sobre la flagrante manipulación de la Bolsa de Valores de Shanghai por parte del régimen de Beijing y agregó: «[al igual que] Estados Unidos, Japón, Europa y otras economías donde los banqueros centrales y los gobiernos, entre otros, han manipulado los mercados durante años”.

¿Captó eso? El gobierno de Estados Unidos manipula el mercado de valores.

Es más, aparentemente, los bancos centrales extranjeros acuden al mercado de valores de Estados Unidos para ganar dinero y la Fed los ayuda a hacerlo. Intereses políticos similares que impulsan a la Fed también impulsan al Banco Central Europeo.

Pero el mercado estadounidense es la máquina de hacer dinero más eficaz, eficiente y prolífica del planeta, sin excepción. Eso no es una exageración y es precisamente por eso que el mundo viene a Wall Street.

También es una gran razón por la que los mercados suben cuando el resto del país ha bajado. El mundo necesita ayuda financiera y los mercados de valores de EE.UU. están ahí para brindarla. No se necesitan teorías de comportamiento ni estudios sobre los sentimientos de los inversores.

Y, sí, ¡sorpresa! —Los jugadores más importantes establecen las reglas. Así es y como siempre ha sido.

Al igual que el viejo adagio de que la guerra es demasiado importante para dejarla en manos de los generales, el mercado de valores es un activo de política exterior demasiado importante y demasiado valioso para dejarlo en manos de las fuerzas del mercado.

James R. Gorrie es el autor de “The China Crisis” (Wiley, 2013) y escribe en su blog, TheBananaRepublican.com. Tiene su sede en el sur de California.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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