El diagnóstico de cáncer de mama es un temor frecuente entre las mujeres. Su prevención a través de la observación y la autoexploración es la mejor forma de abordarlo, aconsejan desde el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
A nivel internacional, octubre es un mes emblemático para la concientización de esta enfermedad, mientras que el 19 de octubre se aborda de manera específica, como el «Día Internacional de lucha contra el Cáncer de mama».
El cáncer de mama es el más común del mundo y es una de las principales causas de muerte en las mujeres. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 fallecieron más de 97,000 personas por tumores malignos en México. De ese total, 7880 fueron por cáncer de mama, es decir, el 8 por ciento, siendo las mujeres mayores de 60 años el grupo más afectado.
No se trata de una enfermedad transmisible o infecciosa, “El cáncer de mama es una enfermedad en la que células de la mama con alteraciones se multiplican sin control y forman tumores que, de no tratarse, pueden propagarse por todo el cuerpo y causar la muerte”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo a las cifras publicadas por este organismo, 685,000 personas fallecieron por cáncer de mama en todo el mundo durante el 2020.
Comprender «la importancia de la detección y el tratamiento precoces” evita estados avanzados del cáncer. Es por ello que el énfasis de la OMS está puesto en fomentar la educación sobre salud pública. De este modo las familias tienen más herramientas para reconocer a tiempo los signos y síntomas propios de la enfermedad.
Con el lema «Observo, toco y siento«, el INSP lanzó este mes su campaña educativa en la que recomienda que, a partir de los 20 años, se tenga mayor conciencia del estado de las mamas a través del palpado. Las posibles anomalías a detectar en las mamas pueden ser:
- – «Bolitas» o abultamientos.
- – Endurecimientos o hundimientos.
- – Secreciones del pezón o desviaciones.
- – Cambios en el tamaño.
- – Alteraciones en el color de la piel.
- – Dolores o molestias.
Los factores de riesgo del cáncer de mama son múltiples y variados. Ser mujer y mayor de edad es uno de los principales. Lo mismo si hay antecedentes familiares con esta enfermedad.
Los hábitos saludables y la alimentación sana disminuyen el riesgo. Los estados emocionales equilibrados también. Un factor protector es la lactancia materna, al igual que las actividades físicas o las prácticas de meditación. De todas formas, nada es absoluto. «Alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama son mujeres sin ningún factor de riesgo», explica el INSP.
Existen dependencias del gobierno y asociaciones civiles para realizar mastografías de manera gratuita. Tal es el caso de la Fundación Cáncer de Mama (FUCAM) y otras jurisdicciones sanitarias y clínicas de la Ciudad de México y el área metropolitana.
Aire puro
Recientemente, The Epoch Times publicó un artículo sobre un estudio que aborda la relación entre la contaminación del aire y las tasas de cáncer de mama.
Las investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) en EE.UU. concluyeron que las personas que viven en áreas con altos niveles de contaminación del aire, «medida como partículas (PM2.5), tienen una incidencia general un 8 por ciento mayor de cáncer de mama en comparación con las personas que viven en áreas con niveles más bajos».
¿Qué pasa en México? Hay un estigma con la contaminación. ¿Qué tan nocivo es? Según el IQAir, una plataforma de información sobre la calidad del aire en tiempo real, nuestro país ocupó el lugar número 49 de las naciones más contaminadas.
Sin embargo, las redes de monitoreo del Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA) no generan datos demasiado alarmantes. Salvo Toluca, cuya calidad de aire es «extremadamente mala» y Monterrey que tiene un «riesgo alto», el resto de los puntos que se miden son moderados y buenos, es decir, inocuos.
De acuerdo a estos índices, el aire en México no sería un factor de riesgo para la salud en general ni el cáncer de mama, en particular. Entonces cuidarse, tener buena calidad de pensamientos y prestar la debida atención al cuerpo tal vez sea lo más determinante para la prevención de las enfermedades.
En la vida, la oportunidad.
Con información de Mary Gillys.
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