El Partido Comunista Chino (PCCh) no debe esperar que sus futuros reclamos de soberanía tengan ningún peso para la comunidad internacional si continúa socavando la soberanía de Ucrania, según la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.
“Cualesquiera que sean los objetivos y estrategias geopolíticas de China, no vemos que tengan una interpretación benigna de la invasión de Rusia ni de sus consecuencias para el orden internacional”, dijo Yellen durante un discurso ante el Atlantic Council, un grupo de expertos con sede en Washington.
“China no puede esperar que la comunidad global respete sus apelaciones a los principios de soberanía e integridad territorial en el futuro si no respeta estos principios ahora, cuando es necesario”.
Los comentarios de Yellen se referían a la continua negativa del PCCh a sumarse a las sanciones multilaterales contra el régimen de Vladimir Putin por su invasión a Ucrania y su negativa a denunciar la agresión de Rusia.
El PCCh ha optado, en cambio, por estrechar sus lazos con Rusia, censurar activamente los medios de comunicación y los debates online en la China continental que son críticos con Moscú, y ha repetido la propaganda rusa de que la guerra es culpa de Estados Unidos y de la OTAN.
Yellen también señaló que se estaba volviendo cada vez más difícil separar los intereses económicos y de seguridad en la economía global, y que, si el PCCh no trabajaba para corregir el rumbo sobre el tema de Rusia, la comunidad internacional podría alejarse de los lazos comerciales con China.
Con ese fin, Yellen advirtió que el liderazgo comunista de China debe ser consciente de que la voluntad internacional de integrar económicamente a China dependerá del cumplimiento de la demanda multilateral de que Rusia ponga fin a su guerra.
“No podemos permitir que los países usen su posición de mercado en materias primas, tecnologías o productos clave, para tener el poder de perturbar nuestra economía o ejercer una influencia geopolítica no deseada”, dijo Yellen.
Luego instó a Estados Unidos y a sus aliados a participar en la “acogida de amigos”, o trasladar los servicios y las relaciones comerciales a otras sociedades democráticas abiertas y lejos de los regímenes autoritarios como la China gobernada por el PCCh.
Bajo tal estrategia, Estados Unidos diversificaría sus proveedores entre naciones que estén bien integradas en la comunidad internacional y actúen de acuerdo con las reglas y normas internacionales.
“Seamos claros”, dijo Yellen, “la coalición unificada de países sancionadores no será indiferente a las acciones que socavan las sanciones que hemos implementado”.
Yellen también dijo que eran de “miras estrechas” los aparentes esfuerzos de Beijing para sacar provecho de la crisis al continuar comerciando con Rusia y dijo que «China se ha beneficiado enormemente de ser parte de un sistema global, un sistema multilateral basado en reglas».
Con ese fin, Yellen dijo que China debería usar su «papel fundamental» en la invasión en curso de Rusia a Ucrania para poner fin a la guerra y evitar una mayor separación de las economías occidentales.
“China ha afirmado durante mucho tiempo que mantiene principios internacionales sacrosantos, incluidos los consagrados en la carta de la ONU con respecto a la soberanía y la integridad territorial”, dijo Yellen.
“China ha reafirmado recientemente una ‘relación especial’ con Rusia. Espero fervientemente que China haga algo positivo de esta relación y ayude a poner fin a esta guerra”.
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