El documental ganador de Sundance “Beyond Utopia” (Más allá de la utopía), cuyo objetivo es mostrar las condiciones impensables de quienes viven dentro de Corea del Norte y las desgarradoras huidas de sus desertores, tiene otra misión de enormes proporciones: Brindar a quienes viven dentro del estado totalitario un despertar hacía el mundo exterior.
Esto se debe a que los norcoreanos siguen viviendo en gran medida en la oscuridad. Las fotografías y videos de su dura situación se hacen extremadamente difíciles de conseguir y se hace difícil verlas en el mundo exterior.
«Necesitamos sacar a la luz la verdad del país para que realmente veamos cómo es la vida en Corea del Norte, la vida real, no sólo lo que vemos con los misiles, sino que podamos ver cómo es realmente», dijo la directora Madeleine Gavin a The Epoch Times sobre su película, que esta semana fue nominada al premio del Producers Guild of America (PGA).
«Y necesitamos obtener la información para que ellos (los norcoreanos) puedan ver cómo es la vida afuera y comenzar a darse cuenta de que merecen más», dijo Gavin.
«No puedes pedir algo si no sabes que lo mereces», añadió. «Necesitan ver a qué tienen derecho para empezar a sembrar las semillas de la resistencia».
Viviendo en una prisión
En la película aparece Hyeonseo Lee, una mujer que huyó de Corea del Norte con su familia en la década de 1990 y documentó su peligroso viaje en sus memorias más vendidas de 2016, «La chica de los siete nombres».
Ella resume la vida en la sociedad completamente censurada y controlada de Corea del Norte en una frase conmovedora.
«Fuimos capturados en una enorme prisión virtual», dijo la Sra. Lee en la película.
“Muchos extranjeros se preguntan cómo los norcoreanos pueden vivir como robots humanos. Por qué no cuestionan al régimen; ¿Por qué no están derrocando al régimen? Pero creo que todas las personas, si nacieran en Corea del Norte, serían exactamente como nosotros porque no sabíamos que existía otra vida además de la que teníamos”, explica en la película.
Además de su historia, la película muestra a los Rohs, una familia norcoreana de cinco miembros, que intenta escapar del bastión del régimen.
También muestra a Soyeon Lee, una madre refugiada norcoreana decidida a reunirse con su hijo, que permanece en Corea del Norte.
La Sra. Gavin se esforzó por brindar al mundo una visión real de la vida dentro de Corea del Norte, que ha permanecido en gran medida envuelta en secreto desde que las dos Coreas se dividieron después de la Segunda Guerra Mundial.
Los norcoreanos comunes y corrientes no disfrutan de las libertades que disfruta la mayoría de la gente en las naciones democráticas. Como lo señala el informe de la ONU, las violaciones a los derechos humanos de Corea del Norte no tienen paralelo en el mundo moderno.
Un pastor ayuda a los desertores
En “Beyond Utopia”, el héroe es el pastor surcoreano Sung-eun Kim, quien dedica su vida a lo que cree que es el propósito que Dios le ha dado: Ayudar a los norcoreanos en su búsqueda de la libertad.
Para los desertores, salir de Corea del Norte no es tan sencillo como escalar una valla o incluso sobrevivir al viaje a través del río que separa el país de China. Debido a que el régimen tiene buenas relaciones con las naciones China, Laos y Vietnam (donde cazar y capturar desertores es un negocio rentable en el que las personas capturadas a menudo son vendidas para el tráfico de personas), los fugitivos deben viajar en un trayecto secreto a través de las tres naciones antes de con suerte encontrar refugio en Tailandia y finalmente llegar a Corea del Sur. El Sr. Kim ayuda en estos viajes.
“El pastor Kim es ante todo un pastor, y hace 23 años se comprometió con su Dios a dedicar su vida a esto”, dijo la Sra. Gavin en una entrevista reciente con Yahoo Entertainment. “Que no sólo dedicaría su vida a esto, sino que acompañaría los viajes con las personas a las que intentaba ayudar a escapar… Ha tenido múltiples cirugías en varias partes de su cuerpo. Sufre un dolores constantes”.
Kim ha ayudado a más de 1000 norcoreanos a desertar durante la última década. Una vez se rompió el cuello ayudando a algunos a cruzar un río en la frontera con China y se cayó por un acantilado en Laos. El pastor ya no va a China porque le advirtieron que Corea del Norte está al tanto de su actividad ayudando a los desertores y que podría ser secuestrado en el país. Ahora teme por su vida en todos estos países (Laos, Vietnam y Camboya) debido a sus relaciones con Corea del Norte.
“Ha tenido un gran impacto”, le dijo a The Epoch Times la Sra. Gavin, quien trabajó en la película de 2019 a 2022. «Sin el pastor Kim, nunca hubiéramos podido obtener el material que obtuvimos».
Imágenes de cámara oculta
Durante el proceso de filmación, la Sra. Gavin encontró propaganda e impactantes imágenes en Internet y de cámaras ocultas de desgarradoras fugas de posibles desertores que intentaban desesperadamente irse.
También se sumergió durante meses investigando en la web oscura sobre el país y sus notoriamente opresivas condiciones de vida bajo la dictadura de Kim Yong-un. Usó diferentes VPN (redes privadas virtuales, que permiten a los usuarios enmascarar sus datos de IP y evitar firewalls y otros bloqueadores) y buscó en varios idiomas.
Durante más de 70 años, el pueblo de Corea del Norte ha estado sufriendo cosas impensables bajo la dinastía Kim. Las violaciones del régimen norcoreano a los derechos humanos están bien documentadas, especialmente en las casi 400 páginas del informe de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas publicado en 2014, que detalla los crímenes contra la humanidad del régimen.
Se estima que hay entre 80,000 y 120,000 personas retenidas dentro de los actuales gulags de Corea del Norte; las mujeres y las niñas son objeto regularmente de diversas formas de violación y violencia sexual, y la privación de alimentos es la norma.
Y a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo, mantiene uno de los ejércitos más grandes y dedica importantes recursos a sus programas ilícitos de armas nucleares y misiles balísticos.
Al igual que Palestina bajo Hamás, el régimen de Kim Jung Un y el uso de sus programas de armas nucleares y de misiles han pasado a ocupar un lugar central en la vida de la gente.
Los cineastas siguieron teniendo fe
Para Gavin, hacer la película implicó un proceso como nunca antes había experimentado debido a tratar con un país como Corea del Norte y seguir una fuga en tiempo real con personas que no podían dar su pleno consentimiento para la filmación.
«Mis productores y financiadores tenían que estar de acuerdo en que corríamos un riesgo y que tal vez no pudiéramos utilizar esto», explica Gavin sobre el proceso de rodaje y las imágenes obtenidas.
La película probablemente competirá por Mejor Documental en los Premios de la Academia de marzo.
Gavin también señaló que estamos en un momento especialmente crítico debido a la política de China de repatriar a los norcoreanos.
Durante la pandemia, Gavin dijo que 2650 norcoreanos fueron arrestados en China y no devueltos porque Corea del Norte dejó de aceptarlos debido al COVID-19. Pero hace aproximadamente un mes repatriaron a 650 de ellos, quedando aproximadamente 2000.
“Muchos han sido acusados de ser religiosos, por lo que les espera el peor destino posible en Corea del Norte”, explicó la Sra. Gavin, señalando las protestas actuales relacionadas con esto.
En general, espera que mostrar la realidad de la vida dentro de Corea del Norte provoque un cambio y que recibir información sobre el mundo exterior en Corea del Norte impulse a sus ciudadanos a saber que merecen más.
“Ese intercambio de información es enorme. Y por eso nuestra película impulsa eso», dijo la Sra. Gavin a Yahoo Entertainment.
“Y luego, como dije, tenemos que hablar de la gente. Son 26 millones de personas y llevan más de 70 años sufriendo. Y es indignante que no los defendamos cada vez que podemos”.
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