El New York Times retiró a último momento un anuncio de una página completa en el que se pedía que el mundo pidiera cuentas al régimen comunista chino por la pandemia de COVID-19. El periódico dijo que el anuncio no cumplía con sus normas, pero el anuncio fue retirado después de haber pasado el proceso de investigación del periódico. El empresario que pagó el anuncio sospecha que los vínculos del periódico con el Partido Comunista Chino (PCCh) influyeron.
El anuncio estaba programado para publicarse el 22 de marzo de 2020. Ya estaba aprobado, pagado por adelantado e, incluso, impreso y distribuido en algunos lugares cuando el periódico lo retiró en medio de la noche, impidiendo que el anuncio se publicara en algunos de los principales mercados del periódico, incluidos Nueva York y Florida.
La decisión fue tan abrupta que el representante de ventas encargado del anuncio no fue informado y el cliente solo se enteró a la mañana siguiente, cuando descubrió que el anuncio no estaba en el periódico.
El cliente, Brett Kingstone, es un agente de bienes raíces en Florida. Respaldó su historia con correos electrónicos que documentaban su correspondencia con el periódico, así como imágenes del contrato que firmó, detalles sobre el pago y el posterior reembolso de la tarifa publicitaria de USD 55,000, así como imágenes del anuncio, tal como debía publicarse en algunos lugares.
Una portavoz del New York Times, Danielle Rhoades, dijo que el anuncio se publicó en «una edición previa del periódico del domingo y fue eliminado de todas las ediciones posteriores, que representan la gran mayoría de los ejemplares».
«El anuncio en cuestión no cumplía con nuestros estándares y no debería haber aparecido en The New York Times», dijo Rhoades a The Epoch Times por correo electrónico.
No respondió a una pregunta sobre si el periódico enfrentaba alguna presión del PCCh relacionada con el anuncio.
«[El anuncio] fue eliminado después de que el personal [del New York] Times lo señalara», dijo.
Kingstone, un donante prolífico para causas benéficas y conservadoras, se puso en contacto con The New York Times por correo electrónico, el 18 de marzo de 2020, con una solicitud para un publirreportaje.
Dijo que había colocado un publirreportaje en la edición dominical del periódico, en 2018, y que el personal «hizo un excelente trabajo al cumplir lo prometido, tanto en desempeño como en colocación».
«Estoy interesado en hacer lo mismo de nuevo», dijo, enviando un borrador del anuncio.
El texto instaba al gobierno de Estados Unidos a organizar e iniciar investigaciones y juicios sobre los orígenes y repercusiones de la pandemia del virus del PCCh.
“Este virus fue el resultado directo de la incompetencia e irresponsabilidad del gobierno chino. Mostraron tanto desprecio por su propia población como por la nuestra”, decía el anuncio.
El publirreportaje pedía «juicios de responsabilidad masiva» contra el PCCh, así como investigaciones en dos laboratorios chinos cercanos al epicentro de la pandemia, incluido el Instituto de Virología de Wuhan.
La investigación del Instituto de Virología de Wuhan fue tratada como un tema tabú por las redes sociales y por la prensa hegemónica en ese momento. Solo a principios de este año reconocieron que las investigaciones eran legítimas y que el virus podría haber escapado del laboratorio.
El 19 de marzo de 2020, el representante de colocación de anuncios le dijo a Kingstone que el anuncio había sido aceptado.
“Mi equipo de aceptabilidad de anuncios ha aprobado el mensaje siempre que incluyamos las notas al pie de página, su dirección de correo electrónico, un borde alrededor del anuncio y los contenidos publicitarios”, dijo el representante.
Luego, los dos intercambiaron varios correos electrónicos para compartir detalles sobre las modificaciones técnicas del anuncio, y para compartir el comprobante de pago de la tarifa del anuncio exigida antes de la publicación.
Todo parecía ir bien.
Luego, en la mañana del 22 de marzo de 2020, Kingstone se sorprendió al saber que el anuncio no se encontraba en ninguna parte de la edición para Florida.
En su buzón, encontró un correo electrónico del representante de ventas:
“Quería hacerle saber que anoche me informaron, a última hora, que nuestro equipo de producción había retirado el anuncio de la producción, sin mi conocimiento. Estoy investigando esto ahora y me pondré en contacto con usted tan pronto como pueda», decía.
“Solo quería asegurarle que estoy trabajando en esto y espero poder compartir un contexto adicional el lunes después de hablar con las personas necesarias. ¡Estaré en contacto el lunes!».
Desde entonces, el representante ha dejado el periódico. The Epoch Times omite su nombre por el bien de su privacidad.
Kingstone no ocultó su decepción.
«Me gustaría saber la razón por la que hicieron esto», dijo en una respuesta por correo electrónico al representante, solicitando un reembolso.
Se preguntó si los ejecutivos del periódico concluyeron que su mensaje particular necesitaba ser silenciado.
«Me gustó mucho cómo me trató el NYT en mi primer anuncio de promoción. Fueron más que justos. Ahora mis temores sobre su parcialidad se hacen realidad», escribió.
La cancelación fue más que una bofetada en la cara, dado que el New York Times solía sacar publirreportajes pagados por una compañía directamente controlada por el PCCh.
Después de recibir su reembolso, Kingstone no dejó las cosas así.
El sitio web de Kingstone, que figuraba en el anuncio, sufrió un ataque cibernético casi al mismo tiempo en que los ejemplares del periódico llegaron a las estanterías ese día, dijo.
Esto fue demasiada coincidencia para Kingstone, quien ha tenido sus enfrentamientos con el PCCh. Su empresa años antes ganó una demanda que sentó un precedente contra los falsificadores chinos. En 2005, publicó un libro que detalla su historia titulada: «La verdadera guerra contra Estados Unidos».
Kingstone comenzó a preguntarle a sus contactos y finalmente llegó a la conclusión de que el PCCh debe haber estado involucrado en la cancelación del anuncio.
Un ejecutivo del New York Times le dijo que un funcionario del PCCh llamó a los líderes del periódico y exigió que se retirara el anuncio, dijo. The Epoch Times no ha podido confirmar de forma independiente que la llamada se produjera. Los intentos de comunicarse con el ejecutivo para obtener comentarios al respecto no tuvieron éxito. El portavoz del periódico no confirmó ni negó que se hubiera realizado tal llamada telefónica.
En cualquier caso, la situación conlleva «una señal de cómo operaría China», según Pat Laflin, un exagente del FBI que, al jubilarse, dirigió una serie de conferencias impulsadas por el buró. Dichas conferencias se dirigieron a empresas estadounidenses y entidades de investigación sobre espionaje económico por parte de naciones adversarias, incluida China.
Es «imposible» que el PCCh dejara pasar el anuncio, le dijo a The Epoch Times.
«Si hay algo negativo sobre China, China va a gritar», dijo en una llamada telefónica.
Sólo habría que ver qué forma adoptó para llevar a cabo la presión, dijo.
«Exactamente lo que dijeron y cuán sutil fue o cuán escandaloso, eso es todo especulación. No sé. Pero, ¿se produjo la llamada? Sí».
A lo largo de los años, el New York Times se ha enfrentado repetidamente a las críticas por sus relaciones con el PCCh. La controversia se remonta al menos a 2001, cuando el entonces editor del periódico, Arthur Sulzberger Jr, se reunió con el entonces líder del PCCh, Jiang Zemin, cuya facción de poder dentro del régimen comunista ejerce influencia incluso hoy, mucho después de su retiro.
El periódico desalentó activamente la información sobre una de las atrocidades más espantosas cometidas por el PCCh -la extracción de órganos de presos de conciencia, principalmente practicantes de la práctica espiritual Falun Gong-, como indicó su excorresponsal en Beijing, Didi Kirsten Tatlow, en su testimonio ante un Tribunal Independiente sobre China en el Reino Unido.
El año pasado, el periódico finalmente cortó los lazos con el China Daily controlado por el PCCh y eliminó silenciosamente cientos de piezas de propaganda pagadas de su sitio web, informó The Washington Free Beacon. China Daily reveló a las autoridades federales un pago de 50,000 dólares al The New York Times en 2018. No está claro cuántos ingresos totales obtuvo The New York Times de los publirreportajes del PCCh.
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