Opinión
La China comunista ha decidido que debe aplastar a Hong Kong porque sabe que la ciudad presenta una canal de información alternativo étnico, geográfico, político e ideológico al estado policial autoritario del Partido Comunista Chino.
El estado policial del PCCh promete a los ciudadanos de China bienes materiales de prosperidad —teléfonos celulares, autos eléctricos— a cambio de aceptar silenciosamente los dictados comunistas sin importar cuan duros y malignos. Sin embargo Hong Kong, no es una promesa. Es un ejemplo democrático existente de la prosperidad china del siglo 21.
¿Por qué agregar «canal de información»? A pesar de los mejores esfuerzos de los censores del PCCh, de los ciberacosadores, de las brigadas de vigilancia digital y de las amenazas de la policía, lo que sucede en Hong Kong no se queda en Hong Kong. La información sobre la viabilidad política, económica, social y cultural se las arregla para desparramarse por toda China continental.
La gente china también sabe que Beijing miente sobre el COVID-19/virus de Wuhan. El virus se originó en China. Solo los medios agentes de la anterior administración de Obama dicen lo contrario. El PCCh podría haber tratado, pero falló en controlar las historias de humano a humano de las familias de luto. En febrero y marzo, el pueblo chino supo por qué la demanda de urnas funerarias tuvo un pico en la provincia de Hubei.
Los cuatro párrafos previos esbozan la amenaza política nacional que confronta el PCCh. La Plaza Tiananmen prueba que el PCCh percibe esta amenaza como un guerra.
El PCCh no puede responder esta pregunta: ¿Por cuánto tiempo puede continuar la próspera tiranía, sobreviviendo intercambiando celulares y carne de cerdo estadounidense de calidad por el servilismo de unos 400 millones de personas en la cuasi clase media de China? No se quede esperando una cifra exacta. Es enorme. Pero también son los 200 a 300 millones en el turbio estrato de trabajadores que dejaron su casa en el centro y oeste de China para trabajar en las fábricas en la costa de China. Muchos no tienen protecciones legales básicas.
El virus de Wuhan creó un malestar económico global. Ignore el catastrofismo del año electoral. El gigante económico estadounidense se tambaleó, pero los números de empleo de mayo indican que el motor creador de riqueza del mundo ha recobrado el equilibrio.
China no tanto. En 2019, el PCCh aceptó las demandas de la administración del presidente Donald Trump de ajustar el comercio y planeó recortes económicos. No obstante, el virus de Wuhan aceleró el «desacoplamiento» económico con EE. UU. y el resto de Norteamérica.
Noticias económicas recientes sugieren que China está tambaleándose. Una acuerdo de inversión y comercio de China con la UE se ha detenido. Bloomberg reportó que los incumplimientos de pago «en todos los sectores» del mercado de bonos extranjeros de China han superado los 4000 millones de dólares, el doble que durante el mismo periodo en 2019. El porcentaje de ganancias, gastos de capital y ventas al por menor del primer trimestre de 2020 podrían ser los más bajos desde los 90.
El panorama general: el motor económico productor de bienes que sostiene la estrategia política interna del PCCh necesita de los mercados internacionales. La economía interna de China no lo puede sostener.
La agresión internacional del PCCh magnifica las vulnerabilidades. La reciente vil agresión abunda. Pero si dices que mis elecciones son porque escojo cuidadosamente, te llamaré un propagandista de medios sobornado.
Ejemplos instructivos:
Imponer la tiranía del PCCh en Hong Kong viola un tratado con la potencia del G7 de Gran Bretaña. Adiós Una China, dos sistemas. Destruir el sistema legal de la ciudad daña su conectividad económica.
La guerra por la frontera con India: En el largo plazo, es peor que Hong Kong. Los dos gigantes con armas nucleares de Asia se disputan las rutas de los Himalayas que facilitan que China invada a India. La irresuelta Guerra Sino-India de 1962 revive.
Los nacionalistas de Taiwán responden a las amenazas de invasión del PCCh con demandas de independencia. Los activistas quieren que los residentes de Hong Kong se reubiquen en Taiwán.
Las guerras de espionaje y sobornos del PCCh sufren un revés. La administración de Trump designó recientemente al Global Times, la Televisión Central de China, China News Service y al People’s Daily como misiones extranjeras sujetas a la Ley de Misiones Extranjeras. Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. han hecho cumplir la regla que requieren a sus beneficiarios reportar sus lazos extranjeros, esto ha revelado una profunda penetración del PCCh en los centros de investigación estadounidenses.
La resistencia militar en los océanos Pacífico e Índico. Aquí hay dos ejemplos. El 18 de junio, buques de guerra japoneses atraparon un submarino chino intruso en aguas japonesas y lo forzaron a retirarse. La marina de India está expandiendo su fuerza submarina. New Delhi le dice a Beijing «tus líneas marítimas de abastecimiento económico se pueden cortar». (Ver ejemplo 2).
Austin Bay es un coronel (retirado) de la Reserva del Ejército de EE. UU., autor, columnista sindicado y maestro en estrategia y teoría estratégica de la Universidad de Texas. Su último libro es “Cocktails from Hell: Five Wars Shaping the 21st Century”.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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