En una conferencia de prensa el viernes, la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) dijo que el futuro del partido republicano —un tema de mucho debate y luchas internas en los últimos tiempos— todavía pertenece al expresidente Donald Trump.
El día anterior, la Cámara aprobó una resolución para destituir a Greene de dos puestos en el comité por sus comentarios y acciones pasadas. La votación de la resolución, respaldada por los demócratas, fue de 230 a 199, en gran parte por líneas de partido. Tres legisladores no votaron. Once republicanos se unieron a los demócratas para votar sí a la destitución de Greene de los comités.
Greene defendió a Trump en su discurso y dijo que los republicanos todavía lo apoyan en gran medida hasta el día de hoy. Dijo que el partido republicano todavía pertenece a Trump.
«Fue un presidente al que no le importaba el color de tu piel porque Dios nos creó a todos iguales», dijo a los periodistas en el Capitolio. «Fue un presidente que quería que cada persona triunfara y por eso lo apoyamos. Por eso siempre lo he apoyado y quiero decirles que los votantes republicanos lo siguen apoyando. El partido es suyo —no pertenece a nadie más».
Un número récord de estadounidenses votó por Trump, incluyendo un número récord de republicanos, señaló Greene.
«¿Quieres saber por qué? Es porque les encantaron sus políticas. Les encantó su lucha», dijo. «Les encanta el hecho de que por una vez tuvimos un presidente que defendió a Estados Unidos, defendió a las empresas estadounidenses y se acordó del hombre olvidado».
En un momento de la conferencia, Green empezó a hablar de los republicanos que rompieron con su partido para expulsar a Greene de sus puestos en las comisiones. Sus puestos eran en la Comisión de Presupuesto y en la Comisión de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes.
La congresista dijo que estos republicanos cometieron una «gran traición» que podría costar al GOP la mayoría de la Cámara en las elecciones de 2022.
“Hubo 10 que votaron por el impeachment contra el presidente Trump y definitivamente pagaron el precio», dijo. «Se enteraron de los votantes republicanos. Hubo 11 que votaron en mi contra ayer y eso es algo por lo que nuestros líderes deberían estar muy molestos”.
Los republicanos que se unieron a los demócratas en su voto fueron los representantes Mario Diaz-Balart (R-Fla.), Brian Fitzpatrick (R-Pa.), Carlos Gimenez (R-Fla.), Mark Jacobs (R-N.Y.), John Katko (R-N.Y.), Young Kim (R-Calif. ), Adam Kinzinger (R-Ill.), Nicole Malliotakis (R-N.Y.), María Elvira Salazar (R-Fla.), Chris Smith (R-N.J.), y Fred Upton (R-Mich.).
Los líderes republicanos de la Cámara se opusieron a la votación, diciendo que podría sentar un peligroso precedente para castigar a los legisladores por comentarios hechos antes de tomar posesión de sus cargos. Pero los demócratas dijeron que la acción era necesaria, alegando un fracaso en el liderazgo republicano después de que el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy (R-Calif.), no actuara para destituir a Greene de sus puestos en el comité. McCarthy denunció el miércoles sus comentarios anteriores.
Greene dijo el viernes que le parece bien que la destituyan de sus comités, diciendo que con la mayoría demócrata sería «una pérdida de mi tiempo».
«Así que ahora tengo mucho tiempo libre en mis manos, lo que significa que puedo hablar con mucha más gente en todo el país (…) Estoy deseando ir a casa y ver a la gente de mi distrito», dijo. «Estoy agradecida y abrumada por su apoyo».
Los comentarios de Greene se producen ahora que Trump se enfrenta a su segundo juicio de impeachment programado para comenzar la próxima semana. Senadores de ambos partidos dijeron el jueves que no quieren que Trump testifique durante el próximo juicio.
Con información de Mimi Nguyen Ly.
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