En China, las celebraciones navideñas han coincidido con el aniversario del antiguo líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Mao Zedong. Anteriormente, el líder chino Xi Jinping consideraba la Navidad como una fiesta occidental con connotaciones religiosas, lo que entra en conflicto con la ideología atea del comunismo.
En el pasado, Xi declaró que quería proteger la «cultura china» por encima de las fiestas occidentales, por lo que muchos gobiernos locales chinos han cancelado las celebraciones navideñas. Algunas universidades chinas incluso restringieron la salida de los estudiantes de sus dormitorios en Nochebuena y les ordenaron no tener «artículos relacionados con la Navidad» en sus dormitorios. Algunas ciudades desplegaron un gran número de agentes de policía en las calles e impusieron estrictos controles cerca de las iglesias. Los funcionarios locales también prohibieron a los vendedores la venta de tarjetas navideñas y otros artículos.
Sin embargo, este año, en Shanghai, la ciudad más poblada de China, los residentes participaron en una amplia gama de celebraciones navideñas, aparentemente ignorando el llamamiento del PCCh a boicotear las fiestas y festivales tradicionales occidentales. Las calles de Shanghai se llenaron de adornos navideños a principios de diciembre, con mercadillos navideños y gente vestida con todo tipo de disfraces navideños. Este rico ambiente navideño en Shanghai ha llamado mucho la atención dada la supresión de la festividad por parte del PCCh.
Mientras tanto, las autoridades del PCCh conmemoraron recientemente el 130 aniversario del nacimiento del antiguo líder del PCCh Mao Zedong con un acto de gran repercusión que fue significativamente mayor que en años anteriores.
Conmemoración del cumpleaños de Mao
A diferencia de Shanghái, que celebró la fiesta «extranjera» de la Navidad, Beijing, la capital de China, conmemoró el 130 cumpleaños de Mao el 26 de diciembre con una fastuosa ceremonia.
Las autoridades del PCCh celebraron un acto en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, al que asistieron los siete miembros del Comité Permanente del Politburó del PCCh. Xi pronunció un discurso en el que ensalzó a Mao como un «tesoro espiritual» que seguirá guiando al PCCh a largo plazo.
En comparación con su discurso de hace una década, la valoración de Xi sobre la Revolución Cultural de Mao permaneció inalterada, afirmando que aunque Mao «cometió errores» durante la Revolución Cultural, sus logros aún no pueden ser menospreciados.
Antes del acto, Xi acompañó a otros miembros del Politburó y a un grupo de funcionarios del PCCh a visitar la Sala Conmemorativa del Presidente Mao. Los funcionarios se inclinaron tres veces ante una estatua sentada de Mao y rindieron homenaje a su cuerpo embalsamado.
También se celebraron actos conmemorativos en toda China. A medida que se acercaba el cumpleaños de Mao, los medios de comunicación estatales chinos publicaron muchos artículos conmemorativos y documentales sobre su vida. En comparación con los últimos años, la magnitud de los actos conmemorativos ha aumentado significativamente este año.
Celebrar la Navidad mientras se impulsa el comunismo de Mao
Lai Jianping, exabogado de Beijing y presidente de la Federación por una China Democrática, declaró en una entrevista concedida a The Epoch Times el 29 de diciembre que la decisión del PCCh de permitir las celebraciones navideñas en Shanghai no era más que un simple espectáculo para los forasteros. Da la ilusión de que China todavía tolera la Navidad. Sin embargo, el verdadero objetivo del PCCh sigue siendo devolver a la sociedad china a las ideologías comunistas fundamentalistas de Mao.
Lai cree que las celebraciones navideñas de Shanghai deben haber sido autorizadas y dirigidas por el PCCh. Explicó que, bajo el control extremadamente estricto del PCCh, todos los actos y reuniones similares deben ser aprobados. Por lo tanto, este tipo de celebraciones a gran escala en Shanghai, más glamurosas que en años anteriores, están realmente dirigidas por el PCCh. Sin embargo, el PCCh siempre tiene su propia agenda.
«La Navidad es un espectáculo, mientras que honrar a Mao es el verdadero objetivo ideológico», dijo Lai. «El PCCh intenta crear una falsa impresión en todo el mundo. Al mismo tiempo, también intenta mostrar a los partidarios de la ‘reforma y apertura’ y a los que defienden los valores democráticos y occidentales que el PCCh sigue abierto a reconocer la sociedad occidental y algunos de sus valores.»
Lai añadió: «En esencia, el PCCh quiere dar un duro giro a la izquierda y volver al comunismo fundamentalista, que representa la dictadura totalitaria de Mao y sus ideales de extrema izquierda. En apariencia, el PCCh intenta combinar populismo y nacionalismo en su programa político, lo que hará que algunas fuerzas de izquierda [dentro del PCCh] apoyen aún más a Xi».
Según Lai, existe un cierto nivel de división en la opinión pública china. En los niveles superiores del PCCh, está bien coordinada y están unidos. Sin embargo, no ocurre lo mismo entre la gente corriente de China. Hay una grave división en la opinión pública china: muchas élites e intelectuales tienen una impresión negativa de Mao, pero también hay grupos de personas que lo admiran.
«Cualquiera con un poco de sentido común comprende el estado de la sociedad china bajo Mao, donde la gente no tenía derechos políticos ni libertades, y donde había una penuria económica extrema», dijo Lai. «Todo el país estaba sumido en la pobreza extrema, y por eso la mayoría de la gente no estaba a favor del maoísmo. Sin embargo, los antiguos ‘guardias rojos’ [de la época de Mao] seguían venerando a Mao hasta el punto de apoyarlo y venerarlo. Crean la idea de que mucha gente [en China] sigue añorando la época de Mao. Sin embargo, esta no es la realidad. El número de personas que admiran a Mao es mucho menor que el de quienes lo odian».
Lai también explicó que todos los miembros del Politburó y los altos cargos del PCCh son leales a Xi, por lo que es imposible que se opongan a sus ideas. Sin embargo, puede haber diferencias sobre política económica entre las élites del PCCh. Como resultado, el PCCh quiere reforzar el totalitarismo y su control sobre la sociedad y el pueblo, pero también quiere utilizar algún tipo de bandera para evitar que la economía se hunda. El comunismo fundamentalista de Mao es la política actual del PCCh, pero el régimen está extendiendo una «rama de olivo» a aquellos en el país que pueden no estar de acuerdo con el maoísmo radical. Las celebraciones navideñas fueron simplemente utilizadas por el PCCh para mostrar a estas personas que el régimen es algo «abierto» y «tolerante» con algunos ideales occidentales.
Sin embargo, esto no es un indicio de que el PCCh vaya a desviarse de su totalitarismo y su giro a la izquierda dura del comunismo maoísta.
Xin Ning ha contribuido a este artículo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
