El PCCh sigue inventando mentiras, a pesar de que enfrenta una crisis severa

Por Wang He
01 de octubre de 2020 9:20 PM Actualizado: 01 de octubre de 2020 9:20 PM

Opinión

Se suponía que el año 2020 vería el fin de la pobreza en China, el año en que concluye la 13ª Iniciativa de Desarrollo Social y Económico de Cinco Años, y el año en que el país entra en la segunda fase del “Desarrollo de tres pasos del socialismo con características chinas” en las áreas económicas, militares y rurales.

Se suponía que sería un año para que el líder chino, Xi Jinping, y sus camaradas elogiaran su importancia y éxito en China. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha puesto a Xi y al Partido Comunista Chino (PCCh) en una grave crisis.

De hecho, Xi y el PCCh están unidos en un destino compartido de enfrentar la lucha por el poder dentro del Partido, el malestar social en la nación, y la presión de la comunidad internacional.

¿Podemos esperar que Xi y el PCCh cambien? No, ellos todavía están tomando el mismo camino de siempre con la misma mentalidad.

Por un lado, el PCCh sigue proclamando que el progreso ha sido «mejor de lo esperado», según informó el Politburó el 30 de julio.

Por otro lado, el PCCh sigue actuando con dureza.

La supresión de grupos étnicos continúa. La construcción de campos de concentración continúa en Xinjiang, donde al menos un millón de uigures están detenidos. Las autoridades de Mongolia Interior han ordenado recientemente de que las escuelas enseñen en chino mandarín anulando por la fuerza la enseñanza del idioma mongol. En el pasado, esta política también se utilizó con coreanos étnicos y en el Tíbet.

La vigilancia de alta tecnología y la amplia gestión de la red se imponen al pueblo en general en China. La gestión de la red es un sistema adaptado recientemente por Beijing para monitorear y controlar a los residentes.

Las empresas privadas ahora deben someterse al control del Partido a través del Departamento de Trabajo del Frente Unido, una unidad del PCCh que coordina a miles de grupos para llevar a cabo operaciones de influencia política extranjera, reprimir los movimientos disidentes, recopilar inteligencia, y facilitar la transferencia de tecnología a China.

La represión en contra de los disidentes políticos continúa, ya sean intelectuales, como Xu Zhangrun, profesor de Jurisprudencia y Derecho Constitucional en la Universidad de Tsinghua en Beijing; o los «príncipes rojos» de segunda generación, como Ren Zhiqiang, un exmagnate inmobiliario; y Cai Xia, profesor jubilado de la Escuela Central del Partido del PCCh.

En el ámbito internacional, el PCCh ha adoptado políticas para amenazar la democracia en Hong Kong y Taiwán, y una confrontación global con Estados Unidos.

Cifras económicos inventadas

Si bien 2020 ha sido un año de desastres sin precedentes en China—la mortal pandemia del virus del PCCh (nuevo coronavirus), inundaciones masivas, una mala economía y más— todos han tenido un impacto negativo directo en un año políticamente importante para el régimen. No obstante, el PCCh continúa inventando logros económicos y cifras de crecimiento.

Recientemente, los internautas chinos resumieron las tres principales mentiras del PCCh en 2020:

  1. El crecimiento del PBI del segundo trimestre para 2020 fue del 3.2%;
  2. La producción de cereales en verano alcanzó un máximo histórico, un 0.9 % más que el año pasado, según la Oficina Nacional de Estadísticas;
  3. Todos los residentes rurales habrán salido de la pobreza para el 2020.Aquí está mi breve análisis de estas tres mentiras.

La mentira sobre el crecimiento del PBI

El portavoz de China, CGTN, informó: «La segunda economía más grande del mundo creció un 3.2% de abril a junio respecto al año anterior, revirtiendo una caída del 6.8 % en el primer trimestre».

Es obvio que es difícil para el PCCh no presumir de sus logros y de la superioridad de la trayectoria china. Pero, ¿son fiables los datos oficiales del régimen?

En 2019, Xiang Songzuo, economista y profesor de la Escuela de Finanzas de la Universidad de Renmin, argumentó que las estadísticas oficiales no dicen la verdad sobre la salud de la economía de China. Según Xiang, cuando fue a lugares para observar, investigar y hablar con la gente, «los funcionarios del gobierno local son mucho más francos sobre el hecho de que sus regiones están experimentando un crecimiento negativo». Por supuesto, su comentario fue eliminado inmediatamente de la web china.

Hasta ahora, la pandemia ha provocado más de 33 millones de casos confirmados y más de un millón de muertes en todo el mundo. Entre ellos, Estados Unidos ha contabilizado más de 7.4 millones de personas infectadas y más de 210,000 muertes. China, por otro lado, siendo el epicentro y origen del virus del PCCh, ha anunciado oficialmente un número sorprendentemente pequeño de infecciones y muertes (un total de 90,993 infecciones y 4746 muertes al 28 de septiembre)— esta cifra indica cuánto pudo haber manipulado el PCCh los datos.

Dado el efecto devastador que tiene la pandemia en la economía china, el crecimiento del 3.2% en el segundo trimestre puede considerarse una mentira.

La mentira sobre la cosecha abundante de grano

El 22 de agosto, el diario estatal People’s Daily informó que «la producción de cereales de verano de China alcanzó un récord de 142,800 millones de kg este año, 1210 millones de kg más que el año anterior».

Pan Wenbo, jefe del departamento de producción de cultivos del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, dijo: «Las inundaciones en el sur de China no cambiaron la tendencia general de aumento de la producción».

Sin embargo, Pan es consciente del hecho de que la cosecha de cereales de otoño representa las tres cuartas partes de la producción anual de cereales en China. Con las graves inundaciones al sur y en la cuenca del río Amarillo, y las plagas de langostas, ¿Qué probabilidad hay de que este año haya una cosecha abundante de cereales, como afirmó?

El Informe de Desarrollo Rural 2020 de la Academia China de Ciencias Sociales, publicado el 17 de agosto, dice que se espera que China tenga una brecha en el suministro de alimentos de 130 millones de toneladas para fines de 2025. Y según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China en diciembre de 2018, la tasa de autosuficiencia alimentaria de China había caído a alrededor del 82.3%. Esa es una diferencia del 17.7%.

Lo que implica la diferencia del 17.7% es la escasez de alimentos para 250 millones de chinos en el continente.

De hecho, China se convirtió en un importador neto de productos agrícolas en 2008, según el Informe del Servicio Agrícola Extranjero del USDA. La CGTN, portavoz del régimen, también informó que China es el mayor importador de granos del mundo, habiendo importado 115 millones de toneladas de granos en 2018. Y según el portal de noticias chino Sina.com, China se ha convertido en el mayor importador de productos agrícolas desde el 2011.

Estados Unidos es el principal exportador de alimentos de China. Bajo la actual situación de guerra fría entre Estados Unidos y China, el problema del suministro de alimentos pasó de ser un arma utilizada por Beijing para atacar a Washington, a ser la debilidad del PCCh. Las amargas relaciones del PCCh con Australia y Canadá, también importantes exportadores de alimentos, han aumentado aún más el riesgo de que China no consiga asegurar sus importaciones de alimentos.

Además, la corrupción dentro del sistema de reservas de granos de China ha llevado a muchos a sospechar que los registros falsos de reservas de granos podrían ascender a un mínimo de cientos de millones de toneladas de granos.

El PCCh lo sabe bien. En marzo de 2019, mientras la guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensificaba, el PCCh ordenó un control de inventario nacional de la cantidad y calidad de las reservas de granos de China. En agosto de este año, Xi Jinping volvió a llamar la atención sobre la seguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos e implementó la campaña «plato limpio«. Todos estos revelan la crisis alimenticia que enfrenta China en la actualidad.

La mentira sobre erradicar la pobreza

En 2015, mientras visitaba Seattle, Xi Jinping mencionó en un discurso: “Según el propio estándar de China, todavía tenemos más de 70 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Si se mide según el estándar del Banco Mundial, el número sería de más de 200 millones».

En noviembre del mismo año, el Comité Central y el Consejo de Estado del PCCh adoptaron la decisión de «Ganar la lucha contra la pobreza», que trazó el curso de la campaña de alivio de la pobreza de China hasta el 2020. Sin embargo, la pandemia, las inundaciones y varios otros desastres han condenado la «decisión».

Además, en lo que respecta a sacar a las personas de la pobreza, se escuchan opiniones divergentes. Por ejemplo, durante una reunión de la legislatura títere de China el 28 de mayo, el primer ministro Li Keqiang dijo que China todavía tiene 600 millones de personas con un ingreso mensual de apenas 1000 yuanes (USD 140). Esto ha sido ampliamente interpretado como un ataque al plan de alivio de la pobreza de Xi.

Sin embargo, cantar “victoria” en la erradicación de la pobreza sigue siendo previsible aplicando la mentalidad del régimen.

Es bastante fácil y conveniente para el PCCh crear una imagen de victoria.

El 2 de enero, un mensaje de WeChat posteado en Yulin en la provincia de Guangxi, informó a los lugareños: “Se le ha identificado como un individuo en extrema pobreza. Para asegurarse de que la nación alcance la meta de 2020 para eliminar la pobreza, entréguese mañana por la mañana a las 8 en punto a la oficina de seguridad pública local para ser ejecutado».

Los funcionarios locales en Yulin dijeron más tarde que alguien estaba «difundiendo rumores». Pero este posteo no está tan lejos de las afirmaciones absurdas hechas por el PCCh sobre “sacar a todas las personas de la pobreza” en China hoy.

En conclusión, Xi Jinping y el PCCh han quedado atrapados en una crisis provocada por el desarrollo en tres pasos del socialismo con características chinas y por las tres grandes mentiras. Para el PCCh, eso significa que está condenado a salir de la escena de la historia.

Wang He tiene una maestría en derecho e historia, con especialización en el movimiento comunista internacional. Él fue profesor universitario y ejecutivo de una gran empresa privada en China. Fue encarcelado en China dos veces por sus creencias. Wang vive ahora en Norteamérica y ha publicado comentarios sobre la actualidad y la política de China desde 2017.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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