El Departamento de Defensa de EE. UU. emprendió una iniciativa para alimentar a las tropas estadounidenses con carne cultivada en laboratorio, como parte de su campaña para frenar el «cambio climático global», informó un grupo de vigilancia que emitió una advertencia sobre la iniciativa.
BioMADE, un fabricante de carne cultivada en laboratorio, que cuenta con el patrocinio y la financiación del Departamento de Defensa (DoD), pregonó su historial de innovación al anunciar un aumento del límite presupuestario de los fondos federales hasta USD 500 millones para ayudar a poner en marcha el plan, de acuerdo con un comunicado del 7 de marzo.
«La investigación y el desarrollo de BioMADE ya están produciendo avances significativos en la fabricación de proteínas, productos químicos, tejidos y caucho biológicos, entre otros», declaró Douglas Friedman, director general de BioMADE, en el comunicado.
«Juntos con el DoD, BioMADE está interesada en acelerar el desarrollo tecnológico relacionado con la mitigación de las causas y consecuencias del cambio climático global».
Un documento que resume la propuesta de BioMade detalla su plan para cultivar alimentos mediante «novedosos métodos de cultivo celular adecuados para la producción de carne/proteínas cultivadas», y hacia la «producción de raciones militares densas en nutrientes mediante procesos de fermentación».
El Pentágono no respondió a las preguntas sobre el contrato.
Jack Hubbard, director ejecutivo del Centro para el Medio Ambiente y el Bienestar, expresó su preocupación después de revisar los documentos.
«¿Deberían los soldados estadounidenses servir realmente como conejillos de indias o ratas de laboratorio para un nuevo producto experimental cultivado en laboratorio en el que no hay estudios a largo plazo y el público no conoce los ingredientes?», declaró el Sr. Hubbard a The Epoch Times.
«¿Por qué estamos utilizando el dinero de los contribuyentes estadounidenses para alimentar a nuestras tropas con un producto que la mayoría de la gente no daría a sus propios hijos?».
Los productos similares a la carne sintética se crean tomando células obtenidas de animales y colocándolas en una zona caliente y estéril -—normalmente una cuba metálica— donde luego se combinan con una solución de sustancias químicas que hace que las células se dupliquen una vez al día. Algunos ingredientes se ocultan al público debido a los derechos de propiedad de los productores.
El mercado de la carne sintética ya existe en Estados Unidos.
EE. UU. aprueba productos de laboratorio similares a la carne
El año pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dio luz verde a dos productores para que comenzaran a elaborar y vender productos cultivados en laboratorio similares al pollo. Con este hecho, Estados Unidos se convirtió en el segundo país del mundo, después de Singapur, en permitir la venta de carne sintética cultivada a partir de células animales.
Bill Gates, inversionista en Upside Foods, uno de los dos productores de carne sintética autorizados por el USDA, cree que las alternativas similares a la carne son necesarias para proteger al mundo de las catástrofes climáticas causadas por los gases de efecto invernadero.
El 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en Estados Unidos proceden de la producción de ganado vacuno, mientras que la producción de energía y el transporte producen conjuntamente el 53% de las emisiones, según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos.
Por su parte, los ganaderos estadounidenses se preparan para luchar por proteger la definición de la palabra «carne», frente a los productores de alternativas de carne sintética basada en células.
«Esta es una línea roja. No es justo que estos productores-creadores puedan comercializar y vender sus productos a costa del ganadero», declaró anteriormente a The Epoch Times Justin Tupper, presidente de la Asociación de Ganaderos de Estados Unidos.
«Estamos hablando de productos de cultivo celular repletos de sustancias químicas que, en cierto modo, pueden simular la carne, pero no son carne, y el consumidor estadounidense tiene que entenderlo», añadió el Sr. Tupper.
Otros países ya rechazaron la carne cultivada en laboratorio. El pasado mes de agosto, Italia se convirtió en el primer país en declarar ilegal la producción o comercialización de este tipo de alimentos, alegando la preocupación por la salud como principal motivo, después de que dos millones de italianos firmaran una petición pidiendo la prohibición de los productos cárnicos sintéticos.
Según el Sr. Hubbard, si no se toman medidas, los ciudadanos verán cómo se consolida aún más el suministro de alimentos de Estados Unidos, dejando fuera del negocio a los proveedores familiares más pequeños.
«Ellos dicen que se trata del clima, pero cuando se da un paso atrás y se observa la adopción a gran escala de la carne cultivada en laboratorio, parece que se trata más bien de tomar una cadena de suministro agrícola mundial descentralizada y transformarla en fábricas controladas por unos pocos», afirmó el Sr. Hubbard.
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