El plan «Reconstruir mejor» de Biden podría contraer la economía, dicen analistas

Por Emel Akan
18 de mayo de 2021 8:18 PM Actualizado: 18 de mayo de 2021 8:18 PM

WASHINGTON—El presidente Joe Biden está pidiendo al Congreso que apruebe más de 4 billones de dólares en infraestructura y paquetes de bienestar social como parte de su agenda “Reconstruir mejor”. Si bien sus ambiciosos planes apuntan a estimular el crecimiento económico y laboral, los analistas prevén que los aumentos propuestos en el gasto y los impuestos reducirían la economía estadounidense a largo plazo.

El 31 de marzo, Biden anunció el American Jobs Plan, su propuesta de infraestructura de 2.3 billones de dólares que destina la mayor parte del gasto a prioridades progresistas como el cambio climático. Describió su propuesta como “la mayor inversión en empleos estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial” en un discurso en Pittsburgh el día del anuncio.

Es poco probable que su plan de gastos, el cual incluye importantes aumentos de impuestos a las corporaciones, obtenga el apoyo bipartidista en Capitol Hill. Los republicanos calificaron anteriormente al plan de infraestructura como un «caballo de Troya» para las prioridades progresistas y el gasto deficitario en lugar de abordar problemas sistémicos con carreteras y puentes.

El modelo presupuestario Penn Wharton de la Universidad de Pensilvania proyecta que el plan de infraestructura de Biden gastaría 2.7 billones de dólares en los próximos 10 años. Esta cantidad es 400 mil millones de dólares más de lo anunciado por la Casa Blanca, ya que incluye créditos fiscales por energía limpia que no aparecen en el anuncio original de la administración.

Según el modelo de Penn Wharton, las disposiciones sobre gastos e impuestos del plan terminarían por reducir el producto interno bruto (PIB) en un 0.8 % para 2050.

Si bien los aumentos de impuestos a las empresas de la propuesta reducen la deuda pública a largo plazo, «desalentarían la inversión empresarial y, por lo tanto, reducirían el PIB», según un reporte de los analistas de Penn Wharton.

Biden propone aumentos sustanciales de impuestos a las corporaciones de EE. UU. para pagar su ambicioso paquete de gastos. Su objetivo es aumentar la tasa de impuestos corporativos al 28 % a partir de la tasa actual del 21 %, un nivel que lo colocaría por encima de sus pares globales y potencialmente reduciría la competitividad de Estados Unidos.

El Plan para las Familias Estadounidenses, el cual es el segundo componente de la agenda Build Back Better de Biden, consiste en aproximadamente 1 billón de dólares en inversiones y 800 mil millones de dólares en recortes de impuestos y créditos para familias y trabajadores, según la Casa Blanca. La nueva propuesta de gasto se enfoca en expandir el estado de bienestar al brindar acceso a una buena educación, cuidado infantil asequible y más. La manutención de cuidado infantil recibe la mayor cantidad de fondos bajo el plan.

Biden propone aumentar los impuestos a los hogares de altos ingresos para pagar este gasto.

Los analistas de Penn Wharton proyectaron que el plan en realidad gastaría 2.5 billones de dólares durante los próximos 10 años, alrededor de 700 mil millones de dólares más de lo que anunció la administración. El plan «aumentaría la deuda del gobierno en casi un 5 % y reduciría el PIB en un 0.4 %» para 2050, escribieron los analistas en el reporte.

Este análisis es contrario a lo que proyectó Moody’s. Moody’s pregonó los paquetes de gastos de Biden, diciendo que harían que las perspectivas de crecimiento de la economía de EE. UU. fueran «más brillantes» a largo plazo.

El plan Reconstruir mejor “aumentaría el crecimiento a largo plazo de la economía al incrementar el crecimiento de la productividad, la participación en la fuerza laboral y las horas trabajadas”, escribió Mark Zandi, economista en jefe de Moody’s Analytics, en un reporte.

Zandi, quien asesoró a la senadora progresista Elizabeth Warren (D-Mass.), durante su campaña presidencial, se opuso también a las preocupaciones de que las tasas impositivas más altas reducirían el crecimiento económico. Afirmó que hay «poca evidencia» de que los recortes de impuestos del presidente Donald Trump promulgados como ley en 2017 impulsaron significativamente las inversiones comerciales.

«Si los recortes de impuestos no impulsaron el crecimiento económico, es difícil argumentar que aumentarlos perjudicará considerablemente el crecimiento», escribió.

Según Moody’s, las propuestas de Biden aumentarían los ingresos fiscales en 3.5 billones de dólares, aproximadamente la mitad de los cuales provendrían del aumento de impuestos a las corporaciones y la otra mitad a las personas ricas y de altos ingresos.

Se espera que esta semana los republicanos presenten una nueva contrapropuesta al plan de infraestructura de 2.3 billones de dólares de Biden. El mes pasado, los republicanos del Senado encabezados por la senadora Shelley Moore Capito (R-W.Va.) propusieron un paquete de infraestructura de 568,000 millones de dólares, el cual los demócratas criticaron por inadecuado.

La Casa Blanca indicó que seguiría adelante con sus propios planes de gastos si no se puede llegar a un acuerdo bipartidista. Las dos partes siguen estando muy separadas en cuanto a las prioridades y cómo pagarlas.

«Muchas de las grandes decisiones políticas nacionales de la última generación se han promulgado con el apoyo nulo o casi nulo del partido de oposición», según Nick Eberstadt, economista político del American Enterprise Institute, un grupo de expertos conservador.

“Las políticas impuestas por un partido político, sin el apoyo del otro, siguen poniendo en riesgo”, dijo a The Epoch Times.

«Si uno desea tener una política con durabilidad y resiliencia, es mucho mejor, si es posible, encontrar una base de apoyo bipartidista».

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